Un vendedor de autos, el ‘cabo suelto’ en la investigación por explosión en la Bahía de Guayaquil
El único detenido por el estallido en la Bahía quedó libre por falta de pruebas; y porque identificó a la persona que manejaba el vehículo que habría participado en el hecho, la noche del 3 de junio de 2025.

Varios locales de la Bahía, centro de Guayaquil, quedaron en escombros por una explosión este 4 de junio de 2025.
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AFP
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Un comerciante dedicado a la compra y venta de carros conducía el vehículo que la noche del 3 de junio de 2025 fue implicado en la explosión ocurrida en la Bahía de Guayaquil, ataque que no dejó víctimas mortales, pero sí daños en estructuras de seis locales comerciales.
El vendedor fue identificado por varios testigos, y también por Iván Michael, el único sospechoso detenido en este caso y quien quedó en libertad luego de que la Fiscalía se abstuviera de acusarlo del delito de terrorismo, que se castiga con prisión de más de 15 años.
La Fiscalía emitió a su favor un dictamen abstentivo por falta de pruebas, porque las cámaras no lo grabaron arrojando la dinamita en las calles Ayacucho y Eloy Alfaro, corazón comercial de Guayaquil, y porque Iván Michael presentó testigos que aseguraron que durante el ataque a la Bahía él se encontraba trabajando en el mercado Caraguay.
La mañana del 4 de junio de 2025, Iván Michael, de 27 años, fue detenido por un contingente de policías y militares en su domicilio, en la cooperativa Antonio Neumane, de la Isla Trinitaria, sector vía Perimetral, en medio de vecinos que miraban curiosos el operativo policial.
Hasta allá llegó el Bloque de Seguridad siguiendo la ruta de las cámaras de videovigilancia de Segura EP, que habían captado a un vehículo Nissan Sentra, de placas PUB-0742 dando custodia a la motocicleta desde la cual se habría lanzado el explosivo.

El vehículo se encontraba afuera del domicilio de Iván Michael y las llaves en poder de su esposa Annery Romina Ch. Q., quien declaró que las había recibido de Nixon Eduardo G. M., un amigo de su esposo a quien le cuidaban el carro y conocían desde hace un año.
“En horas de la noche llegó un amigo de la Caraguay, el señor Nixon Eduardo G. M., lo conozco porque es amigo de nosotros, me entregó las llaves del vehículo plomo de su propiedad, lo dejó parqueado fuera de mi casa”, contó Annery Romina, a quien la Fiscalía interrogó:
- Diga la que declara en qué circunstancias conoce al señor Nixon Eduardo.
- Sé que es amigo de mi esposo.
- Diga la que declara por qué motivo dejó el vehículo el señor Nixon Eduardo fuera de su domicilio.
- La verdad, por reiteradas ocasiones lo sabe llevar y después lo retira una señora que no sé el nombre, ha sido dos o tres veces, por rato, o mediodía, y luego pasa una señora a retirarlo, yo le doy las llaves, mi esposo se pasa durmiendo.
Detenido identificó al conductor
En su testimonio, Iván Michael también lo identificó como el dueño del carro que buscaba la Policía porque había sido vinculado al hecho terrorista: “Al señor Nixon Eduardo lo vengo conociendo hace más de un año, por motivo de trabajo, por lo cual yo le vendía mariscos”, dijo durante el interrogatorio de la Fiscalía.
- Diga el que declara si utilizaba el vehículo que le dejaba el señor Nixon Eduardo G.M.
- No lo utilizaba
- Diga el que declara qué día le entregó por última vez las llaves del carro.
- El 3 de junio de 2025.

Nixon Eduardo G. M., vendedor de autos, de 52 años, no fue vinculado a la investigación por la explosión en la Bahía, pese a que el carro que manejaba fue ubicado por el sector dando apoyo a la motocicleta implicada. En el proceso judicial no consta que haya sido convocado a rendir su versión, pero sí se señala que “se ha emitido una orden para que se lo investigue”.
No obstante, el auto en el que llegó a la casa de Iván Michael fue decomisado al día siguiente de la explosión, para investigación. La Policía concluyó que el Nissan Sentra acompañaba a la moto y que luego del estallido ambos vehículos avanzaron hasta las calles Noguchi y Huancavilca en donde el piloto de la moto abordó el auto.
La Fiscalía llamó a rendir versión a una mujer que figuraba como dueña del Nissan Sentra, pero ella aseguró que había vendido el carro en abril de 2025 y que el nuevo dueño no había hecho el cambio de dominio. El nuevo dueño también fue llamado y declaró que vendió el vehículo en mayo de 2025 a Solón L., quien afirmó que su carro se encontraba en su domicilio, en Durán.
Así la Policía concluyó que el vehículo Nissan Sentra PUB-0742, hallado fuera de la casa del detenido por la bomba en la Bahía, había circulado con placas adulteradas y que había sufrido “severos daños en su superficie”, mientras en su declaración, Iván Michael aseguró que por cuatro ocasiones guardó el carro de Nixon Eduardo, quien le pagó USD 20.

Comerciante de autos
Nixon Eduardo, quien posee desde 2008 un RUC del Servicio de Rentas Internas para comercializar autos nuevos y usados, no ha sido convocado por su participación en este caso, pese a que en los registros de la función judicial acumula 31 procesos en su contra desde 1999 hasta 2025.
En 1999 fue procesado por estafa, en 2001 por delitos contra la vida, en 2009 por deudas bancarias, en 2009 por estafa, en 2011 por alimentos, en 2013 por estafa y robo, en 2014 por estafa, en 2015 por deudas, en 2016 por insolvencia y terminación de contrato, en 2017 por estafa y cobros de dinero, en 2017 por estafa, en 2019 por pago de haberes.
Nixon Eduardo registra cuatro investigaciones archivadas, dos en 2019 y dos en 2022. Este año, el 30 de julio de 2025, casi dos meses después de la explosión en la bahía, su nombre se incluyó en una investigación en la que fue vinculado por el delito de tráfico ilícito de sustancias catalogadas sujetas a fiscalización.
Ocurrió cuando la Policía realizaba un operativo antinarcóticos en la vía La Bonita, en el sector de ingreso a Ipuerán, una parroquia del cantón Tulcán, en Carchi. A las 05:30 los agentes detuvieron a un vehículo tipo jeep Nissan modelo X-Trail, con placas PBV-4233, conducido por Jonathan Paúl M. A. que levantó sospechas en su estructura.
“Por la oscuridad del sector y falta de alumbrado público, el automotor fue trasladado hasta la jefatura de Investigación Antidrogas de la Subzona de Carchi con la finalidad de ejecutar una inspección antinarcóticos con apoyo de nuestros ejemplares caninos Ciro y Zeus”.
Informe policial
Ciro dio la primera alerta para indicar que debajo del asiento del conductor había algo sospechoso, mientras que Zeus confirmó que, efectivamente, su olfato detectaba una sustancia positiva para cocaína. Enseguida, la Policía utilizó un escáner que revelaba imágenes de paquetes en forma rectangular.
“Posterior se efectúa una inspección minuciosa, encontrando un total de tres caletas, la primera debajo del asiento del conductor, la segunda en la parte del piso del copiloto y una tercera en la parte posterior del guarda equipaje”, señala el informe policial.

En total se halló 176 bloques de cocaína, 36 en el primer sitio, 36 en el segundo y 104 en el tercero. El peso bruto alcanzaba los 204.004 gramos, es decir 204 kilos, que tenían logotipos de Ford, Mitsubishi y X6M.
Con esta evidencia el conductor del carro, Jonathan Paúl M. A., de 30 años, quedó detenido y en su versión, en la audiencia de formulación de cargos, declaró que “Nixon Eduardo G. M. fue quien le entregó el vehículo que contenía la sustancia a fin de que le dé llevando hasta Guayaquil, ya que Nixon se dedica a comercializar carros y no podía llevarlo él porque tenía unas diligencias que hacer en Ipiales, Colombia”.
Además, el detenido afirmó que el vehículo debía ser entregado a Steven Fernando I. Z. Con estos elementos, la Fiscalía decidió vincular en el caso a Nixon Eduardo y a Steven Fernando “por existir graves presunciones de su participación en el delito que se investiga”.
Secuestrado, vivo o muerto
En la audiencia de vinculación, el 10 de septiembre de 2025, el abogado Hugo Gavica, hermano de Nixon Eduardo, declaró que su defendido se encuentra secuestrado desde noviembre de 2024. “Hasta la fecha presumimos que se encuentra sin vida”, dijo ante los jueces.
El secuestro de Nixon Eduardo se denunció el 12 de noviembre de 2024. Ahí se mencionó que el hecho ocurrió de forma violenta, en el sector de la Casuarina, en el noroeste de Guayaquil. Al menos ocho hombres en motocicletas y encapuchados, gritando que eran policías, tumbaron la puerta de una vivienda y se llevaron a Nixon Eduardo.
Sus familiares relataron a Teleamazonas que los secuestradores pidieron USD 50.000 para liberarlo, pero luego bajaron la cantidad a USD 20.000 hasta quedar finalmente en USD 5.000. Sin embargo, no lo liberaron y la familia perdió contacto con los raptores.
“Del mismo teléfono que él cargaba mandaron prueba de vida. Hasta el 20 de noviembre tuve contacto con ellos, desde esa fecha no hemos sabido nada, está puesta la denuncia en la Fiscalía. Ellos se pusieron molestos”, dijo una familiar de Nixon Eduardo.
En los videos de su secuestro, que se hicieron virales, se observa a los captores llevarse a Nixon Eduardo, un hombre de entre 1,65 a 1,70 metros de estatura, delgado, cabello castaño y rizado, piel blanca y con una edad promedio de 45 años.
Con estas mismas características lo definió Iván Michael, el detenido y luego liberado por la explosión en la Bahía de Guayaquil. Nixon Eduardo le pidió que le guardara el carro implicado en la bomba de la Bahía porque “no quería llegar a su domicilio en aquel vehículo, por motivo que su señora lo había visto con otra mujer”.
Secuestrado o libre, muerto o vivo, los jueces acogieron el pedido de la Fiscalía para la vinculación de Nixon Eduardo y dictaron prisión preventiva en su contra, “para lo cual se deberá girar la correspondiente boleta de encarcelación. Ofíciese a la Policía Judicial para su captura”.
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