Bolivia tuvo que escalar hasta El Alto para alcanzar el repechaje y acercarse al Mundial 2026
El Alto, ciudad de Bolivia que se ubica a 4.150 metros sobre el nivel del mar, fue el fortín del los del 'Altiplano' para clasificar al repechaje del Mundial 2026.

Jugadores bolivianos celebran la victoria por 1-0 ante Brasil por las Eliminatorias sudamericanas, el martes 9 de septiembre de 2025.
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EFE
Autor:
aFP / Redacción Primicias
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Bolivia debió escalar más alto aún para encontrar el chance de volver a un Mundial después de tres décadas. En uno de los estadios más altos del mundo, y con una nueva generación de jugadores, se clasificó al repechaje para el Mundial 2026.
Todo bajo el sello del boliviano Óscar Villegas, quien asumió la orientación del equipo a mediados de 2024.
Bolivia cerró el clasificatorio sudamericano el martes 9 de septiembre en la séptima posición con 20 puntos en 18 partidos, por delante de los eliminados Venezuela (18), Perú (12) y Chile (11).
El conjunto de Villegas venció el martes a Brasil por 1-0 y jugará en marzo la repesca para el Mundial de Norteamérica.
Dos representantes de la Concacaf y uno de Asia, África, Sudamérica Bolivia) y Oceanía (Nueva Caledonia) se disputarán los últimos dos cupos para la cita cumbre del fútbol.
Sergio Apaza, exdirector técnico boliviano, destacó el paso a la siguiente fase pero hizo énfasis en la preparación de cara al repechaje.
Rumbo al objetivo de volver a una Copa del Mundo, "tenemos que tener rivales y jugar en Europa, con rivales fuertes (...) porque está demostrado que jugadores tenemos", señaló.
Un estadio a más altura
Villegas, de 55 años, venía de dirigir al equipo local Always Ready, que precisamente tiene como sede Villa Ingenio, el estadio de la ciudad de El Alto, a 4.150 metros sobre el nivel del mar y vecina a La Paz.
El timonel tomó la decisión de migrar a El Alto desde el histórico Hernando Siles, a 3.650 msnm. El seleccionador justificó entonces su decisión: "El Maracaná debe tener muchísima más historia que el Siles y cuando quieren jugar con Bolivia nos llevan al (norte a) Belén, a Recife, lugares más húmedos y cálidos donde pueden hacer más diferencia".
Apaza, quien dirigió equipos varios equipos bolivianos de los Andes y el llano, reconoce sin rodeos: "La altura no es un mito, la altura influye".

A menos concentración de oxígeno, los jugadores sienten mayor desgaste físico. De ahí que los estrategas se vean obligados a ajustar sus módulos tácticos, imprimiendo menos velocidad al juego.
Los números de La Paz y El Alto
Los números muestran que Bolivia se benefició de la altura de El Alto en esta eliminatoria. De los nueve partidos como local, tres fueron en La Paz y seis en la actual sede de la selección boliviana.
En el Hernando Siles perdió dos encuentros (3-0 ante Argentina y 2-1 ante Ecuador) y ganó uno (2-0 a Perú).

En El Alto empató dos (2-2 ante Paraguay y 0-0 ante Uruguay) y ganó cuatro (4-0 a Venezuela, 1-0 a Colombia, 2-0 a Chile y 1-0 a Brasil), sumando 14 de los 20 puntos que recogió en el premundial.
Un equipo con sangre nueva
Villegas también tomó la decisión de dejar fuera de las convocatorias a los históricos y buscar sangre nueva.
No prometió la clasificación cuando asumió el puesto, sino trabajo. Las experiencias anteriores del argentino Gustavo Costas y el brasileño Carlos Antonio Zago dejaban el sabor de un nuevo fracaso en puertas.
Apaza reconoció que "algún iluminado" de la Federación Boliviana de Fútbol tuvo el acierto de sugerir por un cambio generacional.
"Tenemos a Oscar Villegas, que está acostumbrado a trabajar con jóvenes y conoce el medio. Haremos eso, y han hecho un plan para diez años", destacó el hoy comentarista. Bolivia tuvo un promedio de edad de 23 años, inusual en anteriores eliminatorias mundialistas.
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