El Pase del Niño Viajero en Cuenca reúne a miles de devotos este 24 de diciembre de 2025
Con carros alegóricos, niños revestidos de personajes bíblicos o con trajes típicos, en medio de villancicos, danza y otras expresiones de fe, en Cuenca se desarrolla el tradicional Pase del Niño Viajero.

Inicio del Pase del Niño Viajero, en la calle Simón Bolívar, en el centro de Cuenca, el 24 de diciembre de 2025.
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Arquidiócesis de Cuenca
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Con una misa en la Catedral de La Inmaculada inició el Pase del Niño Viajero en Cuenca, este miércoles 24 de diciembre de 2025, mientras miles de personas de todas las edades, revestidas con los trajes de personajes bíblicos y típicos de Ecuador, se concentraban en la calle Simón Bolívar.
Desde la noche del martes, decenas de carros alegóricos ya se ubicaron en la calle Baltazara de Calderón y en la avenida Tres de Noviembre. A las 10:30 de este 24 de diciembre, la imagen del Niño Viajero, que lleva un vestido azul, llegó hasta el parque de San Sebastián, en el centro de Cuenca.
La imagen fue recibida entre aplausos, cantos y pétalos de flores. En medio de un potente sol, inició la pasada, con el desfile de los carros alegóricos, que están cargados de decoraciones.

Pero los protagonistas del Pase del Niño Viajero son las personas, principalmente los niños, que se visten de María y José, ángeles, pastores, cholos y cholas cuencanas, otavaleños, mayorales. Incluso, en los últimos años, hay menores que salen con trajes de sus superhéroes favoritos, como Spiderman.
El Pase del Niño Viajero es una tradición que inició en 1961. La imagen, que mide 30 centímetros y tiene casi 200 años de antigüedad, despierta una gran devoción en Cuenca. Para este año, se espera la asistencia de entre 80.000 y 100.000 personas.

Desde meses atrás, los fieles se preparan para la gran pasada. Hay familias que, año tras año, preparan coreografías o enormes carros alegóricos, que son algunos de los atractivos de quienes asisten al Pase.
En medio del sol, los devotos danzan sin pausa por la calle Simón Bolívar. De fondo, suenan los clásicos villancicos, como aquel que dice 'No sé niño hermoso que he visto yo en ti' o 'Claves y rosas, la cuna adornan, en tanto que un ángel meciéndole está'...
Mientras avanzan por la calle Bolívar, los asistentes pueden disfrutar de la tradicional chicha de jora. Este año, la familia Pulla, que desde hace más de 20 años se encarga de elaborar la tradicional bebida, repartirá 1.000 litros entre los presentes.
Mientras que Carmela Llivipuma Pulla y su familia prepararon el pan que también se distribuye en el Pase del Niño Viajero.
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