Liga de Quito dejó escapar una maravillosa oportunidad de enterrar los mitos del ídolo para siempre

El peor escenario terminó por ocurrir: Palmeiras remontó ante sus afiebrados hinchas los tres goles que le clavó Liga de Quito en la Casa Blanca y dejó al equipo azucena sin acceso a su segunda final de la Copa Libertadores. ¡Tan cerquita que estaba!

Esta derrota, a pesar de la meritoria campaña en el torneo del equipo del DT Tiago Nunes, constituye un severo golpe para el Mundo Liga. Primero, claro está, la 'U' deja escapar la opción de ganar una segunda Copa Libertadores o al menos de jugar la final, y eso incluye perder un dinero importante. 

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Segundo: haber ganado 3-0 en el estadio Rodrigo Paz, a 2.800 metros de altura, pero recibir en la revancha un contudente 4-0 en Sao Paulo, a 772 metros sobre el nivel del mar, abona al mito de que la altitud es el mejor jugador de Liga de Quito y de los equipos capitalinos en general. Ahora hay un dato contudente que será explotado largamente por aquellos que tienen vacías sus vitrinas de copas internacionales y le echan la culpa de sus fracasos al óxigeno, los glóbulos rojos y la presión atmosférica.

Pero la oportunidad más importante que Liga de Quito dejó escapar fue la de enterrar los mitos del ídolo del Ecuador de una vez por todas. Una segunda Copa Libertadores hubiera reducido la imagen de Barcelona SC más de lo que ya está por su crisis, cada vez más galopante. 

Con esta caída, el Centenario de BSC no termina de ser cien por ciento devastador, porque una cosa es no ganar nada y hundirse por sus propios deméritos, pero otra ver a los rivales dando vueltas olímpicas en torneos internacionales. Hay alivio en la tienda canaria. 

Un cuarto elemento está en que esta derrota es un cierre indigno de una gran campaña para Liga de Quito, la mejor desde 2008. A pesar de que la plantilla lució a priori algo liviana y de que los dirigentes priorizaron cuidar el presupuesto en este año de déficit, los jugadores rindieron más de lo esperado y devolvieron a Liga la jerarquía internacional que los hinchas exigen. 

Eso vale mucho, pero ¡ay!, ese 4-0 de Palmeiras es el pelo en la sopa y deja un incómodo sinsabor, pues lo importante en el fútbol siempre estará en cómo termina la campaña. Y esta vez terminó de la peor manera: goleado y con la sensación de que se dejó escapar una maravillosa oportunidad.