La temporada de Liga de Quito termina y, pese al cupo directo para la Libertadores, la sensación es de fracaso

Liga de Quito ha tenido un cierre de temporada tan pavoroso, que hasta la alegría de haber llegado a semifinales de la Copa Libertadores, el torneo fetiche de los albos, el orgullo de los azucenas, terminó siendo un desastre de proporciones bíblicas en Brasil. ¡Qué horror!

Sí, teóricamente es extraño, y quizás hasta injusto, pensar en la palabra "fracaso" para calificar un año en que Liga de Quito llegó a semifinales de la Libertadores, sobre todo en estos tiempos en que el torneo se ha convertido en una conversación casi exclusiva entre clubes de Brasil y algunos de Argentina. 

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El problema es el contexto, que lo cambia todo. Porque a Liga, que acudió a la revancha con Palmeiras tres goles de ventaja, le terminan dando la vuelta y eliminando. Lo peor es que esa derrota abona a la teoría de que la 'U', y el fútbol ecuatoriano en general, necesitan de la altura de Quito para ganar algo. La jerarquía quedó abollada con esa derrota.

La derrota en la final de la Copa Ecuador fue otro paso en falso e igual de vergonzoso. Porque, de nuevo, Liga comenzó ganando el partido, pero Católica le dio la vuelta. ¡Y ese gol que se come 'Dida! ¡Y esos errores de Adé! ¡Y la displicencia general! Además, el entrenador Tiago Nunes volvió a comerse un partido en que debía demostrar para qué se lo trajo.

Y está la LigaPro, donde la 'U' ha tenido la ventaja de que Barcelona, Emelec y El Nacional han competido por el trofeo al hazmerreír. Liga de Quito no sufre de las crisis de esos clubes grandes, pero el equipo dejó de pelear por el tricampeonato demasiado pronto, en agosto, pues Independiente del Valle le sacó una ventaja enorme. Menos mal que IDV no dio la vuelta olímpica en la Casa Blanca.

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La presencia del DT Nunes aporta categoría al fútbol ecuatoriano, pero ha fallado más de lo que ha acertado. Quizás se debe a que Liga, club al que que de todos modos no le sobraba el dinero, apostó por la mesura y se prefirió no extender la nómina, así que el estratega brasileño planificó con lo que tuvo a mano. Poco y malo, esa fue la ecuasión final que condena a Liga de Quito.

Y puede argumentarse como atenuante que LDU está entre los cinco equipos sudamericanos que más partidos oficiales disputaron en 2025, con 60 cotejos. Eso explica esta debacle en el tramo final, pero no es un atenuante exculpatorio: se supone que Liga siempre tiene en mente jugar y ganarlo todo, pero esta vez no hubo refuerzos para afrontar esta demoledora temporada, que pasó del éxtasis a la catástrofe.

Al menos se ha ganado el cupo directo a la Libertadores, que constituye un piso para construir la campaña del próximo año.