“Alertamos del atentado un día antes”: Comerciantes alegan desprotección tras ataque con bomba artesanal en La Bahía, corazón comercial de Guayaquil

“Les avisamos. Un día antes, enviamos mensajes de alerta con la amenaza a la Policía y no hicieron nada”, sostiene bajo reserva una comerciante de La Bahía, el populoso sector comercial del centro de Guayaquil, donde la detonación de un artefacto explosivo dejó seis locales afectados, dos de ellos totalmente destruidos la noche del martes 3 de junio de 2025.

La mujer mostró a la prensa chats enviados a un oficial de Policía del distrito 9 de Octubre, en los que advertía sobre mensajes extorsivos firmados por el grupo delincuencial “Los Lobos BMW”. “Solo nos respondieron que están patrullando las 24 horas”, reclamó.

Según su relato, la alerta fue enviada a la Policía el lunes 2 de junio, un día antes de la explosión ocurrida alrededor de las 22:30 de la noche del martes cerca de la intersección de las calles Eloy Alfaro y Ayacucho, en el centro de Guayaquil.

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En uno de los mensajes, los extorsionadores exigían a los comerciantes cercanos al puente a desnivel  de la calle Eloy Alfaro que se reporten con la “colaboración” y les daban plazo para comunicarse hasta las 18:00 del lunes: “Este regalito será para ti”, se leía en un mensaje, sobre una fotografía de un explosivo artesanal –una suerte de bidón blanco con una mecha cargado presuntamente de dinamita--.

Tras la detonación, panfletos con la misma firma –de alias “La Ch” de supuestamente el grupo Los Lobos BMW- fueron hallados en el lugar.

Daños y temor

Según el gerente de la empresa municipal de seguridad Segura EP, Álex Anchundia, la explosión causó daños en infraestructura de entre USD 4.000 y USD 5.000 por cada una de las seis unidades afectadas. Dos locales metálicos deberán ser reconstruidos por completo.

Además, la onda expansiva afectó puertas metálicas de comercios en un edificio contiguo y en otro edifico ubicado a 20 metros de distancia reventó ventanales. El explosivo dejó un boquete de 20 centímetros de profundidad en el suelo entre dos kioscos comerciales metálicos.

El Municipio anunció que asumirá la reparación total de los locales afectados y que trabaja con los comerciantes en un plan para restringir el acceso nocturno a los callejones comerciales., cercando el ingreso. Sin embargo, al menos una treintena de negocios en los bajos del puente de la calle Eloy Alfaro no abrió sus puertas la mañana de este miércoles por temor a nuevos ataques.

Compromisos "incumplidos"

Los comerciantes sostienen que desde la protesta del 12 de mayo pasado, cuando más de un centenar de vendedores protagonizaron un plantón frente a la Gobernación del Guayas, se prometió el despliegue de 25 nuevos policías y patrullajes reforzados a las 22:00, 01:00 y 05:00. Sin embargo, afirma que esos operativos se cumplieron sólo “los primeros días”.

“Después nos dijeron que no sabían cómo habían ofrecido tantos policías, si no tenían. Que recién en 15 días llegaría más personal”, comentó una de las representantes de una de las asociaciones. En total, más de 4.300 comerciantes laboran en la zona. Muchos de ellos afirman recibir amenazas similares y no denuncian por miedo o desconfianza.

El presidente de una asociación de vendedores del sector afectado denunció estar amenazado de muerte por la estructura delictiva que exige entre USD 800 y USD 1.200 por módulo comercial, bajo amenaza de ataques con explosivos. "Si accedes a pagar una vez, esto se vuelve un circulo vicioso". 

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Según su testimonio, los extorsionadores lo comenzaron a presionar tras su participación en las reuniones con autoridades el mes pasado, en las que exigió mayor control policial, y sospecha que personas del propio entorno comercial están filtrando información a las bandas criminales.

"No es gente de afuera, la información sale de aquí mismo", advirtió. Él pide que se refuerce el despliegue de inteligencia policial, que inicialmente derivó en la captura de un sospechoso. Pero se trata de acciones que no son permanentes, dijo.

La respuesta policial

El coronel Víctor Hugo Ordóñez, comandante de la Zona 8 de la Policía Nacional (que abarca a Guayaquil, Durán y Samborondón) reconoció que ya han ocurrido al menos cuatro atentados similares en el último mes en ese sector comercial del centro de Guayaquil.

El oficial coincidió con el Ministro del Interior e indicó que parte del problema es que la Policía no está recibiendo los reportes de amenazas extorsivas de los comerciantes. Cuestionado por los alertas que una mujer dijo haber realizado a la Policía del distrito un día antes se limitó a decir: "Los patrullajes se mantienen, obviamente los delincuentes esperan que la unidad policial se movilice para actuar".

Dos personas han sido detenidas en el último mes con relación a los sucesivos ataques —una con un arma de fuego y otra que perdió la mano al manipular un explosivo—, pero los dos hombres están en liberad, pues no recibieron prisión preventiva, lamentó.

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Ordóñez aseguró que existe un dispositivo permanente de patrullaje en la Bahía y que este será reforzado con más motos, patrulleros y personal. En total se destinarán 60 personas en tres turnos al sector, dijo. Según el oficial hace 15 días se sumaron 755 nuevos policías a los 12 distritos de la Zona 8.

Sobre la autoría del ataque, informó que si bien los panfletos llevan la firma una facción de Los Lobos, no se descarta que se trate de delincuencia común que se toma el nombre como intimidación. De hecho, en el sector también han usado amenazas similares firmadas por Los Latin Kings, organización que se ha aliado a Los Lobos en el vecino cantón Durán. En el centro también se han atribuido ataques a Los Tiguerones.