Este fue el delito por el que fue sentenciado alias ‘Pipo’, el cabecilla de Los Lobos capturado en España, antes de fingir su muerte
Alias 'Pipo' fingió su muerte en 2021, pero fue capturado en Málaga, España, en un operativo internacional. En Ecuador tiene pendiente una sentencia por robo con muerte y se lo responsabiliza por unos 400 crímenes.

Wilmer Geovanny Chavarria Barre, alias 'Pipo', junto a agentes de Policía en España, el 16 de noviembre de 2025.
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Tras la captura de Wilmer Geovanny Chavarría Barre, alias ‘Pipo’, máximo cabecilla de la organización terrorista Los Lobos, en España, el domingo 16 de noviembre del 2025 la justicia reabrió el caso por el que el ecuatoriano cumplía sentencia cuando fingió su muerte en 2021.
Alias ‘Pipo’ había sido sentenciado a 16 años de prisión el 27 de octubre del 2010 y gozaba del régimen de prelibertad cuando, según certificados falsificados de defunción, murió de un “infarto agudo de miocardio” debido a una “neumonía por Covid-19”.
Así constaba en el acta de defunción emitida por el Registro Civil: “Sexo: hombre, estado civil: casado, edad: 34 años, lugar y fecha de fallecimiento: Ecuador, Santo Domingo de los Tsáchilas, cantón Santo Domingo, parroquia Chiguipe, 23 de febrero del 2021”.
Con su supuesta muerte, sus abogados tramitaron un recurso ante el Tribunal de Garantías Penales de Cuenca para que la sentencia su contra sea declarada como extinguida debido a la ‘muerte’ del sentenciado. Eso se concretó el 23 de septiembre de 2021.
La tarde de ayer, domingo 16 de noviembre, el mismo tribunal declaró la nulidad de la extinción de la pena y dispuso la reapertura del caso que en 2010 llevó a prisión a alias ‘Pipo’ y que ahí, entre las rejas, marcó el auge de este cabecilla a quien hoy el ministro del interior, John Reimberg, responsabiliza por, al menos, 400 crímenes en Ecuador.
¿Cuál fue el delito de alias 'Pipo'?
Wilmer Chavarría, alias 'Pipo', tenía 24 años cuando fue detenido el sábado 3 de julio del 2010. A las 08:30 de ese día, con dos hombres más, llegó a una sucursal bancaria ubicada en el sector del mercado Nueve de Octubre, en las calles Mariano Cueva, entre Sangurima y Vega Muñoz, en Cuenca.
Dos empleadas y dos guardias estaban en el banco, cuando Wilmer Chavarría tocó a la puerta. Uno de los guardias preguntó quién era y él respondió: “Sargento Chicaiza (supervisor de seguridad)”. Cuando comenzaron a subir la puerta enrollable para permitir el ingreso del supuesto supervisor, los tres delincuentes la terminaron de abrir violentamente.

Alias ‘Pipo’ vestía un terno oscuro con una camisa interior de color tomate. De su cuello colgaba una credencial con identificación falsa. En una mano llevaba un maletín en el que guardaba una ametralladora, y en la otra, una lata de aerosol blanco para empañar las cámaras de seguridad.
“El sujeto de terno se demoró en sacar el arma, amedrentó a las compañeras y apuntó de lejos, como a cuatro metros, a uno de los guardias”, declaró en su testimonio una de las empleadas.
Wilmer Chavarría y sus compinches inmovilizaron al personal del banco: “los acostaron en el piso y los encañonaron”. Robaron unos USD 38.000 de varias cajas de seguridad y salieron de la agencia. Afuera de la sucursal los aguardaba una camioneta encendida para emprender la huida.
“Los empleados piden auxilio, pulsando el botón de pánico y comunicándose por radio. En el exterior, policías y agentes de la guardia ciudadana se habían percatado del hecho y observaron a los sujetos salir en precipitada carrera”.
Fiscalía
Haciendo disparos al aire, los delincuentes huían en la camioneta cuando un bus la impactó y el auto terminó chocando en una vivienda, inmovilizado. Los ladrones siguieron disparando y abordaron un vehículo color rojo de un conductor que manejaba por la zona. Para ese momento, la Policía ya había comenzado un operativo de persecución.
En medio de un intercambio de disparos, desde el auto rojo uno de los hombres arrojó clavos para dañar los neumáticos de las patrullas policiales que los seguían, pero no lo logró. A la altura de la avenida Huayna Cápac y Juan León Mera, el carro fue embestido por un patrullero y tras un último enfrentamiento a bala los delincuentes fueron detenidos.
Tres víctimas colaterales
El hecho provocó tres muertes, una de ellas la de Carlos Salamea, “una víctima inocente que, por desgracia, estuvo en el vehículo que fue abordado por los delincuentes”, dice el informe. La víctima, según ese documento, murió por politraumatismos en rostro y tórax causados por los proyectiles de arma de fuego.

También falleció Eddy Suárez, a consecuencia de disparos en el cuello que le provocaron una hemorragia externa; y Eduardo Castro, por el impacto de una bala en el cráneo que le ocasionó un “shock neurogénico”.
Tres personas, en cambio, resultaron heridas por proyectiles en el hombro y tórax, detalla el expediente del caso, entre ellos el chofer de un taxi al que los delincuentes intentaron detener para abordar su vehículo; como no lo consiguieron, le dispararon.
Alias ‘Pipo’ y los otros delincuentes fueron reconocidos por los empleados bancarios y mencionados en los testimonios de los policías y los testigos del juicio. Él también rindió su declaración.
“Acepto mi responsabilidad en el hecho, quería el dinero, porque estaba mal económicamente, pero no pensé que se iba a agravar, pido disculpas”, declaró Wilmer Chavarría frente a los jueces del Tribunal de Garantías Penales de Cuenca, que determinó su grado de responsabilidad.
No era un 'individuo peligroso'
El procesado —señalaron los jueces— “acepta haber intervenido directamente en el hecho. Las tres empleadas del banco lo reconocen plenamente y lo describen como el sujeto que ingresó con terno, portando un maletín del que sacó una ametralladora con la que amedrentó a las víctimas. Tenía un envase de pintura en aerosol y del cuello pendía una identificación falsa para camuflarse y no despertar sospechas al aparentar ingresar al banco como un cliente más”.
Mientras que los policías señalaron en sus testimonios que alias ‘Pipo’ “ofreció tenaz resistencia, disparando intensamente contra las fuerzas policiales, para finalmente ser detenido presentando heridas y en posesión de las amas de fuego, el aerosol y la identificación falsa con su fotografía”.
Así, el 27 de octubre de 2010 los jueces lo sentenciaron a 25 años de prisión, pero luego redujeron la pena a 16 años al considerar como atenuantes previstos en el anterior Código Penal que la conducta anterior de alias ‘Pipo’ —que ya tenía 12 causas por robo— revelaba “no tratarse de un individuo peligroso”.
Hoy, en la función judicial acumula 23 procesos y dirigía un grupo terrorista Los Lobos, considerado por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos como “la organización de narcotráfico más grande de Ecuador y que contribuye significativamente a la violencia que azota al país”.
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