Tsunami en Ecuador: "Puede ser no solo una ola, sino un tren de olas... hay que mitigar riesgos”, afirma el Inocar
Las costas de las Islas Galápagos y del Ecuador Continental se encuentran en alerta para prevenir posibles daños provocados por un tsunami, tras el terremoto en Rusia.

Agentes de policía esperan la llegada de turistas que se encontraban a bordo de embarcaciones y fueron evacuados debido a una alerta de tsunami en Puerto Ayora, Isla Santa Cruz, Galápagos, el 30 de julio de 2025.
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Carlos Villalba / AFP
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Ecuador se encuentra dentro del llamado ‘Cinturón de Fuego del Pacífico’, una condición que lo vuelve -junto a países como Chile o Colombia- vulnerable a los movimientos telúricos o terremotos, que provocan tsunamis en las costas de Galápagos y de la zona continental.
Las olas pueden desplazarse por el océano a gran velocidad, dice el coordinador de la carrera de Oceanografía de la Espol, Jonathan Cedeño. “Se dan de manera rápida, a una velocidad de 700 kilómetros por hora, que es la velocidad que un avión comercial viaja por los cielos”.
Cuando se produce un terremoto, dice Cedeño, hay una red de observación, que permite trazar el progreso de la onda por todo el océano, se llama Sistema de Alerta de Tsunamis del Pacífico, que cuenta con boyas oceánicas y mareógrafos en países como Japón, Rusia, Canadá, Estados Unidos, México, Ecuador, Perú.

En Ecuador, el impacto del terremoto en Rusia puede generar olas de hasta un metro y medio, que puede crear corrientes que afecten las actividades comerciales y también la seguridad y la vida de las personas, aunque la idea no es alarmar, agrega el teniente de fragata Fernando Villacís, jefe de la División de Tsunamis en el Instituto Nacional Oceanográfico de la Armada, Inocar.
En una entrevista con PRIMICIAS, Villacís aborda el impacto que implica para el país la llegada de un tsunami como el que hoy se produce en las costas ecuatorianas.
¿Por qué un tsunami nos afecta cuando se ha producido un terremoto a tan lejana distancia, como Rusia?
Un tsumani es una onda que se crea por la perturbación de un movimiento telúrico, cobra fuerza, pueden ser tsunamis locales o externos, en este caso fue en las costas de Kamchatka, Rusia, este movimiento que es el choque de las placas tectónicas crea una perturbación en el agua, es como que en una taza de café, usted tira un objeto y crea hondas, es lo mismo, se crea ese movimiento, esa fuerza, esa honda que se expande por todo el océano.
¿Y esa onda arrasa con todo?
Obviamente, eso afecta a todo lo que encuentra a su paso. Ecuador está en el Océano Pacífico, nuestro primer punto de impacto son las islas Galápagos y luego la parte continental.
¿Cómo se puede monitorear esta ola?
Lo hacemos a través de sensores, unas boyas que cesan esta perturbación en la columna de agua, cada país, cada instituto oceanográfico tiene ese tipo de boyas, entonces vamos monitoreando todas las que se encuentran en la cercanía.
¿Cuáles por ejemplo?
Primero están las de Rusia, las de Hawái y nuestro punto de análisis fue el impacto que se generaba en Hawái, posterior a eso emitimos nuestro quinto boletín con valores más reales, pero todo eso es un pronóstico, en base a un modelamiento numérico, está sujeto a cambios, pero el objetivo no es alarmar, sino ser precavidos.

Pero hay mucha gente que está alarmada.
Hay que dejar claro algo. Cuando uno escucha la palabra tsunami se imagina una ola de cinco metros, destrucción total…
Como muestran las películas, que una ola arrasa con todo
Así es, pero entiéndase, por poner un ejemplo, el sismo que tuvimos en Manabí años atrás, en 2016, eso generó una perturbación, fue un tsunami, pero por qué no impactó nuestras costas de manera tan trágica como tal vez uno pensaría que podría ocurrir, era porque en ese momento el estado de marea se encontraba en baja mar.
Los reportes del Inocar señalan olas de un metro, ¿qué tanto daño pueden hacer?
Por ponerle un ejemplo, usted puede tener una ola de un metro, está en la playa, como bañista, no pasa nada, pero si usted está en la playa con una ola de un metro ocasionada por un tsunami, esa ola no le va a permitir permanecer de pie, lo va a arrastrar porque tiene mayor energía.

Las olas normales generadas por el viento no tienen la fuerza que las producidas por un tsunami.
Si nos ponemos a comparar las olas creadas por el viento, que son superficiales, a mayor intensidad del viento el oleaje va a ser mayor. Pero en este caso, analizando el movimiento telúrico, las dos placas se chocan, eso hace un movimiento tan brusco, tan fuerte, con tanta energía que no es lo mismo que la ráfaga del viento que crea una ola. Esa es la diferencia de una ola de tsunami, con más fuerza, que la creada por el viento.
Esto implica que estamos frente a una alerta amarilla, naranja…
Los boletines que emitimos se basan en la magnitud, a la profundidad del movimiento telúrico y el estado de la marea. En base a eso podemos decir si afecta o no nuestras costas. Iniciamos con la observación, luego con la advertencia si reúne las condiciones, si vemos que hay un peligro como tal emitimos nuestro boletín de alerta, que fue el último boletín que emitimos.
No lo pensamos como una ola de destrucción masiva, pero sí para salvaguardar la vida del personal y del material de las localidades costeras del país.
¿Estamos frente a un tsunami de nivel medio, bajo o alto?
Medio por la parte insular y bajo por la parte continental. No puedo decir que no va a existir, porque va a existir la onda de tsunami, y por modelo numérico me dice que sí va a ver una perturbación en la parte insular de un metro a metro y medio, y en la parte costera de medio metro a un metro, entonces va a existir, quizás no va a ser la ola gigantesca que la ciudadanía piensa ver, pero una ola que se crea a través de un movimiento telúrico es considerada como una ola tsunami.

¿Cuántas fases hay?
Podríamos decir, el primero es el de movimiento telúrico que genera la perturbación a través del mar, luego la propagación a través del mar, y luego los puntos de impacto. La otra parte final sería ver los resultados, saber qué ocasionó, en base a eso podemos desactivar la alarma, porque considérese que puede no ser solo una ola sino un tren de olas ocasionado por el tsunami.
En este lapso, la gente no debe acercarse al mar para bañarse o realizar actividades comerciales, marinas, etc.
Exacto, se debe evitar, porque son olas cargadas de mayor energía. La sugerencia es que las embarcaciones que estén fondeadas en la bahía zarpen del área por seguridad, porque pueden ser arrastradas a la costa, el objetivo es mitigar riesgos.
¿Durante cuánto tiempo debemos estar en alerta?
Tres horas antes y tres horas después sería un buen tiempo de análisis, si vemos que en las Galápagos no crea mayor afectación podríamos decir que en la parte continental será igual. Estamos esperando ver cómo se comporta en las Galápagos.
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