Apenas 52 contratos consiguió firmar el IESS durante tres meses de emergencia para combatir la falta de medicinas e insumos
A pesar de que el IESS extendió su emergencia por un mes, en ese tiempo la entidad no logró firmar ni un solo contrato nuevo, en medio de las tensiones por la salida del director administrativo que dejó Edgar Lama. De un presupuesto de USD 96 millones, se ejecutaron solo USD 14,3 millones.

Ingreso principal del Hospital Carlos Andrade Marín, en el centro de Quito, 12 de diciembre de 2025.
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La emergencia que el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) declaró para solucionar el grave problema de abastecimiento que enfrentan sus unidades médicas cerró el 25 de diciembre de 2025 sin resultados alentadores.
Tras 90 días de vigencia de la emergencia, el IESS apenas logró concretar 52 contratos, que suman USD 14,3 millones, una ejecución mínima frente a lo que se esperaba.
El IESS había asignado un presupuesto de USD 96 millones para la emergencia, de acuerdo con el informe de necesidad que sustentó la declaratoria. Esa institución buscaba comprar 196 tipos de medicamentos y 488 dispositivos médicos, pues el desabastecimiento en sus unidades médicas estaba ya en niveles críticos.
Pero la emergencia, que permite adjudicar contratos directamente y sin procesos competitivos, resultó infructuosa e insuficiente. El IESS apenas consiguió firmar 52 contratos: 24 corresponden a dispositivos e insumos médicos, y 28 a medicamentos.
Todos estos contratos fueron firmados antes de que concluyera la primera etapa de la emergencia, que duró 60 días y antes de la salida de Edgar Lama de la presidencia del Consejo Directivo del IESS. Después del 26 de noviembre de 2025, a pesar de que la emergencia seguía vigente, no se logró adjudicar ni un contrato más, en medio de un reacomodo administrativo de la institución.
Lo que se logró comprar
Dentro de los contratos que el IESS sí logró firmar están importantes medicamentos de uso común en los hospitales, que tenían bajísimo stock. Entre ellos está por ejemplo la atorvastatina, para el tratamiento de la hipertensión, y el levetiracetam, un anticonvulsionante de uso en emergencias. También se firmaron contratos para algunos medicamentos oncológicos, como el rituximab, el bevacizumab y la bendamustina.
Pero no logró contratos para otros medicamentos ampliamente usados y que encabezaban la lista de necesidades del IESS. Entre ellos están la metformina (para el tratamiento de la diabetes), la simvastatina (para reducir el colesterol en la sangre), la amlodipina (para la hipertensión), la gabapentina (para el dolor neuropático) y el ácido valproico (para la epilepsia y casos de migraña). Tampoco consiguió comprar insulina glarina (acción prolongada).
En cuanto a los dispositivos médicos, el IESS consiguió adquirir resucitadores neonatales, algunas variedades de catéteres y sondas, pruebas rápidas y gasas. Pero faltan jeringas, guantes, apósitos, bajalenguas, llaves de acceso, microgoteros y otros.
En total, 23 proveedores recibieron contratos dentro de esta emergencia. La mayor beneficiaria es la empresa Oftalvis S.A., que pertenece al grupo Difare, que fue adjudicada con 10 contratos, que suman USD 7,3 millones.
Un mes sin contratos
El último contrato firmado en el marco de la emergencia tiene fecha 24 de noviembre de 2025. Para esa fecha, Edgar Lama ya había anunciado su salida de la presidencia del Consejo Directivo del IESS, aunque se mantuvo en ese cargo hasta el 26 de noviembre, según consta en su declaración patrimonial en la Contraloría.
Es decir, después de la salida de Lama, no se logró concretar ningún contrato, a pesar de que la emergencia estuvo vigente hasta el 25 de diciembre de 2025. Esto respondió a un reacomodo de fuerzas dentro de la institución que se dio tras la salida de Lama y la entrada de su reemplazo, Bernardo Cordovez, quien venía ejerciendo la gerencia general del Biess.
Ya bajo el mando de Cordovez, comenzaron los primeros movimientos. El principal fue la salida de Francisco Abad Guerra, quien se desempeñaba como director general del IESS y es quien firmó los contratos de la emergencia. Abad dejó el cargo el 12 de diciembre, junto con su subdirectora, Carolina Molina.
En su reemplazo fueron designados Marco Maldonado y Jorge Villarroel, para director general y subdirector, respectivamente. Ambos vienen de trabajar en la Presidencia de la República en el actual Gobierno.
Maldonado fue subsecretario general de Acción Estratégica entre agosto y el 12 de diciembre de 2025, cuando dejó ese cargo para un día después asumir la dirección general del IESS. Mientras que Villarroel fue subsecretario de Articulación y Gestión Sectorial entre septiembre y noviembre de 2025, cuando pasó a trabajar en el Biess con Cordovez como subgerente de Crédito, y de ahí pasó a ser asesor de la vocalía de Cordovez en el IESS, y luego subdirector desde el 13 de diciembre.
Ambas subsecretarías son subdivisiones de la Secretaría General de la Administración Pública, que está a cargo de Cynthia Gellibert desde agosto de 2024.
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