Quemaduras por pirotecnia provocan un aumento de hasta 70 % de pacientes en el Hospital Luis Vernaza de Guayaquil

La Unidad de Quemados del Hospital Luis Vernaza registra cada fin de año un repunte significativo de pacientes con lesiones graves, principalmente causadas por pirotecnia, fuego y explosiones asociadas la quema de monigotes, advirtió Cristina Almeida, jefa de la unidad del hospital.

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“En estas fechas siempre tenemos un aumento de pacientes por pirotecnia. Ya no son solo quemaduras por flama, sino lesiones que provocan amputaciones y secuelas para toda la vida”, señaló la especialista durante una jornada informativa por fin de año.

Según explicó Almeida, el hospital —que funciona como centro de referencia para toda la región Costa— atiende principalmente a pacientes con lesiones superiores al 20 % de la superficie corporal, quemaduras de tercer grado y casos complejos que requieren hospitalización inmediata.

Niños, las principales víctimas

Aunque la Unidad de Quemados del Vernaza atiende solo a adultos, los médicos advierten que los niños siguen siendo el grupo más afectado en estas fechas.

“Aproximadamente el 70 % de las quemaduras por pirotecnia ocurren en niños, porque son los adultos quienes compran y permiten que manipulen estos productos”.

Cristina Almeida, jefa de la Unidad de Quemados del Hospital Luis Vernaza

La médica insistió en que la prevención comienza en casa. “No comprarlos. ¿Por qué comprar algo que puede causar amputaciones o lesiones permanentes solo por unos segundos de juego?”, cuestionó.

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Las quemaduras en manos, rostro y genitales, explicó, son consideradas graves y requieren hospitalización, incluso si la superficie afectada parece pequeña.

Remedios caseros agravan las lesiones

Otro de los problemas frecuentes es la aplicación de remedios caseros tras una quemadura. “Nos llegan pacientes con mostaza, aceite, clara de huevo. Eso no se debe hacer”, advirtió Almeida.

La recomendación médica es enfriar la zona afectada con agua corriente durante 10 a 15 minutos. “Si el tejido sigue caliente, la quemadura se profundiza. Algo superficial puede terminar en un injerto de piel”, explicó.

Aumento de casos entre Navidad y Año Nuevo

Angélica Cedeño, cirujana plástica de la Unidad de Quemados del Hospital Luis Vernaza, detalló que en diciembre el número de pacientes quemados puede incrementarse entre un 50 % y un 70 %, especialmente desde la última semana del mes hasta los primeros días de enero, cuando se intensifica la quema de monigotes y el uso de fuegos artificiales.

“Para que ocurra un accidente basta un segundo. Un descuido, una explosión, y la persona puede quedar mutilada de por vida”.

Angélica Cedeño, cirujana plástica de la Unidad de Quemados del Hospital Luis Vernaza

Cedeño explicó que las quemaduras más complejas son las eléctricas y las causadas por explosiones de fuegos artificiales, ya que suelen provocar amputaciones, lesiones funcionales y secuelas psicológicas.

Quemaduras dejan secuelas de por vida

Las especialistas recordaron que una quemadura no termina cuando cierra la herida. “Un paciente quemado puede requerir seguimiento médico entre nueve meses y dos años, por cicatrices, retracciones y limitaciones funcionales”, explicó Cedeño.

El Hospital Luis Vernaza, ubicado en el centro de Guayaquil, mantiene un promedio de atención mensual de 12 pacientes quemados, cifra que puede aumentar según las derivaciones de otras casas de salud del IESS o del Ministerio de Salud Pública.

Ambas médicas coincidieron en un mensaje central: la mayoría de estas lesiones es evitable. “Por un momento de celebración, una persona puede quedar marcada de por vida. La prevención es responsabilidad de los adultos”, concluyó Almeida.