Así operaba la red de contrabando de combustible que incluía a militares y Los Choneros
Los 16 militares detenidos en el operativo 'Estrella Verde' permitían movilizar combustibles en alianza con Los Choneros, y 142 vehículos con mercancía de contrabando cada dos meses.

Composición de fotografías divulgadas del Operativo Estrella Verde, en el que varios militares en servicio activo fueron detenidos por presuntamente conformar una rede delictiva de contrabando de combustible, el 3 de septiembre de 2025.
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Policía Nacional / Primicias
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Un mega operativo en Ecuador logró la detención de 16 militares que se sospecha participaban de una red delictiva vinculada al contrabando de combustible y crimen organizado. La intervención incluyó 19 allanamientos y se efectuó entre la Policía Nacional y la Fiscalía, durante la madrugada de este 3 de septiembre de 2025.
Operativo Estrella Verde fue el nombre que las autoridades dieron a esta intervención en las provincias de Orellana, Sucumbíos, Santo Domingo de los Tsáchilas, Chimborazo, Manabí, Los Ríos, Zamora Chinchipe, Loja, El Oro, además de Guayaquil y Quito.
24 personas fueron detenidas, incluidos 16 soldados de tropa en servicio activo. Todos por los delitos de cohecho, contrabando y tráfico ilegal de hidrocarburos de Ecuador a Perú.

El ministro del Interior, John Reimberg, informó en una rueda de prensa que el contrabando de combustible de esta red criminal causó un prejuicio de USD 20 millones al Estado ecuatoriano.
Pero ¿cómo operaba esta red y por cuánto tiempo estuvo activa en Ecuador?
El modo de operar
Según expuso Reimberg, eran militares responsables del control fronterizo de Puyango, en la frontera con Perú, los que filtraban información sobre los operativos de control para así facilitar el contrabando de combustible.
El ministro detalló que los soldados actuaban como facilitadores. "Daban información de rutas por dónde era más seguro transportar [el contrabando] sin que sean detectados. [...] No estaban todos en una sola ciudad, en una sola provincia", detalló.
De su parte, el Comandante General de la Policía, Pablo Dávila, dijo que las organizaciones criminales involucradas en este tipo de acciones se apropian, mediante la intimidación, de terrenos en donde almacenan el combustible.
"Lo que hacen es, a través de la fuerza, la intimidación, se apropian de los terrenos cercanos a donde van a operar. Les obligan [a los pobladores] a salir, los desplazan. Toman posesión y aprovechan esos lugares para almacenamiento, acopio y desde ahí empiezan la distribución", indicó Dávila.
Adicionalmente, Dávila señaló que las investigaciones por este caso iniciaron hace aproximadamente seis meses, cuando se le consultó por cuánto tiempo había operado esta red criminal de militares y un Objetivo de Intermedio Valor de Los Choneros .
La red delictiva también permitía el transporte de mercancías de Perú a Ecuador de manera ilegal, y en 'alianza' con miembros de Los Choneros.
En un comunicado, la Policía agregó que la organización estaba configurada por roles y funciones.
Obtenían beneficios económicos de manera indebida. Permitían que los contrabandistas ingresen mercancías con el uso de vehículos de carga en un estimado de 142 eventos cada dos meses, con una valoración de USD 6.500 cada transporte.
"Extraían combustible de manera ilegal, en un aproximado de 497.000 galones cada dos meses, mercancías y productos destinados para ser comercialización", detalló la Policía.
La operación era coordinada a través de llamadas telefónicas mediante una aplicación de mensajería instantánea, en las que efectuaban coordinaciones previas para evadir los controles fronterizos y nombres de efectivos de control que benefician el ingreso y salida clandestina de mercancías.
Vínculos del crimen organizado con las fuerzas públicas
Tanto el Comandante General de la Policía como el ministro del Interior descartaron que hubieran infiltrados de organizaciones criminales en las filas de las fuerzas públicas, aunque Dávila comentó lo siguiente:
"Existe el riesgo de cooptar a los miembros. Nadie está libre de esa situación. En todas las instituciones públicas, cuando un objetivo de un grupo de delincuencia organizada, pretende o intenta cometer un delito, lo que hace es reclutar, intimidar o con amenazas cooptar a ese servidor público. En este caso, servidores militares, o policiales, que tenemos muchos casos."
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