Vinotinto Ecuador, el proyecto fallido que podría terminar con un doble descenso

A finales de 2024, un grupo dirigido por el accionista venezolano Giovanni Di Mella anunció que había comprado a Cuniburo, un club que recién había conseguido su ascenso a la Serie A, y que su nombre cambiaría a Vinotinto. 

Así comenzaba este nuevo proyecto, que además contaba con su equipo filial, el Atlético Vinotinto, que a su vez había logrado ascender a la Serie B. 

El objetivo de este nuevo club, según anunciaron sus dirigentes, era captar la atención de los migrantes venezolanos en Quito y sus distintos elementos exhibían la identidad de dicho país, como el uniforme vinotinto o el escudo con los colores de la bandera.

Parecía un proyecto ambicioso. Se contrataron a 12 jugadores a principios de año, incluyendo a seis extranjeros, y a ecuatorianos con amplia experiencia en el torneo local, como Danny Luna o Francisco Mera, mientras que en el segundo semestre arribaron Madison Julio y Romario Ibarra. 

El presupuesto para la temporada de 2025 era uno de los más bajos del campeonato. Con un monto de USD 1,5 millones, la décima parte del presupuesto de Liga de Quito, apenas superaba el presupuesto de otros dos equipos de la Serie A: Deportivo Cuenca y Manta. 

Un sorprendente inicio

El primer partido oficial en la historia institucional de Vinotinto fue el 16 de febrero de 2025, como visitante ante Liga de Quito, el campeón vigente y que venía de ganar la Supercopa Ecuador. 

El plantel dirigido, en ese entonces, por el argentino Juan Grabowski se paró fuerte en Casa Blanca y consiguió un empate sin goles. Era un buen inicio y un punto de oro, que motivaba a la plantilla. 

A partir de la Fecha 4, llegó una impresionante seguidilla de buenos resultados, con cinco triunfos en seis jornadas. Desde la Fecha 6 hasta la Fecha 12, el debutante en la Serie A estaba ubicado entre los primeros cinco puestos e, incluso, llegó a estar segundo en dos jornadas. 

A esto se añadió el espectacular rendimiento de su delantero, el argentino Rafael Monti, quien anotó nueve goles en seis encuentros y se ubicó como el máximo goleador de la LigaPro. 

Un comienzo alucinante, parecía que el proyecto deslumbraba desde sus primeros pasos y que el cielo era el límite. Sin embargo, la burbuja rápidamente se reventó.

Caída libre

De un momento a otro, este buen nivel cayó bruscamente. Desde la Fecha 10 hasta el final de la fase inicial (Fecha 30), Vinotinto ganó únicamente dos partidos y perdió en 16 ocasiones. En este período, apenas sumó nueve puntos de 63 posibles (un 14% de rendimiento). 

Monti, su delantero estrella, también sufrió esta caída, y solamente pudo marcar cinco goles en 21 partidos.

En agosto, el club despidió a Grabowski, el DT que lo había llevado al ascenso cuando el equipo aún era Cuniburo, y contrató, en su lugar, a Gabriel Schurrer. Sin embargo, este cambio no tuvo resultados.

Vinotinto, que parecía podía pelear por puestos de torneos internacionales, culminó la fase inicial en el antepenúltimo lugar y terminó en el cuadrangular del descenso.

El bajo rendimiento continuó en este cuadrangular y, una fecha antes del término del campeonato, se confirmó el descenso. Vinotinto pasó de ser el equipo revelación de la LigaPro, a caer a la Serie B en su año de debut.

¿Un doble descenso?

Las malas noticias serían dobles para este club. Según indica el Reglamento de Convenios entre Clubes Filiales de la LigaPro, el descenso de Vinotinto hacia la Serie B acarrearía, también, el descenso de su filial, Atlético Vinotinto, a la Segunda Categoría. 

"El descenso del Club Patrocinador (que en este caso sería Vinotinto FC) a la categoría o serie en la que se encuentre su Club Filial (Atlético Vinotinto), acarreará también el descenso del Club Filial", expresa el Artículo 8 de dicho reglamento.

Esto también fue confirmado por Diego Castro, director regional de LigaPro. "Si Vinotinto desciende, tiene que descender automáticamente Atlético Vinotinto. Lamentablemente, así es como lo establece el reglamento, así que esto tendría que pasar", comentó el dirigente a PRIMICIAS en agosto de este año.

Durante estas últimas semanas, hubo rumores sobre una posible venta de Atlético Vinotinto, para evitar su descenso y que otro club ocupe su puesto en la Serie B. 

Sin embargo, el mismo reglamento no permitiría este cambio de razón social. "Está prohibida la terminación del vínculo de filialidad durante el transcurso de la temporada de cualquiera de los clubes firmantes de la misma", dice el Artículo 6. 

Es decir, primero se concretaría el descenso de Atlético Vinotinto a la Segunda Categoría y, recién ahí, se podría producir una posible venta del club.

Por lo tanto, si se cumple lo establecido en el reglamento, el ambicioso proyecto de Vinotinto, que sorprendió a inicios del año, terminaría lamentablemente en un doble descenso.