Los cuatro de Las Malvinas: La desaparición de los niños se habría producido tras suma de errores de procedimiento militar

Las tres ramas de las Fuerzas Armadas se dividen el patrullaje de Guayaquil por sectores. Y el sur le corresponde a la Armada del Ecuador, según confirmaron a PRIMICIAS fuentes militares. Pero dos patrullas de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE) se involucraron en la desaparición de los cuatro niños de Las Malvinas, cuando atravesaban "casualmente" el sur de la ciudad.

La FAE tiene a cargo -por ejemplo- el despliegue armado en el vecino cantón Durán, parte del distrito metropolitano de Guayaquil (Zona 8). 

Pero las dos camionetas con 16 efectivos de la Infantería Aérea regresaban de la Aduana de Guayaquil, tras custodiar un camión cuando se percataron de un presunto robo a una mujer a la altura de la avenida 25 de Julio, cerca de un conocido centro comercial del sur, según la versión oficial.

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La patrulla capturó a tres de los presuntos responsables en el robo y la propia ciudadanía le entregó a los militares un cuarto menor de edad, según informó el ministro de defensa Gian Carlo Loffredo, en base a un informe de la captura.

Pero la familia de los cuatro niños desaparecidos la noche del 8 de diciembre de 2024 dice que los menores de entre 11 y 15 años se dirigían a una tienda a comprar pan tras jugar en una cancha de fútbol en la ciudadela Coviem, cerca de su domicilio en Las Malvinas.

Los militares irrumpieron “a lo loco” en el sector haciendo disparos al aire y en medio de una persecución capturaron a los menores de edad, señalan. 

“Los golpearon y en un video se ve como incluso les pisan la cabeza”, dijo Johanna Arboleda, madre de uno de los desaparecidos, que ahora lleva al cuello cuatro medallas de fútbol que ganó su pequeño.

Entre cuatro y seis menores de edad lograron escapar de la redada, según las versiones contrapuestas del operativo. Pero los hermanos Ismael Arroyo, de 15 años, y Josué Arroyo, de 14, Nehemías Arboleda (15) y Steven Medina (11), completaron este 23 de diciembre 15 días desaparecidos.

"Abandonados sin ropa" en sector rural

Sea de una u otra forma, los niños terminaron en el balde de una camioneta militar de color blanco. Y el vehículo recorrió Guayaquil de sur a norte; y luego tomó al este, hasta una zona rural, más allá del cantón Durán, a lo largo de más de 40 kilómetros del sitio de la detención. 

Las cámaras de videovigilancia captaron a los cuatro desaparecidos en la parte de atrás de la camioneta cuando atravesaron el Puente de la Unidad Nacional con destino a Taura, según videos que la Fiscalía mostró a los familiares, lo que coincide con la versión del Ministro y la defensa de los militares.

Conforme la patrulla regresaba a su centro de operaciones en la Base Aérea de Taura, ubicada a las afueras de Durán, sobre el kilómetros 24,5 de vía Durán-Tambo, se iba desvaneciendo la posibilidad de un retorno seguro a casa para los menores de edad.

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El ministro Lofredo dijo que a partir de ahí no es difícil imaginar lo que pasó por la cabeza de los uniformados, pues sin denuncia del supuesto robo, sin indicios de un hecho grave ni armas, los militares optaron por abandonar al niño y a los tres adolescentes en esa zona de Taura. 

 Lofredo señaló uno de los errores: no haber entregado a los retenidos a la Policía Nacional, como correspondía. “Entonces es cuando imagino yo que tomaron la decisión de dejarlos libres y no entregarlos a la Policía, lo cual no estuvo bien”, dijo el ministro a Radio City.

Abogado de militares dice que los liberaron sanos

Jesús Alberto Lopez, abogado de los 16 militares involucrados, coincidió con la versión del Ministerio de Defensa sobre la aprehensión de los niños. 

Según el abogado, los militares, en vez de entregar a los detenidos en una unidad policial de Las Malvinas, los embarcan con la intención de llevarlos a la Policía del recinto Virgen de Fátima, a 45 kilómetros de distancia en otro cantón, cerca a la base área militar.

En el camino, los militares deciden liberar a los aprehendidos en la parroquia de Taura, “dejándolos en el lugar sanos y salvos” para continuar hacia la base, ubicada a 15 kilómetros del lugar donde se liberó a los niños, agregó el abogado.

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Pero el abogado nada dice sobre que los militares habrían liberado a los chicos semidesnudos. Luis Arroyo, el padre de los hermanos desaparecidos, contó que uniformados habrían entregado ropa de los menores a la Fiscalía, mucho después.

Los abandonaron cerca de las 22:00, dos horas después de la captura -cuenta la familia-, en una carretera solitaria y oscura. En el sector operan según la policía bandas criminales como Águilas, Lobos, Chone Killers e incluso una facción de Latin Kings.

Cronología de la captura y la desaparición

¿Secuestro, desaparición forzosa o involuntaria?

Tras ser abandonados en la vía, los niños pidieron ayuda en el sector y un hombre les prestó el celular para que  pudieran llamar a sus padres.

“Ismael me contó todo por teléfono. Me dijo que los militares los habían cogido en Mall del Sur, sin que estuvieran haciendo nada malo. Que se bajaron como locos, los persiguieron e hicieron disparos al aire. ‘Nos maltrataron y nos dejaron botados, sin ropa’, dijo llorando”, cuenta Arroyo, padre de dos menores.

La familia llamó a la Policía para que recogiera a los menores, pero a partir de allí desaparecieron y no se sabe nada de ellos. El hombre que prestó el celular se molestó porque le habían enviado a la Policía y no se responsabilizó por lo que pudiera hacer “la mafia” del sector a los chicos.

Según el abogado de los militares, al llegar la Policía a la parroquia el hombre que les había prestado el teléfono a los niños se negó a tomar contacto con los uniformados porque por el lugar se encontraban motociclistas encapuchados de grupos delictivos. "Quería evitar problemas, lo dijo en su versión".

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Un oficial de la FAE consultado por PRIMICIAS informó que desde enero se han organizado charlas de Derechos Humanos en las Fuerzas Armadas, pero reconoció “grandes desafíos” y falta de capacitación continua en la materia. “Falta desarrollar una cultura de protección de la dignidad”, dijo.

Tras 15 días de la desaparición, fiscales de Quito y Guayaquil allanaron la madrugada del 23 de diciembre de 2024, la Base Aérea Taura, donde incautaron 16 teléfonos móviles, dos camionetas, un computador y las bitácoras de registro del personal.

Carolina Ruiz, de la comisión de Derechos Humanos del Colegio de Abogados del Guayas, cuestionó la falta de sentido de urgencia en la investigación. “Esto es un delito de lesa humanidad, un delito de Estado”, subrayó.

En el mismo sentido, el Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos impulsa un habeas corpus para que se reconozca el caso como una desaparición forzada.

Hasta ahora la Fiscalía investigaba un secuestro. El presidente de la República, Daniel Noboa, se resiste a que se hable “todavía” de desaparición forzosa, según adelantó en un enlace radial. Este delito de lesa humanidad perpetrado por agentes del Estado se sanciona con pena de prisión de entre 22 y 26 años.

En tanto, el Código Integral Penal (COIP) tipifica la desaparición involuntaria con prisión de siete a 10 años, un delito que incluye retención ilegal, privación de la libertad o el traslado de lugar de una o más personas, en contra de su voluntad.