El narcotráfico se toma los puertos pesqueros de Santa Elena, invadidos por el crimen organizado
La Policía ha identificado que los puertos pesqueros de Anconcito y Chanduy son usados por las bandas criminales para el tráfico de drogas en Ecuador.

Habitantes de los puertos costeros de Santa Elena piden más protección ante la llagada de narcotraficantes a la zona.
- Foto
Primicias
Autor:
Actualizada:
Compartir:
Los puertos pesqueros de la provincia de Santa Elena se han convertido en puntos clave para el envío de drogas desde aguas peninsulares. Según fuentes policiales, varias embarcaciones capturadas en recientes operativos zarparon desde estas zonas, aprovechando su fácil acceso y el control ejercido por bandas criminales.
En la lista está el puerto pesquero de la parroquia de Anconcito, en el cantón Salinas, y el de la parroquia de Chanduy, al sur del cantón Santa Elena, los cuales están afectados por el auge del narcotráfico y la inseguridad.
En estos sectores se han realizado múltiples envíos conocidos entre los pescadores como ‘vueltas’, lo que ha generado una escalada de violencia en una comunidad que antes era vista como tranquila y segura.
En tan solo tres semanas, el bloque de seguridad, conformado por la Armada del Ecuador y la Policía Nacional, ha logrado realizar diferentes intervenciones marítimas, incautando así cuatro toneladas de sustancias sujetas a fiscalización, que en su gran mayoría son transportadas en ladrillos agrupados en sacos de yute y tienen como destino Centroamérica y México.
“Estas sustancias están valoradas en millones de dólares, lo que demuestra un duro golpe para estas organizaciones criminales”, comentó un miembro de la Armada Nacional, en uno de los recientes informes sobre el decomiso de 63 bultos que contenían ladrillos de drogas. Solo ese cargamento estaba valorado en USD 3 millones.

Reclutamiento juvenil
A esta problemática, se suma la creciente preocupación por la participación de jóvenes en actividades relacionadas con el tráfico y microtráfico de drogas. Las autoridades han intensificado los operativos para desarticular estas redes delictivas, evidenciando la implicación de este rango etario en actividades ilícitas.
Lo que más les preocupa a las autoridades es que el alcaloide sea custodiado por jóvenes, quienes, al notar la presencia de los uniformados, han optado por lanzar las sustancias al mar y tratar de huir en las lanchas rápidas. Sin embargo, en la mayoría de estos casos, han sido capturados y puestos a órdenes de la justicia.
“Hemos detenido a cerca de 20 ciudadanos en estas últimas semanas, pero algo que nos llama la atención es la cantidad de menores de edad que están trabajando para las estructuras criminales”.
Jorge Hadathy, jefe de la Policía Nacional de la subzona Santa Elena.
Según versiones del uniformado, la participación de menores de edad sería una ventaja para los Grupos de Delincuencia Organizada (GDO), ya que son utilizados como una estrategia clave para buscar la impunidad.
“Lastimosamente, lo que hacen los menores de edad en las audiencias, delante de un juez, es echarse la culpa, porque ellos saben que son inimputables de los delitos, y obviamente tratan de liberar a los adultos de su posición dentro de la estructura”, agregó Hadathy.
Recuperar el tejido social
Para evitarlo, mencionó que son importantes las reformas de leyes y un trabajo desde el aspecto social. Ante esto, PRIMICIAS le consultó: ¿Qué se está haciendo en este ámbito por parte de la Policía Nacional?
“Nosotros estamos interviniendo en los barrios de toda la provincia de Santa Elena. Nos tomaremos cada sector de manera positiva, tratando de reconstruir lo que se ha ido perdiendo”, mencionó el máximo representante de la Policía Nacional en la península, poniendo como aliados estratégicos a las autoridades de elección popular.
“Estamos trabajando en coordinación con las autoridades municipales, en el arreglo de parques, dando charlas en los colegios, y con la Policía Comunitaria más cercana a la comunidad. Y es justamente eso lo que nos ha permitido tener esa denuncia ciudadana para obtener estos resultados”, comentó Hadathy.

Pero el cantón La Libertad tampoco se queda atrás. En barrios de ‘la capital económica’, como muchos le llaman, también se observa la presencia de jóvenes vendiendo sustancias sujetas a fiscalización.
Una de las zonas más conflictivas es el área de mercados, como el número 4, mariscos y sus calles aledañas, pobladas entre comerciantes, clientes y consumidores de drogas.
“Aquí la droga campea, pero no tenemos policías que vengan a controlar esto”, comentó una comerciante de mariscos, quien asegura que los robos son constantes, e incluso se han registrado varias muertes violentas por la pelea de territorio.
Pero esta problemática también es parte de las estadísticas del año pasado en toda la provincia. En mayo de 2024, en la comuna Zapotal, las Fuerzas Armadas detuvieron a un microtraficante y decomisaron marihuana, cocaína y heroína. Además, se recuperaron motocicletas reportadas como robadas; entre ellos, había menores de edad.
La Policía Nacional también reportó la aprehensión de un adolescente en el sector Zapotal por el delito de tráfico ilícito de sustancias catalogadas sujetas a fiscalización, encontrando en su poder 4,5 gramos de heroína y 19 gramos de cocaína.
La extorsión, otro delito en auge
Mientras que, en diciembre de 2024, un megaoperativo conjunto entre la Policía Nacional y el Ejército permitió la detención de 45 personas relacionadas al delito de extorsión en diferentes sectores de alta peligrosidad como El Tablazo y Anconcito. Entre los detenidos se identificó la participación de dos menores de edad, presuntamente encargados de colocar explosivos en viviendas de las víctimas.

Estos casos reflejan una tendencia preocupante en la provincia, donde los jóvenes son reclutados por organizaciones delictivas para participar en actividades relacionadas con el microtráfico y otros delitos. Las autoridades aseguran continuar trabajando en operativos y estrategias para combatir esta problemática y proteger a la juventud de Santa Elena.
Compartir: