Emelec revive sus años más infernales: 10 similitudes entre la crisis actual y la pesadilla de los 80
Al igual que hace cuatro décadas, entre 2023 y 2025, Emelec ha sufrido varias pesadillas: pésimas temporadas, huelgas, líos financieros, demandas, derrotas históricas, declive en el Clásico del Astillero, fichajes mediocres, inestabilidad dirigencial, y un Capwell amenazado.

Emelec, en la derrota ante Barcelona SC en el estadio Capwell, el 14 de septiembre de 2025, válido por la LigaPro.
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Autor:
Ricardo Vasconcellos Figueroa
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Emelec vive una actualidad alarmante que remite sin rodeos a los años más oscuros de los ochenta, cuando bajó a la Serie B, padeció huelgas, soportó dirigencias inoperantes, se hundió en crisis financieras, estuvo cerca de perder (y de 'regalar') el estadio Capwell y pasó largo tiempo sin competir en la Copa Libertadores (entre 1981 y 1988).
Hoy las similitudes con esa era nefasta son dolorosamente evidentes y no existe, aún, una respuesta dirigencial enérgica que logre contener la caída.
La evidencia más clara de este derrumbe llegó con el Clásico del Astillero del 14 de septiembre de 2025: un 4-0 en el Capwell, la peor derrota de Emelec frente a Barcelona SC en ese escenario por el campeonato nacional. No fue un simple tropiezo: fue un golpe demoledor que desnudó la fragilidad de un plantel sin liderazgo, sin carácter y sin reacción.
Esa goleada, por su simbolismo histórico y su impacto emocional en la hinchada, es la prueba más visible de que el club 'eléctrico' corre el riesgo de hundirse en una crisis tan larga y penosa como la de la década de los ochenta.
Entre 2023 y 2025, el equipo 'azul' ha coqueteado con la zona de descenso, cerró en posiciones mediocres en el torneo ecuatoriano, perdió peso institucional y vio fracasar a dos presidentes —José Pileggi y César Avilés—, mientras seis técnicos se sucedieron sin conseguir cimentar un proyecto claro. La inestabilidad se volvió regla, no excepción.
A esto se suma un pobre mercado de fichajes: futbolistas nacionales y extranjeros de escaso nivel, muchos de ellos provenientes de la segunda división o descartes de otros equipos, que no han estado a la altura.
El resultado es un plantel carente de calidad y jerarquía, incapaz de devolver a la hinchada 'eléctrica' el orgullo que sintió cuando, entre 2009 y 2018, Emelec se acostumbró a pelear títulos y a terminar siempre en uno de los tres primeros lugares, conquistando cuatro coronas en cinco años (2013, 2014, 2015, 2017).
Este panorama no es un bache circunstancial: es una advertencia de que la decadencia ya está instalada. El 2026 debe marcar un punto de inflexión; de lo contrario, Emelec corre el riesgo de revivir la década más terrible de la historia del club.
Estos son 10 puntos de serias dificultades que atraviesa el Emelec actual y que lo conectan, tristemente, con aquel club atrapado en un infierno en los años ochenta, hasta que finalmente consiguió salir campeón en 1988, tras una sequía de nueve años.
1. Descenso a la B
Emelec bajó por primera y única vez a la serie B el 9 de noviembre de 1980, tras perder 2-0 con El Nacional en el Olímpico Atahualpa (penúltima fecha de la segunda etapa).
En el torneo 2023 de la LigaPro, la amenaza de bajar fue real. Los 'azules' estuvieron siete jornadas en zona de descenso en la primera fase y tres en la siguiente.

En la segunda ronda del certamen 2024, Emelec se mantuvo en puestos de descenso en 11 de 15 fechas.
En el torneo 2025, en 12 de 28 jornadas los 'eléctricos' permanecieron en zona de clasificación al cuadrangular del descenso, siendo colistas en tres ocasiones.
2. Siempre mal ubicado
En el primer semestre de 1981, Emelec jugó en la serie B. Ascendió para competir en la A en la mitad final de esa temporada, pero casi baja de inmediato. Se salvó en la última fecha de la segunda etapa, al empatar 2-2 con el América, en Quito (fue antepenúltimo y el gol diferencia evitó otra deshonra).
En 1982 no accedió a la liguilla (cuarto y octavo en primera y segunda fase, respectivamente). Para Emelec el torneo de 1983 concluyó cinco semanas antes que los seis cuadros que clasificaron a la liguilla. En 1984, un nuevo fracaso: fue último en el octogonal final.
En 1985, Emelec acabó décimo entre 16 equipos y no entró al octogonal final. Estuvo inactivo desde el 29 de septiembre, mientras los clasificados a la liguilla jugaron hasta el 22 de diciembre de 1985. En 1986 los millonarios observaron la liguilla por televisión, igual que en 1987 (décimos entre 18 cuadros en la etapa inicial y antepenúltimo en la segunda, en un grupo de seis).
¿Más semejanzas siniestras entre los años ochenta y los tiempos actuales? En las tablas acumuladas de 2023 y 2024, Emelec fue undécimo y décimo, en ese orden. En el torneo 2025 marcha octavo.
3. Paliza de Barcelona SC
En 1980, durante un Clásico del Astillero, Emelec recibió el simbólico banderazo de salida de su etapa deportiva más decepcionante. Barcelona SC lo goleó 4-0 en el Modelo, hasta entonces la mayor derrota 'azul' ante los toreros en la historia del torneo ecuatoriano (junto a otro 4-0 de 1968).

Dos fechas después de esa paliza, Emelec cayó a la B. En esta actual era de frustraciones, el 14 de septiembre de 2025, Emelec fue pulverizado 4-0 por los 'toreros' en el Capwell, la derrota más amplia en clásicos disputados en ese estadio.
4. De 'hijos' en el Clásico del Astillero
Hay un hecho innegable que rara vez se menciona y que ratifica, sin lugar a dudas, que la década de los ochenta fue la más oscura en la historia de Emelec dentro del campeonato nacional: el derrumbe absoluto en el Clásico del Astillero.
En ese decenio, el club 'azul' se enfrentó en 32 ocasiones contra su eterno rival y el balance fue lapidario: perdió exactamente la mitad de los partidos, empató diez y apenas consiguió seis victorias, cifras que reflejan la impotencia de un equipo desmoronado frente a la camiseta 'amarilla'.
Lo más grave es que esa pesadilla parece revivir. En este nuevo ciclo de calamidades, que guarda una perturbadora similitud con los años ochenta, Emelec disputó seis clásicos válidos por las ediciones 2023, 2024 y 2025 de la Liga Pro, y el resultado vuelve a ser humillante: tres derrotas, dos empates y apenas un triunfo.
5. Huelgas, a millares surgir
El 17 de mayo de 2023, el plantel de Emelec no se presentó a entrenar en Los Samanes. La medida se adoptó para exigir al presidente del club, José Pileggi, el pago de salarios atrasados. La protesta se repitió el 2 de diciembre de 2023, antes de cerrar la campaña. Bajo la gestión de Pileggi también hubo paralizaciones el 3, 17, 18 y 24 de septiembre de 2024, por el mismo incumplimiento.
El sábado 20 de septiembre de 2025, 24 horas antes de medir a El Nacional, el plantel 'millonario' decidió no concentrarse. Así le reclamaron a Jorge Guzmán, presidente 'azul', por el atraso en el pago de salarios.
Estas irregularidades evocan la huelga más grave en Emelec, ocurrida en la infame década de los ochenta. El 6 de agosto de 1982, los 'eléctricos' no se presentaron a jugar contra 9 de Octubre por falta de pago. La huelga terminó una semana después, pero ya no regresaron al plantel Lupo Quiñónez, Ecuador Figueroa, Emilio Huayamabe, José Cabrera, José Marcelo Rodríguez, Stalino Sánchez, Luis Alonso Torres y otros jugadores.
6. Un DT cada cinco meses y fracción
Desde que José Pileggi asumió la presidencia de Emelec (4 de noviembre de 2022) hasta la actualidad, con Jorge Guzmán al mando, seis entrenadores han pasado por el banquillo en apenas 34 meses (Miguel Rondelli, Hernán Torres, Leonel Álvarez, Jorge Célico, Cristian Nasuti, Guillermo Duró). El dato es brutal: un DT cada cinco meses y fracción.

Con semejante vaivén, el fracaso parece inevitable. La historia no es nueva: en los primeros siete años de la década emelecista más amarga, los ochenta, 11 técnicos desfilaron con idéntico resultado. Algunos, como Jorge Lazo y Eduardo Marcias, entraban y salían en un ciclo que reflejaba un club a la deriva.
7. Borrados de torneos de Conmebol
Uno de los mayores estigmas que la década de los ochenta dejó en Emelec fue su marginación de la Copa Libertadores, en la que recién reapareció el 12 de febrero de 1989, tras 8 años, 8 meses y 10 días de ausencia. Incluso si en esa época hubiera existido la Copa Sudamericana, los azules tampoco habrían accedido, condenados por sus paupérrimas posiciones en el campeonato nacional.

En 2024, bajo la presidencia de Pileggi, Emelec rompió una racha de catorce clasificaciones consecutivas a los certámenes de Conmebol. El retroceso se repitió en 2025 y, de cara a 2026, ni siquiera existe certeza de lograr un cupo en la Sudamericana.
8. Presidentes de paso
En solo 2 años, 3 meses y 25 días (del 1 de noviembre de 2022 al 27 de febrero de 2025), tres socios de Emelec asumieron la presidencia del club: José Pileggi (renunció antes de cumplir su periodo), César Avilés y Jorge Guzmán.
En las tres gestiones se repitió el mismo vicio: presidentes y directivos menores usando las redes como ring de boxeo, enfrascados en disputas con terceros, lanzando reproches públicos a los entrenadores, culpando a la prensa de los fracasos del Emelec, fijando plazos a los técnicos y hasta atreviéndose a contradecir a la madre de un jugador.

Actitudes tan degradantes para un club grande de Ecuador ya eran comunes en la convulsa década de los ochenta, incluso sin redes sociales. Entre 1982 y 1984 se sucedieron tres presidentes millonarios; hasta finales 1987 proliferaron las disputas en la Comisión de Fútbol, las renuncias de directivos y los proyectos sepultados.
9. 'Paquetes' como 'refuerzos'
Entre noviembre de 2022 y octubre de 2024, la incapacidad de José Pileggi para gestionar a Emelec desató una crisis que obligó al club a conformarse con fichajes de “equipo chico”. En 2025, ya en la presidencia de Jorge Guzmán, Emelec no tuvo otra opción que reforzarse con futbolistas de la Serie B, de la segunda división o con promesas vacías, como el caso de Sergio 'Máquina' Quintero.
Esta imposibilidad para atraer talento no es algo nuevo para Emelec; ya lo sufrió a lo largo de casi todos los años ochenta, cuando incorporó en remate a un puñado de jugadores del Bonita Banana, a porteros que no ofrecían garantías (Israel Rodríguez se marchó luego de 1984), y a una serie de suplentes de otros equipos.
Al igual que ahora, llegaron extranjeros que no aportaron nada: Carlos Bulacio, Luis Caballero, Devanir, 'El Rey' Balduino, Juan Acosta, Daniel Torres, Freddy Maneiro, Domingo Cáceres, Julio César Tejeda, que eran tan mediocres como el peruano Alfonso Barco, ‘refuerzo’ de 2025.
10. El Capwell: remate y embargo
La década de los ochenta fue tan tormentosa para Emelec que incluso estuvo al borde de entregar su mayor tesoro: el estadio Capwell, símbolo y propiedad del club desde 1945.
Por negligencia de sus dirigentes, el Juzgado Cuarto de lo Civil fijó para el miércoles 16 de enero de 1980 el remate del inmueble. La subasta se suspendió debido a la intervención del Ministerio de Educación, que intentó comprar el escenario. La operación se frustró por la férrea oposición de socios y periodistas que se negaron a ver al Capwell en manos ajenas.
Ese mismo año, la Federación Deportiva Estudiantil y la Asociación de Fútbol del Guayas también intentaron apropiarse del estadio, aprovechando la debilidad institucional de Emelec.

El desorden era tan profundo que, en agosto de 1984, la propia directiva 'azul' protagonizó un acto inconcebible: acordó con Barcelona SC y Filanbanco demoler parte del Capwell y levantar un nuevo coliseo. Lo más paradójico: Emelec entregó la iniciativa a su rival más enconado, Barcelona, cuyos dirigentes llegaron incluso a anunciar el nuevo nombre del escenario: “Estadio de los Ídolos”.
De haberse consumado, aquello habría significado la página más humillante de la historia 'millonaria': renunciar al control de su casa para cederlo al adversario eterno. La idea no prosperó, pero quedó como ejemplo de la anarquía dirigencial emelecista de la época.
40 años después, los fantasmas de aquel caos volvieron a rondar. El 11 de febrero de 2025, PRIMICIAS informó que “31 bienes del estadio Capwell (oficina presidencial, cabinas de televisión, bodegas, baños, salas de estar, bares, camerinos, sala de conferencias, juegos, restaurantes, oficinas, sala de video, enfermería, entre otros) fueron puestos en remate por el Banco del Pacífico debido a una deuda millonaria de Emelec”. El mismo reporte precisó que “la acción proviene de la orden del banco de retener y embargar USD 9.821.448,53 por valores impagos del 'Bombillo'”.
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