En Ecuador hay 13 especies de abejorros, revela un estudio
Ecuador en uno de los países con mayor diversidad de abejorros en la región. Viven, sobre todo, en la Sierra y Amazonía.

Un abejorro ecuatoriano en Latacunga, en 2023.
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Ministerio de Ambiente
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EFE / Primicias
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Un estudio internacional confirma la presencia de 13 especies de abejorros en Ecuador, que están distribuidas en dos subgéneros: Bombus (Cullumanobombus) y Bombus (Thoracobombus). Estos insectos habitan en páramos, bosques montanos y territorios amazónicos del país andino.
La investigación, realizada por especialistas de la Universidad del Azuay, del Instituto Nacional de Biodiversidad de Ecuador (Inabio), y de la Universidad de Aarhus, en Dinamarca, incluye 1.756 registros, que comprenden 408 especímenes de museo, 1.234 observaciones de iNaturalist y 114 observaciones de campo.
Estos registros se realizaron en 17 de las 24 provincias que tiene el país.
Además, sintetiza la información más completa disponible actualmente sobre los abejorros ecuatorianos, "contribuyendo a un mejor conocimiento taxonómico, una comprensión más profunda de sus interacciones tróficas y una visión biogeográfica más clara del grupo", informó el Inabio en un comunicado.
Los resultados muestran que la mayoría de especies de abejorros ecuatorianos están asociadas a ecosistemas altoandinos por encima de los 2.300 metros sobre el nivel del mar, incluyendo páramos y bosques montanos.
Sin embargo, algunas se extienden hasta tierras bajas amazónicas, con registros desde los 180 hasta los 4.719 metros de altitud, "lo que convierte a Ecuador en uno de los países con mayor diversidad altitudinal de abejorros en la región", resaltó la institución.
El estudio también documenta que estos abejorros visitan 143 especies de plantas pertenecientes a 39 familias botánicas, lo que subraya su papel clave en la polinización de la vegetación nativa y de cultivos agrícolas.
Los autores destacan que los abejorros siguen siendo poco estudiados, pese a su importancia ecológica y cultural.
Por ello, insisten en la necesidad de continuar con el monitoreo para entender cómo estas especies responden a la transformación de los ecosistemas andinos. Evidencias recientes indican que se están viendo afectados por el cambio ambiental global, lo que provoca disminuciones poblacionales, reducciones de su distribución y una alteración de la sincronía con las plantas que visitan.
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