Rumores de un paro nacional provocaron pérdidas en el principal mercado de Ambato
Más del 50% de productores, comerciantes e introductores no acudieron al Mercado Mayorista de Ambato, por el temor de paralizaciones de transportistas en rechazo a la eliminación del subsidio.

Pasillos vacíos en el Mercado Mayorista de Ambato, el lunes 15 de septiembre, debido a la ausencia de transportistas y comerciantes por temor a un paro.
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PRIMICIAS
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Redacción Primicias
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La eliminación del subsidio al diésel alteró la mayor feria en Ambato, provincia de Tungurahua. Miles de camiones cargados con hortalizas, frutas, tubérculos y legumbres llegan desde la Costa, Sierra y el Oriente para abastecer al país desde el Mercado Mayorista, considerado el más grande e importante del Ecuador. Pero, este 15 de septiembre, el bullicio característico se desvaneció.
Aunque en las vías de Tungurahua, Pastaza y Chimborazo en la Zona Central, no se reportaron bloqueos, el rumor de un paro por la eliminación del subsidio al diésel convirtió un día de movimiento en una jornada atípica, marcada por la ausencia de más de la mitad de los comerciantes y transportistas.
Alcides Quinatoa, gerente del Mercado Mayorista de Ambato, calculó que la reducción de la actividad dejó pérdidas superiores a los USD 2 millones.
“Normalmente, recibimos entre 3.200 y 5.500 transportistas un lunes, pero hoy al menos el 50 % no llegó. El temor por quedar varados con el producto pesó más que el comercio”, explicó.
Productos perecibles como la fresa y la mora, que deben salir de inmediato, quedaron en los terrenos o se remataron en las pocas transacciones que se concretaron. “Todos —productores, introductores y comerciantes— terminamos afectados”, insistió Quinatoa.

Productores golpeados por la falta de compradores
Entre los pasillos del Mayorista, la queja fue común: las ventas se redujeron a la mitad. María Paredes, productora de mora de Tisaleo, llegó con 15 canastos de fruta y apenas pudo colocar cinco.
“Siempre traemos todo con sacrificio. Hoy nos tocó regalar, a precios muy bajos, parte de la carga, porque si regresa a la casa ya no sirve. Así no se puede trabajar, nos dejan en la ruina al paralizar el país”, lamentó.
Lo mismo vivió Luis Yanchatipán, agricultor de Pilahuín, parroquia del sur de Ambato, quien transportó un camión de zanahoria y cebolla.
“Casi no había clientes. Los pocos que vinieron aprovecharon para pagar menos, porque sabían que si no vendíamos se dañaba la mercadería. Perdimos más de la mitad del viaje”, contó con resignación.
Estas experiencias se repitieron en decenas de puestos.

Una feria adelantada en Santa Clara
Mientras el Mayorista padecía, en la Plaza Santa Clara, otro de los centros importantes de abasto en Ambato, el movimiento se adelantó a la madrugada del domingo 14 de septiembre.
Allí, los 64 adjudicatarios permanentes y cerca de 500 agricultores transitorios prefirieron despachar sus productos cuanto antes, temiendo que el lunes amaneciera con carreteras bloqueadas.
Joselo Caiza, productor que transportó un camión con coles, lechugas y culantro hacia Quevedo, advirtió esta situación.
“Pudimos salir sin problemas, pero todo el mundo está con miedo. Si bloquean las vías, ahí sí nos fregamos, porque estos productos no esperan, se pierden en horas”, dijo Caiza.
Giovanna González, administradora de la plaza, explicó que los agricultores llegan en sus propios vehículos o en transportes alquilados y venden directamente al consumidor o a mayoristas de otras provincias.
“Por eso los precios son muy accesibles y la feria arranca desde las 04:00 de la mañana”, precisó.
Analizan plan de contingencia si la paralización se agrava
Desde la administración del Mercado Mayorista y las asociaciones de productores, se trabaja ya en un plan de contingencia.
El objetivo: modificar horarios de atención para garantizar que los alimentos lleguen a los hogares del país, incluso si los bloqueos en el país se vuelven una realidad.
Quinatoa recordó que en días fuertes de feria —miércoles, viernes y domingo— ingresan entre 3.000 y 5.000 transportistas, y que el centro puede albergar hasta 15.000 personas en una sola jornada.
“No podemos arriesgarnos a que la población se quede sin abastecimiento. El plan está listo para activarse en cualquier momento”, sostuvo.

Incertidumbre y reclamos en transportistas
En Ambato, los dirigentes del transporte fueron claros: no se unieron a la paralización, aunque admitieron la presión económica que enfrentan.
Manuel Escobar, gerente de la Unión de Cooperativas de Transporte Urbano de Tungurahua, afirmó que por ahora no hay intención de suspender el servicio.
Sin embargo, advirtió que la eliminación del subsidio al diésel golpea a todos los sectores. “No es justo que trabajemos todo el día para dejar el dinero en las bombas. Ya subsidiamos los 70 centavos que subieron en el gobierno de Lenín Moreno, ahora es un dólar más. Con esto, la subida del pasaje en Ambato es urgente”, señaló.
En el transporte pesado, la posición es similar. Vinicio Freire, presidente de la Cámara de Transporte Pesado en Tungurahua, aseguró que, aunque el sector es el más afectado, no contemplan paralizarse.
“Estamos en sesión permanente y abiertos al diálogo con el Gobierno. Antes de tomar medidas extremas queremos agotar todas las instancias”, comentó.
La situación fue distinta en otras provincias. En Pichincha, Carchi, Orellana y Guayas sí se reportaron cierres viales que complicaron el tránsito y repercutió en los mercados de la Sierra central.
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