La mudanza de dos grandes navieras redistribuye los focos del narcotráfico en los puertos de Ecuador
En los puertos marítimos se han incautado 68,1 toneladas de droga en 2025. El 49% de decomisos se registraron en dos puertos privados de la isla Trinitaria en Guayaquil. Otro 40% se incautó en Posorja.

La silueta de un militar se difumina sobre un fondo de contenedores del Puerto de Aguas de Posorja, parroquia rural de Guayaquil, el 31 de mayo del 2025, en un patrullaje preventivo contra la contaminación de droga.
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Redacción primicias
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El movimiento estratégico de dos de las principales navieras internacionales, que desde inicios de 2024 cambiaron sus puntos de recalado y de operación en el país, está reconfigurando el mapa del narcotráfico en los puertos de Ecuador.
Las decisiones de Maersk y MSC de abandonar el Puerto de Guayaquil para trasladarse a otras terminales provocaron que las incautaciones de drogas se concentren ahora en nuevos puntos críticos, mientras que zonas tradicionalmente problemáticas registran niveles mínimos de decomisos.
En lo que va de 2025, los puertos de Guayaquil y Machala han registrado incautaciones por 68,1 toneladas de drogas, según datos de incautaciones de la Policía, a los que Primicias tuvo acceso. Y la distribución de los decomisos revela un patrón que coincide con el reordenamiento de las operaciones navieras.
Nuevos epicentros de riesgos portuarios
La terminal que opera DP World en el Puerto de Aguas Profundas de Posorja, en la parroquia rural de Guayaquil, se ha convertido en el principal punto de incautación en lo que va del año, con 27,3 toneladas decomisadas, representando el 40% del total nacional.
Le siguen las terminales privadas de la isla Trinitaria, ubicadas en el suroeste den Guayaquil: TPG Inarpi con 21,8 toneladas y Naportec Bananapuerto con 11,8 toneladas. Juntas, estas dos terminales vecinas concentran el 49% de todo lo incautado en el país, entre el 1 de enero y el 9 de agosto de 2025.
En contraste, Contecon -que opera la terminal multipropósito más grande del país en el Puerto de Guayaquil Libertador Simón Bolívar- registra 1,2 toneladas incautadas, una caída dramática respecto a años anteriores cuando era considerada entre las tres zonas de "riesgo muy alto", junto a Yilport e Inarpi.
Esta redistribución no es casual. A inicios de 2024, la naviera danesa Maersk trasladó sus operaciones de Contecon a DP World Posorja, mientras que la suiza MSC se mudó a Naportec/Bananapuerto.
Ambas navieras mantienen rutas regulares de carga exportable desde Ecuador hacia Europa -y MSC recala además en Estados Unidos-, el destino principal de la droga que sale de Ecuador, apetecido por los operadores del crimen organizado, según coinciden fuentes policiales y analistas.

Un escenario profetizado
Un estudio elaborado por la consultora internacional en ingeniería y áreas de infraestructura Niras, contratado por la Comisión Europea y publicado en junio de 2024, había anticipado este escenario.
- El informe difundido en su momento por PRIMICIAS advirtió que el traslado de las navieras provocaría "un incremento potencial en el riesgo de contaminación" de drogas en DP World y Naportec, debido al aumento en sus operaciones y la presión que ejercerían los grupos criminales.
- El documento señalaba específicamente que Naportec se encuentra "en una de las zonas más conflictivas de Guayaquil (Isla Trinitaria), rodeada de condiciones de vida extremadamente precarias en las que operan bandas criminales". En una situación similar de otra terminal privada y su vecina, la Terminal Portuaria de Guayaquil (TPG)/Inarpi, que ocupa el segundo lugar por decomisos, y pasó a liderar en 2024 el trasporte de carga entre todos los puertos de Guayaquil.
- Esto plantea “riesgos muy elevados” no sólo para las terminales sino también para los conductores que transportan contenedores a través de una única calle en la que son habituales las largas colas de camiones, lo que aumenta los riesgos de contaminación y extorsión, agrega el informe de la UE.
El estudio advertía también que un “marco legal obsoleto no se alinea con las realidades actuales de los puertos de Ecuador, impactando negativamente en la seguridad y la competitividad” del sector, así como a las compensaciones que recibe el Estado de los diferentes actores.
De hecho, la concesionaria del Puerto de Guayaquil denuncia que ha perdido competitividad y carga debido a ese presunto desbalance y a los mayores costes regulatorios a los que están obligados por la concesión respecto a los puertos privados.
Contecon demandó la inconstitucionalidad del sistema portuario ecuatoriano en abril de 2025 ante la Corte Constitucional, argumentando que la Ley General de Puertos de 1976 y el Reglamento General de la Actividad Portuaria permiten la competencia desleal, e insisten en la urgencia de tramitar una nueva ley de puertos. La demanda sigue en fase de admisión, sin se haya resuelto aún el avance de su trámite.
“La presión se mueve en función de rutas comerciales”
En una reciente visita de la prensa al Puerto de Guayaquil, Paulo Maruri, gerente legal de Contecon, le dijo a PRIMICIAS que han logrado reducir casi a niveles nulos la contaminación interna de droga en los últimos dos años, luego de la implementación de escáneres para revisar contenedores y vehículos.
En 2025, la terminal solo registra la incautación de 1,2 toneladas de drogas cuando hasta inicios de 2024 tenía uno de los perfiles de riesgo de contaminación más altos.
Los intentos de contaminación en Contecon se han trasladado al espejo de agua (al brazo del Estero Salado), dijo. Una vez que el buque zarpa, los piratas abordan con o sin complicidad de la tripulación, y contaminan el buque con droga. “Esta modalidad aumenta porque los puertos tienen escáneres, por lo que contamos con un destacamento del Grupo Operacional Marítimo Gomar, de la Marina y la Policía".
Según Maruri, la presión del narcotráfico se mueve en función de las rutas comerciales de la carga. La conexión con Europa -considerada la ruta más sensible del trasiego de droga- se ha desplazado hacia otros puertos por la mudanza de las navieras, añadió.
Contecon se ha visto obligada a cambiar su perfil hacia un mayor flujo de importaciones desde Asia, tras la perdida de dos de sus principales navieras. Actualmente, su principal operador es Cosco, que mantiene rutas con China, lo que ha reducido también la exposición de la terminal a los riesgos vinculados al tráfico de cocaína.

Impacto en la violencia territorial
Renato Rivera, investigador de la Iniciativa Global contra el Crimen Organizado (GI-TOC) y profesor especializado en seguridad y economía criminal, explicó que el creciente interés del narcotráfico por el puerto de Posorja está generando impactos directos en la violencia en Guayas.
La presión de las mafias sobre esta terminal no solo ha elevado el riesgo de contaminación de contenedores, sino que también ha desatado disputas armadas en zonas aledañas como Playas y en otras áreas, que eran históricamente menos conflictivas que Guayaquil, dijo.
Rivera señaló que este fenómeno se enmarca en la fragmentación de las bandas criminales, que disputan corredores estratégicos de la droga. “Alrededor de Posorja estás viendo un incremento de homicidios, es porque está teniendo mayor interés para la contaminación de contenedores. Es una explicación desde la geopolítica del crimen organizado”, advirtió.
Una masacre en Playas dejó 11 personas fallecidas el 19 de julio de 2025 atribuida a la disputa entre los grupos armados organizados de Los Lobos y Los Choneros, eventos similares se sucedieron en cantones de provincias costeras.
La isla Trinitaria, al suroeste de Guayaquil, que acoge a las dos terminales portuarias privadas, también ha mostrado aumento de violencia. El 13 de abril pasado ocho personas fueron asesinadas en dos ataques armados.
El domingo 10 de agosto se registraron una serie de ataques selectivos en domicilios de la isla Trinitaria sur que dejaron siete personas fallecidas en cuatro puntos diferentes, tras el crimen de un integrante de la banda criminal Los Lagartos, uno de los grupos criminales que opera en el sector.
Una tonelada incautada en atún
En las más recientes incautaciones de droga en zonas portuarias se encuentra el decomiso de una tonelada de cocaína camuflada en un cargamento de atún que pretendía salir de la Terminal Naportec, el 16 de agosto de 2025, con destino final el Reino Unido tras un transbordo en Amberes (Bélgica), uno de los destinos predilectos de la cocaína que sale de Guayaquil.
La Policía halló la droga precisamente en un contenedor de la naviera MSC y capturó a cinco personas entre ellas trabajadores de la terminal portuaria.
El estudio de la Unión Europea advertía de una mayor presión ejercida por grupos criminales sobre el personal que trabaja en estas terminales, considerado un activo clave y vulnerable a la acción de bandas criminales.
Además, señaló que el aumento de la actividad en el puerto de la isla Trinitaria y la presión del crimen organizado en los alrededores podrían desplazar aún más la contaminación a etapas tempranas de la cadena logística, fuera del control directo de los puertos.
Las terminales de la Trinitaria registran alto riesgo corrupción, infiltración de drogas y de intrusión no autorizada -pues solo una valla perimetral divide las operaciones portuarias del populoso barrio vecino-.
A diferencia de los puertos europeos donde las autoridades portuarias tienen un papel activo e integrado tanto en operaciones como en seguridad, en Ecuador la autoridad portuaria tiene un rol meramente administrativo y la seguridad recae en la Dirección Nacional de los Espacios Acuáticos, cuestiona la UE.
Esta fragmentación “impide una visión integral de la seguridad y operaciones”, lo que puede tener un impacto negativo al intentar aumentar la seguridad en los puertos, especialmente con la creciente actividad del narcotráfico.
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