Secuelas de la crisis en la Universidad Agraria de Guayaquil: Poca inversión y obras a medio terminar

La crisis interna que, por dos meses, incluso antes, enfrentó la Universidad Agraria del Ecuador, UAE, deja como secuelas una bajísima inversión en mejoras académicas, a mitad del año fiscal, y que afecta, principalmente, la educación que reciben unos 5.000 estudiantes de Guayas.

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Una revisión de las inversiones realizadas por este centro de educación superior revela que hasta el 12 de junio de 2025 apenas se ha invertido el 7% de su presupuesto en contrataciones de obras, bienes o servicios, en relación con el monto destinado en 2024.

El año pasado, la Universidad Agraria -actualmente dirigida por un interventor designado por el Consejo de Educación Superior, CES- destinó USD 2.950.500 para la adquisición de 221 compras, según los registros del portal del Servicio Nacional de Contratación Pública, Sercop.

Entre ellas, las de mayor monto económico fueron el mantenimiento de los edificios de los campus de Guayaquil y Milagro por USD 408.423, seguida de la construcción del cerramiento del campus Jacobo Bucaram en Milagro, por USD 351.925, y en tercer lugar el mantenimiento de pintura interior y exterior de los edificios de ambas sedes, por USD 310.000.

En cambio, este año 2025, en el Sercop solamente constan como adjudicadas dos contrataciones, ambas en abril, que suman USD 197.867. La de mayor monto se dio para el servicio de seguridad y vigilancia de los directivos y de las instalaciones, por USD 132.967.

Mientras que la segunda se asignó para hacer una consultoría que permita la creación de una empresa pública adscrita a la universidad, por USD 64.900 que mejore la eficiencia administrativa.

El presupuesto de la Agraria bordea los USD 17 millones, de ellos USD 11 millones se destinan para los pagos del personal docente y administrativo, además de los gastos de funcionamiento, como agua, energía eléctrica, internet, etc.

Con los USD 6 millones restantes, la universidad diseña su plan anual de contrataciones. Sin embargo, en los últimos años, según informes de la misma institución, no se ha ejecutado la totalidad del presupuesto.

“Lamentablemente estamos en eso, estamos queriendo avanzar, pero no se ve esas situaciones”, dijo el vicerrector, Javier Del Cioppo, al ser consultado por PRIMICIAS respecto a las inversiones realizadas este año.

De las dos contrataciones de 2025, la del servicio de seguridad privada se planteó en la administración de la destituida rectora, Tamara Borodulina, como medida para “garantizar la seguridad de las instalaciones y la protección de las autoridades”.

Esto -comentó un guardia con más de 20 años de labores- pese a que el centro académico cuenta con guardias de seguridad de planta, amparados en el código del trabajo, y que tienen más de 10 años en la institución.

Sin embargo, la contratación se justificó con el argumento de que “la universidad enfrenta importantes deficiencias en su sistema de seguridad, pues el personal asignado a funciones de vigilancia no cuenta con la capacitación ni la especialización necesaria”.

“En los últimos meses se han registrado incidentes de extorsiones telefónicas dirigidas a altos directivos y situaciones que han generado incertidumbre en la comunidad administrativa. Además, las instalaciones universitarias carecen de un sistema de seguridad estructurado, lo que incrementa el riesgo de ingreso no autorizado, robos y vandalismo”, señaló la UAE.

La segunda contratación de este 2025 proponía una consultoría para la creación de una empresa pública que maneje con eficiencia los recursos que genera la universidad mediante la autogestión.

“La UAE enfrenta dificultades en la ejecución presupuestaria y en la administración de los ingresos generados por autogestión, lo que limita su capacidad para cumplir con los objetivos estratégicos planteados”.

Universidad Agraria

La problemática principal de la Agraria -según una evaluación de UAE, se concentra en cuatro áreas claves:

• Baja ejecución presupuestaria: En los últimos cierres fiscales, la UAE no ha logrado ejecutar la totalidad del presupuesto asignado por el Estado, debido a la centralización de las funciones administrativas.
• Ineficiencia en la gestión de ingresos por autogestión: La universidad genera ingresos por el alquiler de espacios físicos como los auditorios y campos experimentales, venta de cursos de educación continua y programas de capacitación, así como convenios con otras entidades para proyectos de investigación y vinculación.
• Centralización de funciones administrativas: La gestión administrativa en una sola área provoca demoras en la ejecución de proyectos. Trámites como el alquiler de espacios o la firma de convenios pueden tardar semanas, lo que genera desmotivación en clientes y socios.
• Falta de especialización en Gestión de Recursos: La UAE no cuenta con personal administrativo capacitado en áreas clave como marketing, ventas y transferencia de tecnología no puede aprovechar la infraestructura disponible como laboratorios, campos o auditorios.

En el proceso de la contratación de esta consultoría, un ícono dispuesto por el Sercop, y que simboliza una señal de alerta, palpita para advertir que está pendiente la firma del contrato y que ya se registra un incumplimiento, pues debe cumplirse máximo 15 días después de la adjudicación realizada el 4 de abril de 2025.

No está suspendida, pero sí detenida esta contratación que data de la primera semana de abril, fecha en que se visibilizaron públicamente las protestas del personal de la Agraria, a raíz de que la rectora viajó al extranjero por cinco días y no subrogó en el cargo al vicerrector, sino que dejó a su asesor jurídico externo en su despacho.

Las actuaciones del asesor José Luis Llerena provocaron el malestar interno de los docentes y empleados, quienes aseguraron que se los amenazaba con trasladarlos a otras sedes si no acataban órdenes o si no firmaban documentos de contrataciones.

Estudiantes, los más perjudicados

En medio de la crisis, que llegó a las calles y juzgados, estudiantes como Óscar Ramírez, de 19 años, tuvieron problemas para matricularse y comenzaron las clases con un mes de retraso.

“Yo no salí a protestar, pero otros compañeros sí. Ya sabíamos los problemas que venía teniendo la universidad, lo que más nos afectó fue que hicieron pausar todo en el ámbito logístico, algunos estábamos en proyectos, otros en finalización de tesis”.

Óscar Ramírez, alumno de la Facultad de Agronomía

En los pasillos de la Agraria y en las aulas, las clases se observan con normalidad. Mateo Sánchez, alumno de la Facultad de Medicina Veterinaria, almorzaba esta semana durante el tiempo de receso antes de volver a clases. Mientras, el decano de esa facultad, David Rugel, comentaba que todo está tranquilo ahora en la universidad.

“La asistencia ha sido normal, hoy en día estamos todos presencial, en todos los campos”, dijo Rugel al comentar que el personal que había sido removido por la exrectora ha vuelto a sus cargos.

Él y todo el personal docente y administrativo se encuentran a la espera de que tome posesión el nuevo interventor de la universidad, para que “ponga la casa en orden” y haga los cambios que necesita este centro superior y que han estado rezagados este año.

“Que haga inversiones en la parte tecnológica y en áreas como el mobiliario, tenemos sillas de metal del tiempo de la escuela, esas cuadradas, feas, ni las escuelas públicas las tienen. La carrera de computación presencial está en línea, porque no había cómo dar las clases en Guayaquil”,

Docente Universidad Agraria

Los transformadores de energía eléctrica, en los campos de Guayaquil y Milagro, sufren daños constantes y esto afecta el funcionamiento general de algunas áreas, comentó otro docente. “No hay computadoras, no hay laboratorios, todo está dañado”.