Zaruma Gold Coffee, la cafetería ecuatoriana que conquista Nueva York con tigrillo y café de origen
Además del local en Long Island City, en Nueva York, Zaruma Gold Coffee ha licenciado su marca a cafeterías aliadas en Carolina del Norte y Massachusetts, donde ecuatorianas emprendedoras replican la experiencia.

Diana Aguilar posa con una taza de café en su local de Zaruma Gold Coffee, en Long Island City, en Nueva York.
- Foto
Selene Cevallos
Autor:
Actualizada:
Compartir:
Durante años, Diana Aguilar intentó posicionar el café ecuatoriano en Estados Unidos sin éxito. Fue en plena pandemia, desde un rincón de un supermercado en Brooklyn, que encontró la fórmula: sabor auténtico, tigrillo recién hecho y el apoyo de una comunidad migrante que la empujó a más.
Hoy su cafetería, Zaruma Gold Coffee, crece en Long Island City, con nuevos proyectos, menú adaptado y planes de expansión en marcha.
Todo comenzó en Dumbo, Brooklyn. En una de las zonas más exigentes de Nueva York en cuanto a café de especialidad, Diana Aguilar apostó por lo improbable: instalar una pequeña barra de café ecuatoriano dentro de un supermercado, justo cuando la ciudad apenas salía del encierro pandémico en el 2021.
Pero no fue solo el café lo que atrajo a los primeros clientes. Diana, originaria de Zaruma, aprovechó la cocina industrial del supermercado —por entonces vacía— para preparar tigrillo, bolones, humitas y hayacas los fines de semana. “Los domingos éramos llenos de ecuatorianos”, recuerda. Con el tiempo, el espacio resultó insuficiente y dejaron de vender comida en Brooklyn.

La solución fue migrar. En 2023 abrió una nueva sede en Long Island City, un barrio más accesible para la comunidad ecuatoriana y con conexiones clave de transporte. El nuevo local es independiente, más amplio, y se convirtió rápidamente en un punto de encuentro donde conviven sabores tradicionales con propuestas saludables, pensadas para una clientela diversa.
"Durante la semana, el 80% de quienes nos visitan son extranjeros, muchos ni siquiera conocen Ecuador", cuenta Diana. Por eso, el menú encontró un equilibrio: sigue ofreciendo los clásicos —como el tigrillo original zarumeño, sin cilantro—, pero también incorpora opciones como avocado toast, huevos benedict o salmon toast. “No se trata de americanizar nuestro menú, sino de construir un puente entre culturas”, explica.
Entre los favoritos se encuentran el yapingacho, las empanadas de verde y los platos sin gluten. La oferta pastelera, aunque breve, apunta a lo vegano y saludable, en línea con las demandas del nuevo vecindario.
Más allá del menú, el concepto detrás de Zaruma Gold Coffee es claro: calidad y orgullo de origen. Diana selecciona personalmente el café, importado desde fincas ecuatorianas con procesos de cosecha y poscosecha cuidadosamente controlados. “Antes nadie quería café ecuatoriano, yo sabía que teníamos el mejor y decidí que iba a luchar por cambiar esa percepción”.
Y lo logró. Hoy, además del local en Long Island City, Zaruma Gold Coffee ha licenciado su marca a cafeterías aliadas en Carolina del Norte y Massachusetts, donde ecuatorianas emprendedoras replican la experiencia bajo acuerdos de uso del nombre. Aunque aún no son una franquicia formal, el plan de estandarizar recetas y procesos ya está en marcha.
Del grano al escaparate: café, flores y un plan en marcha
Diana ha convertido su cafetería en una pequeña embajada de productos ecuatorianos. En un rincón del local en Long Island City, hay un espacio exclusivo donde se exhiben y venden flores de exportación y chocolates artesanales, todos elaborados por pequeños productores compatriotas. Otros insumos como el pan de yuca, la pulpa de fruta y el atún ecuatoriano no están en exhibición, pero forman parte clave del menú. “Queremos que la gente vea que Ecuador tiene mucho más que café. Es nuestra manera de dar visibilidad a otros emprendedores y mostrar que podemos competir en calidad”, asegura.
El crecimiento no se detiene ahí. Con la demanda en aumento y llamadas de interés desde otras ciudades e incluso otros países, Diana ha iniciado la búsqueda de socios estratégicos e inversores operativos: personas con experiencia en gastronomía, manejo de franquicias o desarrollo de marca que quieran unirse a esta expansión.
“No buscamos solo capital. Queremos gente que sepa lo que implica operar una cafetería, que entienda nuestro origen y esté comprometida con hacerlo bien”, subraya. Su objetivo: formar un equipo capaz de llevar la experiencia Zaruma Gold Coffee a nuevas ciudades sin perder la esencia.

Aunque no tiene presencia física en su país natal, Zaruma Gold Coffee está registrada legalmente en Ecuador y Diana mantiene vínculos activos con asociaciones de productores que buscan llegar al mercado estadounidense. Está convencida de que el modelo puede escalar, pero prefiere avanzar con cautela.
Con más de una década de insistencia, caída y reinvención, Diana Aguilar no solo logró servir el primer café de origen 100% ecuatoriano en una cafetería de Nueva York: creó un espacio donde se honra la identidad, se innova sin miedo y se construye comunidad. Desde una cocina vacía en Dumbo hasta los futuros corners gourmet, su historia huele a plátano maduro y sabe a perseverancia.
Compartir: