Baches en las calles de Quito se convierten en un 'calvario' para los conductores y elevan el gasto en talleres mecánicos
Mientras el Municipio ofrece recuperar la red vial, conductores y mecánicos reportan un aumento de, al menos, un 50% en reparaciones vehiculares. La Empresa de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop) reconoce que hacen falta USD 1.500 millones para una solución integral.
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Manejar por las calles de Quito se ha convertido en una carrera de obstáculos. A la ya conocida congestión vehicular que asfixia a la capital en horas pico y los accidentes de tránsito, se suma un enemigo silencioso —y, a veces, invisible bajo la lluvia— que también golpea el bolsillo de los ciudadanos por los daños en los vehículos: el deterioro del asfalto.
Para conductores como Daniela, una estudiante universitaria que viaja desde Tumbaco, el trayecto diario es una lotería. Cuenta que una noche, mientras circulaba por la avenida Eloy Alfaro, su vehículo cayó en un hueco que estaba oculto por el agua. El impacto fue seco y definitivo: aro doblado, llanta rota y la dirección del auto comprometida.
Su historia se repite entre los quiteños que sienten que, mientras esquivan un bache, caen en otro.
El diagnóstico oficial: el problema es estructural
La percepción ciudadana tiene respaldo en las cifras oficiales. En marzo de 2025, el alcalde Pabel Muñoz reconoció que el 60% de las vías de la ciudad estaba en mal estado.
Aunque la administración asegura haber mejorado la situación —respecto a cómo recibieron la ciudad (cuando el deterioro alcanzaba el 80%)— la realidad es que, nueve meses después, la red vial sigue en la misma crisis.
Se trata de un ciclo de deterioro constante: mientras se arreglan unos tramos, otros colapsan. Según Jorge Campoverde, gerente general de la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop), el problema radica en el abandono histórico.
“Hay vías que no han recibido mantenimiento en 10 o 15 años”.
Jorge Campoverde
Muchas calles han superado su vida útil. Según el gerente, actualmente, la ciudad sigue teniendo solo el 40% de vías en buen estado. Campoverde explica que una vía diseñada para 20 años requiere intervenciones preventivas a los 5 y 10 años. Como esto no se hizo en el pasado, dice, el deterioro a partir del décimo año se vuelve exponencial.
¿Por qué no se arreglan todas las calles?
En entrevista con PRIMICIAS, el gerente de la Epmmop, Jorge Campoverde, puso cifras a la magnitud del desafío. Quito tiene cerca de 6.300 kilómetros de vías, de los cuales 4.000 son de asfalto, el resto son de adoquín.
Si el 40% de estas vías está en buen estado, quiere decir que la capital todavía tiene unas 3.700 vías que requieren intervención y mantenimiento.

Para rehabilitar integralmente toda la red vial se necesitarían USD 1.500 millones, un monto que el Municipio no posee. Ante la falta de recursos, la estrategia es priorizar ejes y realizar un "mantenimiento tecnificado".
Según datos de la Epmmop:
- Al inicio de la gestión, solo el 20 % de las vías estaba en buen estado.
- Actualmente, esa cifra se mantiene en el 40%.
- Se rehabilita un promedio de 130 kilómetros al año, con la meta de subir a 180 kilómetros, durante 2026.
El problema de la calidad del asfalto
A la falta de mantenimiento, que es responsabilidad del Municipio, se suman complicaciones técnicas. Durante 2025, la ciudad enfrentó escasez de asfalto durante cuatro meses que, según Campoverde, frenó el ritmo de las obras. Además, existen cuestionamientos sobre la calidad del material.
Campoverde explica que el asfalto es provisto por la petrolera estatal Petroecuador desde la refinería de Esmeraldas y cumple con los rangos técnicos, pero admite que su alto contenido de azufre lo vuelve rígido.
Para contrarrestarlo, asegura que el Municipio ha empezado a utilizar aditivos que mejoran la adherencia y durabilidad de la mezcla.
Qué dicen los dueños de los talleres: "Vías de tercer orden"
El mal estado de la calzada se traduce en ganancias para los talleres mecánicos, aunque sus dueños también lamentan la situación de la ciudad. Jésica Guachamín, administradora de MGP Llantas, ubicado en La Floresta, asegura que la clientela ha aumentado entre un 50% y 60% en los últimos meses.
“Recibimos unos diez carros diarios con llantas rajadas, inservibles y problemas de suspensión”.
Jésica Guachamín
William Faz, propietario de Talleres Técnicos California, es más crítico y califica a las calles de la capital como "vías de tercer orden".

En su taller, acumula amortiguadores reventados y resortes rotos. "Cada impacto que absorbe la llanta repercute en las partes electrónicas y causa otros daños", explica Faz, confirmando también un incremento del 50% en el número de clientes que recible a la semana.
Lo que ofrece el Municipio
Actualmente, el Municipio de Quito mantiene contratos de mantenimiento activos por USD 8,8 millones divididos en zonas norte, sur y valles. Sin embargo, para vías emblemáticas como la Ruta Viva, que ya muestra un deterioro acelerado por falta de recapeo oportuno, la solución dependerá de procesos más complejos, como alianzas público-privadas.
Esta se ha convertido en una de las vías más mortales de Quito, entre enero y octubre de 2025, se registraron 64 accidentes, dejando 53 heridos y 17 fallecidos.
Mientras las soluciones técnicas y presupuestarias avanzan a su propio ritmo, los conductores quiteños siguen sorteando baches, conscientes de que en esta ciudad, la mecánica es un gasto fijo mensual.
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