¿Busca una segunda oportunidad para residir legalmente en España? Así funciona el nuevo arraigo
El arraigo de segunda oportunidad es una forma de regularizar a las personas que tuvieron una autorización de residencia legal y la perdieron. A diferencia de otras modalidades, esta no exige una oferta laboral ni un contrato previo.

Trabajadores en un campo de arroz en Isla Mayor, cerca de Sevilla, al sur de España.
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MADRID. En España, perder los papeles no siempre es una metáfora. Para muchos extranjeros que viven con tarjetas de residencia (3,4 millones, a marzo de 2025, según el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones) la frase también significa perder su estatus legal y caer en una especie de limbo jurídico. A ese vacío se lo conoce como irregularidad sobrevenida, y hasta hace poco no existía una vía clara para salir de él. El nuevo Reglamento de Extranjería (Real Decreto 1155/2024), sin embargo, incorporó una figura creada precisamente para quienes cayeron en ese limbo: el arraigo de segunda oportunidad.
“El nuevo reglamento vino a reemplazar el antiguo arraigo laboral con esta figura”, explica el abogado Diego Bonil, experto en extranjería. “Ya no existe el arraigo laboral, lo que hace ahora la ley es brindar una especie de compensación a aquella persona que tuvo una residencia y la perdió”.
El arraigo de segunda oportunidad es una de las novedades más significativas del nuevo reglamento. Su propósito es ofrecer una forma de regularización a las personas que tuvieron una autorización de residencia legal y la perdieron, generalmente por causas administrativas o de tiempo, no por delitos ni sanciones graves.
"Lo que busca esta figura es traer a la regularidad a alguien que ya tenía un permiso de trabajo o residencia Es decir, que pueda volver a regularizarse sin empezar desde cero”.
Diego Bonil, experto en extranjería
A diferencia de otras modalidades, esta no exige una oferta laboral ni un contrato previo: la autorización lleva aparejado el derecho a trabajar por cuenta propia o ajena, sin limitaciones de ocupación ni de territorio.
Las condiciones para lograr el arraigo
Para acceder al arraigo de segunda oportunidad, el solicitante debe demostrar que ha vivido en España de forma continuada durante al menos dos años antes de presentar la solicitud. Se permiten ausencias no superiores a 90 días naturales en un periodo de dos años. Natalia Patriarca, otra abogada experta en extranjería, detalla las pruebas aceptadas para el trámite. “Para demostrar la permanencia se puede presentar el abono transporte, certificados médicos, padrones antiguos, comprobantes de trámites o resoluciones, cuenta bancaria, etc.”.
La clave para conseguir papeles por esta vía es que la autorización de residencia anterior hubiera sido susceptible de renovación o prórroga. Bonil precisa que la norma está diseñada para “la persona que perdió los papeles por no renovar a tiempo o por no cumplir algún requisito formal, no por causas graves o sanciones”.
Uno de los requisitos exigidos es presentar el certificado de carecer Antecedentes Penales por delitos previstos en el ordenamiento español o del país donde se haya residido los últimos 5 años con anterioridad a la fecha de entrada a España debidamente legalizados y traducidos de ser necesario.

Si la residencia anterior se extinguió por orden público, seguridad o salud pública, el acceso queda bloqueado, salvo que exista una sentencia absolutoria o sobreseimiento que descarte esas razones.
Tampoco se admite si la persona obtuvo su residencia previa mediante otro arraigo (social, familiar o sociolaboral), ni si ha estado fuera de España desde la pérdida de su tarjeta.
“De ninguna manera puede aplicar quien se fue del país”, subraya Bonil. “Porque el requisito es haber tenido una residencia en España en los dos años inmediatamente anteriores y haber estado viviendo en España durante ese período”.
En otras palabras, este arraigo está pensado para quienes se quedaron en España tras perder sus documentos, no para quienes los perdieron y se marcharon. El arraigo de segunda oportunidad es una herramienta de reparación administrativa. Permite que quienes ya contribuyeron al sistema —y lo siguen haciendo, aunque sin papeles— puedan reincorporarse al sistema.
A quiénes les sirve (y a quiénes no)
El perfil típico incluye a personas que tenían una residencia no lucrativa, una tarjeta comunitaria, o un permiso de alta cualificación y, por diversos motivos, no lograron renovarlo. “Piense en alguien que vino con residencia por reagrupación y perdió los papeles, explica Bonil.
Los estudiantes que entraron en España y se quedaron no pueden acogerse a este tipo de arraigo, ya que su estancia no se considera residencia legal. Tampoco quienes ya regularizaron su situación mediante otro arraigo: “Si yo vengo de un arraigo, cualquiera de estas modalidades, no puedo acogerme a la segunda oportunidad”, puntualiza el abogado.
A pesar de su nombre prometedor, Bonil reconoce que el arraigo de segunda oportunidad no es una figura muy usada. “La mayoría de las personas migrantes rara vez pierden los papeles. El migrante suele ser muy cuidadoso y no deja perder su residencia”, comenta.
Un nuevo mapa del arraigo
El arraigo de segunda oportunidad se inscribe dentro de una reconfiguración más amplia del régimen de extranjería, que reorganiza las autorizaciones de residencia temporal por circunstancias excepcionales.
- El arraigo social sigue siendo el más habitual y se otorga a quienes han tejido vínculos familiares o comunitarios sólidos.
- El arraigo sociolaboral se orienta a quienes pueden demostrar un empleo formal reciente.
- El arraigo familiar amplía su alcance a los familiares de ciudadanos europeos o de personas con discapacidad.
- Y el arraigo socioformativo, una de las incorporaciones más recientes, permite estudiar y trabajar a la vez en actividades de formación profesional o bachillerato.
Todas comparten una mejora fundamental: el tiempo mínimo de permanencia exigido se reduce de tres a dos años, y en casi todas las modalidades se permite trabajar desde el primer día.
Tres vías menos conocidas para recuperar los papeles en España
Más allá del nuevo arraigo de segunda oportunidad, existen otros mecanismos que permiten a personas migrantes recuperar su residencia o permiso de trabajo en España. Son caminos específicos, con requisitos distintos, pero que comparten un objetivo: volver a la legalidad sin empezar desde cero.
1. Permiso por retorno voluntario
Aplica a quienes se acogieron al programa de retorno voluntario y cumplieron con el compromiso de permanecer fuera del país el tiempo exigido. Estas personas pueden recuperar su permiso de trabajo si cuentan con una oferta laboral en España.
2. Recuperación de la residencia de larga duración
Destinada a quienes tuvieron una residencia de larga duración (cinco años) y la perdieron al salir del país. El trámite se realiza desde el consulado y, a diferencia de otras vías, no exige oferta de trabajo previa.
3. Régimen preferente para hijos de españoles o residentes legales
Pensado para descendientes de ciudadanos españoles o de residentes legales. Si hay una oferta de trabajo —por ejemplo, gestionada por el empleador de la madre o el padre residente— el solicitante puede tramitar una visa desde su país y acceder directamente a un permiso de residencia y trabajo en España.
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