De Madrid a Ecuador: la radio con acento tricolor que une a los migrantes en España
Migrantes ecuatorianos lograron entrar a la radiodifusión española y ofrecen radios con acento ecuatoriano. Es, además de su forma de ganarse la vida, una manera de conectar, de no olvidar las raíces y recordar.

La ecuatoriana Silvia Cachago, en la cabina de su radio Ecuatoriana FM, que opera en Madrid.
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MADRID. Silvia Cachago llegó a España en los años 80, cuando el sucre valía más que la misma peseta. La inmigración de los ecuatorianos era prácticamente nula. Los pocos connacionales que habían se reunían en las oficinas de la Embajada de Ecuador y se conocían entre ellos. Eran, sobre todo, estudiantes como Silvia que ya era obstetriz y había llegado con la aspiración de especializarse en alguna rama de medicina. Pero la vida le fue acercando a los micrófonos de la radio. Empezó a hacer un programa de música ecuatoriana en una radio española. Se llamaba Cantares Ecuatorianos y fue una forma de calmar la nostalgia como lo cuenta ella misma. “No había música ecuatoriana aquí; había una radio que se llamaba Pueblo Nuevo, pero no era de todos los países, y nosotros empezábamos a echar en falta un pasillo, un yaraví, un conocimiento de música tradicional ecuatoriana”.
Las voces con distintos acentos llegaron a la radio al inicio del 2000. Eran las conocidas como radios latinas que surgieron para hacer frente a las radios generalistas que ofrecían una representación "bastante pobre" y estereotipada de su realidad, según las conclusiones de un estudio de Dialnet firmado por María Teresa Santos Diez y Jesús Ángel Pérez Dasilva. La creación de medios propios de comunicación obedece a la necesidad de sentirse identificados, informados, entretenidos e integrados. Algunas radios fueron impulsadas por asociaciones para el fomento de la integración, otras por empresarios de radios generalistas que reorientaron su estrategia, y otras por iniciativas del propio colectivo como Mega Latina, Aire Latino, Fiesta FM, Radio Tropical, Radio Sensación, Ecuatoriana FM.
La ex estudiante de medicina, que ahora tiene 63 años, es la fundadora de esta última radio. El éxito alcanzado con el programa de música ecuatoriana le llevó a buscar un espacio propio. Para eso, por más extraño que suene, bastaba con pedirle a un técnico que buscara una frecuencia libre y conseguir los equipos de emisión. Los recién llegados al espectro radioeléctrico de España aprendieron pronto e invirtieron en antenas y torres de trasmisión como una forma de ganarse la vida. “Ecuatoriana FM opera aprovechando un vacío legal, usando una frecuencia que no estaba siendo utilizada por nadie, pero tampoco pertenecía a nadie”, cuenta Silvia que ocupa hace 21 años la frecuencia 88.4.
Fin del franquismo, oportunidad para la información
Para entender esto hay que remontarse al final del franquismo en España. En octubre de 1977, la liberalización de la información reconfigura la realidad de la radio. Las emisoras dejan de estar obligadas a conectar con Radio Nacional de España y surge una multitud de espacios informativos. La libertad de información se consolida con la aprobación de la Constitución Española de 1978, que establece en su articulado que se protejan los derechos a comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión. Muchas organizaciones o asociaciones sociales se apropiaron de algunas frecuencias, y luego fue muy difícil despojarles de sus canales de comunicación, precisamente por la llegada de la democracia.
Las comunidades autónomas, por la descentralización del Estado español, son las responsables de sacar a concurso las nuevas licencias de radio y los interesados deben cumplir con unos requisitos mínimos, como emitir al menos 12 horas diarias. La última vez que Silvia Cachago buscó una frecuencia para su radio fue en 2006 y no se ha vuelto a hacer una concesión de diales en la Comunidad de Madrid desde entonces. Esto ha llevado a que las radios latinas operen en diales "libres" o "vacíos", como indica Álvaro Hérnández, un veterano de la radio latina en España. “La mitad de las radios en España no tiene licencia y las emisoras que se dirigen a los migrantes funcionan de forma “alegal”, esto es que no son ni legales ni ilegales.
Ecuashyri, otra emisora seguida por los ecuatorianos, funciona desde 2015 en el dial 103.7. Antes era una radio colombiana llamada Activa Europa, pero se transformó. Su propietario, Marcelo Cruz, explica que los diales en España han sido utilizados por "costumbre ante la ley". “La gente se quedó con los diales libres, y las autoridades lo único que dicen es: ‘Mira, puedes usarlo, no molestes al vecino de al lado y ya está’. Entonces, nos toca llevar como quien dice un un respeto entre nosotros para que no intervenga (la dirección general de) telecomunicaciones. Entonces empieza a funcionar la costumbre ante la ley”.

El nombre de esta radio resulta familiar para los migrantes porque usa el mismo nombre de una radio quiteña muy querida. Marcelo, además, consiguió el permiso para usar el nombre y la voz mítica de su locutor, Patricio Toro. Eso le ha permitido conectar mejor en menos tiempo.
Marcelo, de 45 años, tiene más presentes los costes de operación de su radio. Invirtió unos 300.000 euros en equipos técnicos para transmitir. Actualmente, Ecuashyri cuenta con un equipo de 23 personas y ofrecen una programación propia desde las siete de la mañana hasta las 11 de la noche, de lunes a viernes, siendo una de las radios latinas con mayor tiempo de emisión en vivo.
El modelo de financiación de Radio Ecuashyri es particular, ya que, más allá de la venta de publicidad, la radio "mueve" otros negocios de Marcelo y su esposa. Entre ellos se incluyen una academia de peluquería, una agencia de viajes, una fundación y un negocio de compraventa de palets. Además, venden espacios publicitarios como el resto de radiofórmulas.
Música y consultas legales, la oferta radial para los migrantes
El análisis de la programación de las radios latinas hecho por Dialnet reveló una homogeneidad en los contenidos, centrados en la proximidad, el servicio y el fomento de la integración. El poder latino es el espacio más exitoso de Ecuatoriana FM, acompaña a los oyentes entre las nueve de la mañana hasta las dos de la tarde y los entretiene con efemérides, pero también con un consultorio jurídico para resolver sus dudas.
Pero es la música el contenido predominante en todas las emisoras. Aborda géneros caribeños como salsa, merengue, bachata, reguetón, vallenato y pop latino, que evocan nostalgia y forman parte de la cultura de los oyentes. También sirven como plataforma para nuevos lanzamientos de artistas latinos o reciben a rostros conocidos como Segundo Rosero que visitó hace poco Ecuashyri para anunciar su gira por España.
La parrilla incluye Magazines o espacios de larga duración que mezclan música, actualidad, entretenimiento y una fuerte participación de los oyentes a través de mensajes de whatsapp. Y por último están los informativos que cubren noticias de las capitales latinoamericanas y de los países de origen. Al final, estas radios no son solo un dial en el espectro ni un negocio improvisado para sobrevivir en Madrid. Son un pedazo de casa reproducido en frecuencia modulada, un puente para quienes llegaron con nostalgia y encontraron compañía en un pasillo, una bachata o una noticia de su país.
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