¿La Selección de Ecuador se convirtió en la Selección del Valle? ¿Y por qué eso les enfurece a algunos?

Antes, "cuando todo era campo", siempre existía un club que era la base de la Selección nacional. Los hinchas más canosos recordarán que esos clubes fueron en su momento Barcelona SC, El Nacional y hasta Emelec y Liga. Siempre se discutía el llamado de algún jugador, pero era un consenso que el mejor club debía colaborar con la mayoría de jugadores para el equipo de todos.

Por alguna razón que ni siquiera Charles Darwin podría explicar, se ha involucionado y ahora hay muchos contradictores sobre el hecho de que Independiente del Valle aporte con jugadores a la Selección. Les irrita y les causa caspa. Y eso ocurre no solamente con jugadores del equipo, sino con exjugadores que están en el exterior. Para ellos, la Tri es la Selección del Valle.

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Sostienen estos Independientefobios que se volvió requisto indispensable para militar en la Tricolor el estar vinculado a IDV. Parece que, para estos contradictores, el requisito número uno para cuestionar a un jugador y proceder a descalificarlo es haber pasado por el equipo del Valle de los Chillos. 

Lo normal hubiera sido que estemos felices de que al menos una cantera de jugadores funcione como debe ser y de que exista una fórmula de éxito. En esta época en que estamos presenciado una dramática evolución de la industria del fútbol, están considerando a Independiente como el enemigo, de la misma manera en que los focos lo fueron para las velas. 

La sospecha de estos sesudos detectores de conspiraciones radica en que Michel Deller, uno de los cerebros del auge de Independiente, está en la cúpula de la Ecuafútbol. Por eso, asumen automáticamente que, si el DT de Ecuador convoca a un jugador de su equipo, se debe a la presión de Deller. Y ya. Si viene Leonardo Campana, es por sus méritos. Si viene uno de IDV, es que Deller lo ordenó. Da hasta ternura este análisis tan básico.

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Así, estamos ante una estrategia industrial que busca convertir a la Selección en la vitrina de IDV y hacer jugosísimos negocios. Y el que opine lo contrario, ¡ha sido comprado con un combo de KFC (lo cual ya es extraño, porque el principal giro de negocios de Deller está ligado a la construcción, no a la comida)!

Pero, ¿por qué convocar a Hernán Galíndez o Enner Valencia no es una vitrina para ellos, pero sí lo es para otros? La Selección, indudablemente, es un escaparate para todos los que sean llamados, sin importar la edad ni la trayectoria. Solo el hecho de integrar la nómina es publicidad gratuita y una buena línea en la hoja de vida del jugador, algo de lo que su agente puede sacar provecho. 

Y esto sucede cuando, ¡oh, santas paradojas!, Eduador se clasifica a la final del Sudamericano Sub 15 con una gran base de jugadores de Independiente del Valle. En el resultado más espectacular, la Tricolor venció por 2-0 a Brasil con doblete de Juan Riquelme Angulo, quizás el más prometedor futbolista de este equipo y, obviamente, perteneciente a IDV. Y el 10 del equipo es otro jugador suyo, Justin Lerma.

Todo eso enfurece a los nostálgicos que miran, impotentes, cómo se derrumban los clubes tradicionales, descolocados de los nuevos tiempos, endeudados hasta las cejas, lejos de la excelencia.

La hegemonía institucional de Independiente (de esta empresa, más bien) va a perdurar por algunos años más. Hay clubes que se han esforzado en proyectar sus divisiones menores, pero pasará mucho tiempo hasta que alguno pueda igualar la estructura (física y filosófica) de IDV. Esa es la realidad. Por eso, en lugar de perder el tiempo quejándose de IDV, es mejor analizar qué está haciendo bien el equipo más pujante de Ecuador.