"Suplicaba que no me hagan daño, pero me amputaron un dedo", cuenta joven secuestrada por sus vecinos en Guayaquil
El secuestro ocurrió el pasado 16 de noviembre de 2025. Todos los detenidos se identificaron como miembros de la organización Los Tiguerones. El primero delató al segundo y así con el resto; en cuestión de horas, la Unidad Nacional de Investigación Antisecuestro y Extorsión (Unase) desarticuló el grupo.

Imagen referencial de una persona secuestrada. En el noroeste de Guayaquil se produce la mayor cantidad de secuestros extorsivos..
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Los seis delincuentes de la organización terrorista Los Tiguerones, cuatro de ellos detenidos porque secuestraron y mutilaron el dedo de una joven en el noroeste de Guayaquil, en el distrito Nueva Prosperina, el más violento del país, eran vecinos de la víctima.
Las investigaciones de la Policía y los testimonios de los familiares revelaron que todos los secuestradores vivían cerca de la casa de Kim A., de 19 años, quien fue raptada el domingo 16 de noviembre de 2025 de su vivienda, en el sector de la avenida Casuarina.
A las 03:00 de la madrugada, mientras ella, su hermano y su padrastro dormían, seis hombres ingresaron violentamente a su domicilio, armados y provocando un fuerte estruendo que despertó a la familia.
“Alerté a los chicos para que se levanten, pero Kim no se levantó porque estaba dormida profundamente. Me di cuenta de que ingresaron a la casa seis hombres encapuchados, y mi hijastro y yo brincamos desde el balcón para poder huir, pero Kim se quedó en la casa”, señaló el padrastro en la denuncia que presentó ante la Fiscalía.

Al volver a la casa, no encontraron a la joven pero se percataron de que los secuestradores habían dejado un papel con un número de teléfono con código internacional. “Además, se llevaron mi teléfono, el teléfono de Kim y de su hermano y una maleta negra que tenía ropa en el interior”, detalló el padrastro.
"Me escondí bajo la cama"
La denuncia por el secuestro de Kim se suma a las 1.382 que se han registrado en el país en 2025, en el periodo enero-octubre, según las estadísticas de la Fiscalía. Durante todo el año 2024 (enero-diciembre), se reportaron 1.898 casos, mientras que en el 2023 hubo 1.449 secuestros.
Guayaquil es la ciudad con más casos: el año pasado contabilizó 797 secuestros y este año, hasta octubre, van 584 víctimas, entre ellas Kim, quien fue rescatada el mediodía del lunes 17 de noviembre tras un operativo de la Unidad Antisecuestros y Extorsiones de la Policía (Unase) liberada y entregada a sus familiares.
En la Fiscalía, la joven contó que la madrugada en que fue secuestrada se dio cuenta tarde del violento ingreso de los delincuentes que tumbaron la puerta de su casa.
“Me escondí debajo de la cama de mi habitación, pero estos sujetos llegaron y me sacaron. Me apuntaron con una pistola en la cabeza con una bolsa, me llevaron a un carro sin ventanas, de lo que recuerdo, después empezaron a torturarme”.
Víctima
Los secuestradores le preguntaron sobre el trabajo y los ingresos económicos de su padrastro. “Como yo les dije que no sé nada, me dijeron ‘solita quieres hacerte matar’, indicó en su testimonio. A Kim le pegaron con un revólver en la cabeza, le exigieron la clave del teléfono de su padrastro y se la dio porque la “estaban apuntando con una pistola y me decían que me iban a matar si no colaboraba”.
Durante su cautiverio, la joven fue encadenada y tenía la cabeza cubierta, tapada. “Me ajustaron las cadenas y me dijeron que si me salía me mataban, luego me sacaron la capucha y pude identificar plenamente a varios sujetos que hoy están aprehendidos, pero son más personas las que están involucradas en este hecho”, reveló la joven, quien, junto a sus familiares, cuenta con medidas de protección de la Fiscalía.

Con la cabeza cubierta, la amenazaron con matarla si su padrastro no pagaba el rescate de USD 100.000 que le habían pedido en un mensaje telefónico, en el que, además, le enviaron imágenes de Kim siendo torturada.
“Me pusieron una mordaza en la boca, me taparon con una bolsa mientras agarraron un cuchillo y, a pesar de que les suplicaba que no me hagan daño, me amputaron uno de los dedos de mi mano derecha, mientras los que estaban en esa habitación, donde estaba encadenada, fumaban y se reían; uno de ellos me dijo: ‘ya, pelada, esto no es nada, yo he hecho cosas peores’, incluso decían que habían matado a otras personas”, declaró Kim.
A su padrastro le enviaron el video, luego de extorsionarlo por mensajes de whatsapp, donde le amenazaban con matar a su hijastra si es que no pagaba la suma exigida: “Inclusive me enviaron el video para poder ver solo una vez en el cual amputaban el dedo de mi hijastra, torturándola”.
“Cuando mi hijastra fue recuperada estaba encadenada a una silla, maniatada con cadenas de acero. Debo indicar que todos los que están aprehendidos son conocidos del sector Casuarina, viven todos cerca de mi casa, por lo cual exijo que se haga justicia”.
Familiar de víctima
De los seis o más hombres que entraron violentamente a la casa de esta familia, cuatro fueron detenidos: Jesús Roberto P. S. y Luis David L. S., mayores de edad; y los hermanos Mateo Sebastián A. O. y Justino Humberto A. O., menores de edad.

Los atacante están plenamente identificados
Los cuatro se identificaron ante la Policía como miembros de la organización terrorista Los Tiguerones, una agrupación criminal que opera en el noroeste de Guayaquil, donde se concentra el 64% de los secuestros extorsivos. El 36% de estos delitos se le atribuyen a los Tiguerones, según informes policiales de la Zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón).
Las extorsiones no solo se aplican a personas, sino también a las casas y pequeños negocios a quienes les cobran entre USD 2 y USD 10 semanales, recursos con los que financian sus prácticas delictivas y que, por temor, los habitantes pagan pese a su débil economía.
Fuentes policiales agregan que a los tanqueros de agua potable que abastecen a Monte Sinaí les cobran una vacuna de entre USD 2 y USD 5 diarios, y a los camiones repartidores de productos USD 150 mensual, pues para las bandas “todo es susceptible de extorsión”.
Durante la audiencia de formulación de cargos, la Unidad de Garantías Penales con competencia en Delitos Flagrantes del Guayas, dispuso la prisión preventiva de los cuatro detenidos, entre ellos el que amputó el dedo de Kim, a quien ella identificó plenamente.
“Cuando escuché que intervino la Policía, estos sujetos me decían que, si gritaba o hacía algo, me mataban; afortunadamente llegó la Policía y me rescataron. Reconozco plenamente a los aprehendidos, incluso al que me amputó mi dedo, Mateo Sebastián A. O., menor de edad”.
Víctima
Para localizar a Kim, los agentes de la Unase, mediante técnicas investigativas, ubicaron a un sospechoso que admitió el delito y delató a otro de los participantes, cuya casa fue allanada en Nueva Prosperina. Así, los dos detenidos delataron a otros dos Tiguerones, los hermanos menores de edad, que se encargaban de la custodia de la joven secuestrada.
“Los adolescentes manifestaron que ellos eran los encargados de custodiar y realizar los videos de la joven para enviar a la familia de la secuestrada”, señala un informe policial.
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