Las segundas categorías, un paraíso para las apuestas ilegales y manipulación de partidos
Alrededor del mundo, las divisiones de ascenso del fútbol se han convertido en un terreno fértil para prácticas ilegales de manipulación de resultados. ¿Por qué estas categorías atraen a las apuestas deportivas y cómo se han visto afectadas ligas de distintos países?

Jugadores de Gualaceo, durante un partido por la Serie B de la LigaPro, el 19 de marzo de 2025.
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Un reportaje publicado por PRIMICIAS, basado en un informe de la Dirección de Integridad y Antipiratería (DIA), reveló una estructura de manipulación de partidos y apuestas deportivas en la LigaPro Serie B de Ecuador.
De hecho, miembros de la Fiscalía y la Policía Nacional allanaron los camerinos donde se encontraban los planteles de Gualaceo y Chacaritas, el jueves 25 de septiembre de 2025, como parte de un caso a cargo de la Dirección General de Investigaciones.
Al igual que en nuestro país, esta práctica ilegal se registra en divisiones inferiores de torneos de fútbol alrededor del planeta, incluso de ligas de gran prestigio.
¿Por qué estas categorías son propensas a la manipulación de resultados y cuáles han sido los mayores escándalos a escala mundial?
¿Por qué las segundas categorías atraen apuestas ilegales?
Las ligas de ascenso son un espacio vulnerable para la manipulación de partidos. Organismos especializados en integridad deportiva han demostrado que los amaños aparecen con frecuencia en estas categorías inferiores.
Según un informe de Starlizard Integrity Services, una empresa inglesa especializada en la detección de amaños, en 2022 se detectaron 144 partidos sospechosos a nivel global, de los cuales 61 encuentros (42%) correspondieron a segundas divisiones o inferiores.
En 2023, el número creció a 167 partidos en sospecha, de los cuales 83 (49,7%) pertenecieron a categorías inferiores. En 2024, la proporción se mantuvo al alza: 92 partidos en divisiones menores (57,9%) de 159 encuentros sospechosos.
La falta de visibilidad mediática es un factor determinante, según indica un informe de Sports Integrity Initiative, una organización internacional especializada en integridad deportiva.
Mientras los partidos de primera división son transmitidos, analizados y revisados en detalle, muchos encuentros de segunda categoría pasan inadvertidos. Jugadas sospechosas o errores arbitrales no son observados, lo que reduce la presión pública y aumenta el margen de maniobra para los manipuladores.
Además, los futbolistas de ligas menores están más expuestos. Sus sueldos bajos, contratos frágiles y la falta de estabilidad los vuelve susceptibles a aceptar dinero de apostadores externos, lo que luego puede derivar en casos de extorsión y amenazas.
Según Sportradar, una empresa suiza de análisis de datos deportivos, que entrega información a varios países, incluida la Federación Ecuatoriana de Fútbol, el 79% de las sospechas de manipulación provienen de partidos de segunda división o niveles inferiores, incluyendo juveniles.
A todo esto se suma el auge de las empresas de apuestas deportivas en línea. Con mercados disponibles incluso para partidos de ligas regionales o juveniles, las redes criminales pueden obtener millones de dólares a partir de una simple jugada o de un marcador en el primer tiempo.
El caso de Ecuador
La Dirección de Integridad y Antipiratería (DIA) de la LigaPro destapó un escándalo en la Serie B de Ecuador. Según el informe, que fue enviado al Comité Disciplinario del Centro de Arbitraje y Conciliación de la Cámara de Comercio de Guayaquil, clubes de esta categoría estarían involucrados en una estructura de manipulación de resultados y apuestas deportivas.
La investigación se enfoca en cinco partidos de esta temporada, en los que se detectaron “patrones de comportamientos anómalos en cancha, con participación directa de jugadores del club, quienes ejecutaron acciones claramente orientadas a facilitar los goles del rival, incluyendo errores no forzados en zona defensiva y jugadas sin oposición efectiva”, según indica el documento.
La investigación advierte que “no se trata de episodios aislados ni de conductas individuales; lo que surge del análisis es la existencia de estructuras internas y sostenidas de manipulación de partidos, operadas desde el corazón de las propias instituciones, con la participación activa de jugadores, agentes externos, facilitadores, y con una permisividad institucional inaceptable”.
La DIA descarta cualquier defensa basada en desconocimiento y responsabiliza a los clubes: “Los hechos evidencian de manera inequívoca la participación directa e indirecta de los clubes y sus miembros en apuestas deportivas, lo cual está expresamente prohibido”. Por ello, exige al Comité Disciplinario “la imposición de las sanciones más severas previstas en el ordenamiento disciplinario vigente”.
De confirmarse estas acusaciones, las consecuencias serían graves: desde suspensiones y multas para dirigentes y jugadores, hasta la exclusión de los clubes implicados y el descenso a Segunda Categoría. El informe califica el caso como “uno de los eventos de mayor gravedad registrados en la historia reciente de la Liga Profesional de Fútbol del Ecuador”.
Casos en Europa
En Italia, el escándalo 'Calcioscommesse' reveló que varios partidos de la Serie B de 2011 y 2012 habían sido amañados con participación de futbolistas, directivos y organizaciones criminales, incluyendo la mafia asiática. Varios jugadores fueron sancionados y el caso sacudió la credibilidad del fútbol italiano, apenas seis años después del infame 'Calciopoli' que involucró a la Juventus.
En España, el caso Oikos (2019) destapó una red de apuestas ilegales. En la investigación se menciona a clubes de Segunda División como Recreativo de Huelva y Real Valladolid B. Sin embargo, en 2024 el caso fue archivado por falta de pruebas.
En Grecia, la investigación 'Koriopolis' (2011-2013) descubrió que decenas de partidos de la segunda división fueron manipulados. Presidentes de clubes, árbitros y jugadores recibieron sanciones que incluyeron descensos administrativos y suspensiones de por vida.
En Alemania, la investigación sobre un árbitro, Robert Hoyzer, en 2005 demostró que partidos de la Regionalliga (tercera división) y de la Copa de Alemania habían sido arreglados a pedido de mafias croatas vinculadas a las apuestas.
En Portugal, la operación Jogo Duplo (2016) detuvo a varios jugadores de la Segunda Liga implicados en amaños. Los futbolistas recibían pagos de entre USD 2.000 y 5.000 por partido para alterar resultados, afectando a clubes como Oriental y Oliveirense.
El Reino Unido tampoco se libra. En 2013, el Daily Telegraph reveló que apostadores asiáticos intentaban manipular partidos de la League Two (cuarta división), contactando a jugadores de clubes pequeños para amañar resultados.
Finalmente, en Francia, la Ligue 2 fue investigada por la UEFA en 2014 tras detectar movimientos de apuestas anómalos en un partido entre Caen y Nimes en la última jornada del campeonato.
Casos en Sudamérica
En Brasil, la investigación conocida como Operación Pena Máxima destapó en 2023 una red de manipulación de partidos que alcanzó tanto a la Serie B como a la Serie A.
La Fiscalía de Goiás identificó a un grupo de apostadores que sobornaba a jugadores para provocar situaciones específicas, como penales o tarjetas amarillas, que luego eran aprovechadas en casas de apuestas. El caso derivó en sanciones deportivas, la expulsión de futbolistas de sus clubes y la apertura de procesos judiciales.
En Bolivia, la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) denunció amaños en 2023 y suspendió temporalmente el campeonato. Investigaciones apuntaron a jugadores, árbitros y dirigentes implicados, obligando a reforzar controles de integridad.
En Paraguay, en 2021, Sportradar alertó a la Asociación Paraguaya de Fútbol sobre patrones sospechosos en la Segunda División. La investigación fortaleció la vigilancia, aunque no se conocieron sanciones públicas.
En Colombia, la División Mayor del Fútbol Colombiano ha recibido reiteradas advertencias de Sportradar sobre irregularidades en partidos de la segunda división. En 2020, varios encuentros fueron catalogados como de “alto riesgo” por patrones inusuales de apuestas.
Y, hace pocos días, el presidente del Deportivo Pasto anunció públicamente que cinco jugadores de su club estarían involucrados en apuestas y amaño de partidos.

Una puerta para el lavado de activos
Los grupos de delincuencia organizada están involucrados en las apuestas deportivas. Esta es una realidad comprobada por instituciones nacionales e internacionales.
El Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado incluyó a las apuestas en línea como una de las actividades económicas vinculadas al lavado de activos en el país.
"Puntualmente en la ciudad de Manta se denota una fuerte inversión en el sector inmobiliario, gastronómico, industrial de la pesca y un mercado atractivo de apuestas deportivas, que se perciben como actividades proclives al lavado de activos", se explica en un informe del Observatorio, publicado en septiembre de 2023.
Mientras que un reporte de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) califica al sector de las apuestas deportivas como una "grave amenaza".
"La implicación de la delincuencia organizada en el deporte constituye una grave amenaza (...) Estos grupos explotan el deporte a través de las apuestas ilegales y la manipulación de las competiciones".
Con el crecimiento de las apuestas en todo el mundo, cada vez más grupos delictivos ven una oportunidad para el lavado de activos.
Según el reporte de UNODC, cada año se lavan a nivel mundial hasta USD 140.000 millones en apuestas deportivas; mientras que el dinero apostado en mercados ilegales va desde los USD 340.000 millones hasta los USD 1,7 billones.
Una de las razones por las que los grupos criminales usan las apuestas deportivas es el anonimato. Estas bandas se organizan como una estructura con múltiples capas, que protege a sus líderes, mientras que sus agentes en los niveles más bajos son los que realizan las apuestas.
Incluso, se ha incrementado el uso de 'mulas de apuestas', es decir, la creación de cientos o miles de cuentas, con identidades falsas o suplantadas, con el objetivo de respetar el límite de apuestas por cuenta en casas legales.
La evidencia en Ecuador y en el mundo muestra un patrón recurrente: las segundas divisiones son un terreno fértil para las apuestas ilegales y la manipulación de resultados.
La combinación de bajos salarios, menor visibilidad mediática y controles poco estrictos crea un ecosistema en el que jugadores y clubes quedan expuestos a redes de apuestas organizadas, lo que pone en riesgo la integridad del fútbol profesional.
Organismos internacionales coinciden en que se requieren sistemas de monitoreo constantes y sanciones ejemplares. Sin estas medidas, las categorías inferiores seguirán siendo un blanco fácil para mafias de apuestas, con consecuencias que afectan no solo a los clubes, a las competiciones y a los deportistas, sino que incluso, está poniendo en riesgo la vida de muchas personas.
*Si usted tiene información sobre apuestas y amaño de partidos, puede comunicarse con nosotros en el siguiente correo electrónico: redes.jugada@primicias.ec.
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