"Me confunden con un tal Juanito", dice uno de los detenidos junto a alias 'Cocacho', procesados por secuestro en Guayaquil
Tras ser detenidos por la Policía, este 9 de junio alias 'Cocacho' y otras seis personas recibieron prisión preventiva por un caso de secuestro extorsivo en Guayaquil.

Alias Cocacho junto a los otros detenidos en varios barrios de Guayaquil, presuntamente responsables de secuestros extorsivos en la ciudad, 9 de junio de 2025.
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Policía Nacional
Autor:
Redacción Primicias
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Alias Cocacho o Jhorly Ariel P.M. es uno de los siete detenidos en el caso de secuestro extorsivo, que se desprende del rapto de una comerciante china en Guayaquil, y la posterior muerte de la mujer y otros tres ciudadanos en la ciudad.
Los cuerpos de estos comerciantes, secuestrados en días pasados presuntamente por alias 'Cocacho' y sus compinches, fueron hallados en una cisterna de un terreno baldío en Nueva Prosperina, noroeste de Guayaquil.
Cuando la Policía destapó el caso, se quejó de los jueces que días previos habían dictado medidas cautelares contra alias 'Cocacho', pese a que el sujeto habría sido detenido con pruebas suficientes.
Según la información policial, el rostro de este joven quedó grabado en el video de una cámara de seguridad, que muestra el secuestro de la comerciante, y luego el presunto delincuente habría planeado otros raptos.
Este 9 de junio de 2025, de acuerdo con el expediente judicial, alias 'Cocacho' finalmente recibió prisión preventiva, como demandaba la fuerza policial. Estará recluido en la cárcel por 30 días mientras dure la instrucción fiscal.
¿Qué dice el expediente? En el resumen de la audiencia se puede leer que Cocacho, presuntamente miembro de Los Tiguerones, niega su participación en los hechos violentos:
"A mí no me sacaron a las 07:30, sino a las 02:30 en un operativo que yo me encontraba guardado, me comenzaron a agredir y que diga mi testimonio que yo diga que yo había intervenido en el secuestro, no tengo nada que ver".
En la audiencia, el abogado del detenido aseguró que el hombre se autoincriminó presionado, y que él ya tiene un proceso previo con la orden de presentarse ante un juez, medida que sí habría cumplido el pasado 2 de junio.

Otros detenidos niegan participación
En otro extracto del proceso, se puede leer que uno de los detenidos, Anderson Geovanny L.C., también niega que participó de los secuestros:
"Me confunden con un tal Juanito, me conocen como Andy, tengo mi trabajo y mi mujer embarazada".
Algo similar ocurrió con un sujeto identificado como Dylan Paúl G.O., quien aseguró que llegó a Guayaquil de 'pasada'.
"Me acusan de un secuestrado que yo ni conozco, yo soy estudiante, vivo en Esmeraldas (...) ellos me dijeron que me culpe yo mismo", afirmó el hombre que también quedó bajo prisión preventiva.
En el proceso judicial consta además que uno de los presuntos sospechosos de los secuestros, Jeider Leandro R.C., falleció en enfrentamientos con la Policía, realizado este lunes.
El oficial a cargo del operativo en Nueva Prosperina relató que el hombre trataba de huir cuando se realizaba la intervención en el barrio, y "hago uso de mi armamento, por lo que el ciudadano resulta herido".
Tras ser llevado al hospital Monte Sinaí en Guayaquil se constató su muerte.
Exigían USD 500.000 dice Fiscalía
En un comunicado, la Fiscalía indicó que los siete presuntos secuestradores, hoy procesados, se contactaron con familiares de una de las víctimas halladas en la cisterna de Nueva Prosperina.
A los familiares les exigían un pago de USD 500.000 a cambio de liberar al comerciante.
Pero esto no es todo: porque luego volvieron a contactarse vía WhatsApp y demandaron una parte del dinero para informar "donde se encontraba su familiar enterrado".
La madrugada del 8 de junio llamaron por última vez para pedir la mitad del dinero, bajo la amenaza de secuestrar a otro familiar.
Con base a las denuncias, la Policía Nacional ubicó a los secuestradores en diversas zonas de Guayaquil, como Suburbio Oeste, Monte Sinaí y El Fortín.
A todos los aprehendidos, entre ellas una mujer, se les encontraron teléfonos celulares y uniformes militares, que utilizaban para secuestrar a sus víctimas, añadió la Fiscalía.
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