Crisis en la Universidad Agraria de Guayaquil: Docentes, en huelga de hambre e inicio de clases es incierto

Con máscaras blancas y negras en sus rostros, un centenar de docentes y empleados de la Universidad Agraria del Ecuador inició este 7 de mayo una huelga de hambre indefinida para reclamar la destitución de la rectora Tamara Borodulipa por supuestas irregularidades.

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El personal se concentró previamente en el auditorio de la universidad, a pocos metros del despacho del rectorado, y dio su respaldo al Consejo Universitario, que señaló el incumplimiento de la rectora a las decisiones aprobadas por este máximo órgano académico. 

“Estamos paralizados completamente. La autoridad ejecutiva (rectora) no cumple las disposiciones del Consejo Universitario, hace caso omiso a las decisiones, inicia procesos de contratación mientras aún no se firma los contratos de los docentes ocasionales”, afirmó Javier Del Cioppo, vicerrector de la Agraria.

“La universidad se ha puesto en pie de lucha para transparentar todos los procesos que están afectando a la comunidad educativa y que impiden dar una atención de calidad”.

Javier Del Cioppo, vicerrector de la Universidad Agraria.

En los últimos tres meses -añadió- el personal ha constatado la presencia de guardias armados que llegaron con la aceptación del rectorado, además ha sido víctima de amenazas e intimidaciones por parte de un asesor externo de la rectora.

“Se escucha, la Agraria está de lucha”, “Fuera Tamara, fuera” y “No somos 20, somos 400”, eran las consignas que pregonaban los docentes y empleados de la universidad dentro del auditorio.

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“Cada vez somos más los que se están sumando a esta lucha, gracias, compañeros, gracias por estar aquí, profesores titulares y ocasionales”, comentó un maestro mientras que otro docente, Ahmed El Salons, invitó a todos a unirse a la huelga de hambre.

“Vamos a iniciar una huelga de hambre indefinida hasta que logre justicia y se logre lo que la comunidad educativa está pidiendo”, indicó el educador mientras otro maestro recalcaba que “se agotarán todas las instancias para la revocatoria del mandato de la rectora”.

Una crisis que afecta a 5.000 alumnos

El conflicto que vive esta universidad repercute en los 5.000 alumnos que se educan en las nueve carreras que oferta la Agraria, seis presenciales y tres virtuales, y que maneja un presupuesto de USD 17 millones.

El Consejo Universitario resolvió la semana pasada que las actividades académicas se retomarían el 12 de mayo, luego de que se suspendieron en dos ocasiones, pues estaban previstas para el 21 de abril y luego se postergaron para el 28 de abril.

No obstante, la fecha de inicio de clases es incierta debido al conflicto actual, y además porque los profesores ocasionales no han firmado contrato todavía y porque las contrataciones para el mantenimiento y pintada de la infraestructura académica aún no se han terminado.

“Se dio el ingreso de una empresa para la pintura de la institución, lo que llevó a que no se puedan recibir a los estudiantes. Los decanos han pedido mejoramiento de la infraestructura tecnológica, hasta la fecha hay un alto porcentaje de aulas que no cuentan con infraestructura”, informó Del Cioppo.

El decano de Ciencias Agrarias, Álex Ibarra, respaldó al vicerrector y agregó que en la actual administración de la rectora se observó el ingreso de personal que cobraba su remuneración sin evidenciar un trabajo. “Vamos a tomar la medida de la huelga de hambre. Docentes, personal administrativo y de servicio, porque no vemos resultados”, comentó.

Terminada la reunión en el auditorio, el personal se concentró en las escalinatas del edificio principal para iniciar la huelga de hambre indefinida. Sentados en los escalones, todos gritaron consignas pidiendo la intervención del CES en la universidad.

“En los 30 años que tengo de trabajo en esta institución nunca se había vivido lo que está pasando, peor una huelga de hambre. A mí, personalmente, el asesor de la rectora me amenazó con despedirme si apoyaba las protestas”.

Secretaria de la universidad

PRIMICIAS solicitó una entrevista a la rectora Tamara Borodulipa, quien atendía en el despacho del rectorado, pero su secretaria dijo que, por el momento, la autoridad no podía atender a la prensa y que oportunamente se convocaría a los medios de comunicación.