El día en que Grok tuvo un silencio incómodo: los peligros de no comprobar las respuestas de la inteligencia artificial
Al verse entre la espada y la pared, el asistente de inteligencia artificial de X, Grok, optó por callar misteriosamente durante dos horas.

Imagen de la pantalla de un celular con aplicaciones de inteligencia artificial, entre ellas Grok, en febrero de 2025.
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AFP
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A finales de agosto de 2025, una profesora española expuso a la inteligencia artificial de la red social X (antes Twitter), conocida como Grok.
"Os cuento qué pasó ayer con una foto de la España de los 50, la reacción de tuiter ultraderecha, y la aparición "estelar" (más bien estrellada) de @grok", escribía Rosa Puig en su cuenta de la red social, el 25 de agosto.
La publicación iba acompañada de una fotografía en blanco y negro, de tres adultos y cuatro niños, publicada por el usuario Kririkafull, quien aseguraba que se trababa de una imagen de la dictadura de Francisco Franco en España, entre 1939 y 1975. Su régimen fue de corte autoritario y derechista
Hubo usuarios que dudaron de su veracidad, lo que los llevó a consultar a Grok.
Para el chatbot de X la imagen era un retrato en Estados Unidos en tiempos de la Gran Depresión, en 1936. "Gracias", fue la respuesta de varios internautas que decidieron creerle a la inteligencia artificial antes que a un humano. Pero hubo una persona que quiso ser crítica, teniendo en cuenta el sesgo de algoritmo que tienen las IA, debido a la información con la que son entrenadas.
A Grok se le ha acusado de inclinarse hacia la derecha.
La profesora dudó porque ya había tenido una experiencia previa con ChatGPT que alucinó.
Rosa Puig buscó la fuente original de la imagen y comprobó que había sido tomada en España y que pertenecía a un reconocido y bien documentado archivo (el Centro de Tecnología de la Imagen de la Universidad de Málaga-UMA), por lo que decidió confrontar a Grok, sistema que no daba su brazo a torcer.
La respuesta inicial de Grok fue asegurar que el archivo fotográfico se equivocaba.
Ante la insistencia de Grok, Puig comparte la fotografía original y la que la IA pensaba que era y le cuestiona si considera que son iguales. Y misteriosamente, Grok se calla durante casi dos horas. "Sólo vuelve a contestar porque alguien se burla de mi hilo. Y ahora por fin me da la razón", dice Puig.
Aunque, la humildad no es una de las cualidades de esta IA, ya que siguió diciendo erróneamente quién era el autor de la imagen.
"Ahora dice que es de Eugene Smith, de su sèrie Spanish Village, tomadas en Deleitosa, Cáceres. Pues no", concluye Puig.
Para Alejandro García, que trabaja para el centro de ciberseguridad de Google en Málaga, la respuesta de Grok se debe, en parte, a que "es una inteligencia artificial con origen en Estados Unidos y probablemente esté muy entrenada con imágenes de allí. Quizá esa es la causa de su confusión”, dijo a El País.
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