El Manchester United necesitó de un gol de penal de Fernandes en la prórroga para superar al Copenhague (1-0) y meterse en las semifinales de la Europa League, donde podría enfrentarse al Sevilla.
Le costó más de lo esperado al histórico Manchester United derrotar a un rival que se paró bien y tuvo sus opciones, sobre todo en la primera parte.
Arrancó mejor el Copenhague, que no se dejó impresionar por el favoritismo del rival y se animó a irse hacia adelante. El modesto equipo danés fue mejor en los primeros 25 minutos, en los que no pasó apenas apuros, le discutió la pelota al United y tuvo las mejores ocasiones.
Señalado claramente como uno de los favoritos a ganar la Europa League, el conjunto inglés estuvo muy contemplativo, presionó con tibieza y cometió un par de errores groseros atrás que pudieron haber recibido mayor castigo.
El guión se ajustó más a lo previsto en la segunda parte. El United subió un punto en la presión y empezó a encerrar al Copenhague, el primer equipo danés en jugar cuartos de final de una competición europea en 23 años, desde que el Brøndby cayó contra el Tenerife en la antigua UEFA.