"¡Nos vamos al Mundial!", el célebre y profético grito de gol en un partido de Ecuador y Perú, ¿se repetirá?

La Selección de Ecuador se enfrenta el 10 de junio a la de Perú en Lima por las Eliminatorias y es inevitable recordar el partido de hace 24 años, quizás uno de los más memorables de la historia de la Tricolor. Y esto no solo por el marcador, un 2-1 heroico, sino por el contexto casi novelesco de este cotejo. 

Los partidos con Perú siempre han tenido una carga extra de sentimiento para los ecuatorianos. Veinticuatro años después vivimos en otra época, una en que los estudiantes ya no deben aprobar la materia de 'Historia de Límites' ni se torturan mirando esos mapas incompletos, así que la sensación de que es prohibido perder con ese rival por causas patrióticas ya no existe. Gracias a Dios.

Pero en 2001 aún estaba muy fresca la Guerra del Cenepa y la firma de la paz. Todavía persistía esa obligación de no fallar con Perú, potenciada por un contexto deportivo inédito: la Tricolor llegó a ese partido luego de una racha de triunfos sobre Chile, Venezuela, Brasil (¡el primero de la historia de las eliminatorias!) y Paraguay. La presión de que Ecuador estaba cerca de clasificarse a su primer Mundial era enorme.

• ¿Hemos sido demasiado duros con Beccacece? El DT de Ecuador hace historia y eso no les gusta a algunos

Además, estaba el contexto interno, el autoboicot que nunca falta en Ecuador. El 8 e mayo, el entrenador colombiano Hernán Darío Gómez había sufrido un atentado en la cafetería del Hilton Colón de Guayaquil. El 'Bolillo' recibió un balazo en la ingle derecha y acabó con una fractura de tabique, en un acto criminal que conmocionó al país.

Hernán Darío Gómez viajó a Colombia para recuperarse de las heridas y anunció que mejor renunciaba.  Una semana antes del partido con Perú, el capitán Álex Aguinaga y el zaguero Iván Hurtado viajaron a Medellín para convencer al 'Bolillo' de que regrese. Lo lograron y volvieron a Ecuador con Hernán Darío Gómez en una avioneta fletada por la Ecuafútbol.

Para escapar del desconcertante ambiente (la gente recibió con cariño al entrenador y los medios ahondaban en el caso judicial por el atentado), el equipo nacional anticipó el viaje a Lima, ciudad a la que arribó el 29 de mayo. 

• Estos son 23 datos que todo hincha debe saber de la histórica clasificación de Ecuador al Mundial de Corea-Japón 2002

Con el cuartel general en el Marriot del exclusivo sector de Miraflores y prácticas en la sede de Sporting Cristal, el 'Bolillo' pudo preparar con calma este partido, que se jugaría en el estadio Monumental de Universitario de Deportes, inaugurado el 2 de julio de 2000. De hecho, era la primera vez que Perú utilizaba ese recinto. Estaba nuevito.

El partido se jugó en el otoño limeño, el 2 de junio. Perú se había puesto en ventaja desde el minuto 2 gracias a Claudio Pizarro. Nueve minutos después, Édison Méndez logró el empate 1-1. Y de ahí al minuto 90, todo fue tensión, al punto que el propio Méndez se fue expulsado al 82. Y el arquero José Francisco Cevallos y el volante Edwin Tenorio recibieron tarjetas amarillas, con lo cual no podrían jugar el 15 de agosto ante Argentina. 

En medio del partido, 'El Bolillo' sufrió un quebranto de salud: en el minuto 60 la presión se le subió, por lo que siguió el cotejo desde el camerino. Álex Aguinaga, que no jugó porque estaba lesionado, asumió la conducción técnica. 'El Güero' sacó a un exhausto Iván Kaviedes y metió a Ángel 'Cuchillo' Fernández. Todo era una locura y todo pintaba para el empate. 

• ¿Dónde están los jugadores que llevaron a Ecuador a su primer Mundial?

Pero no. Al minuto 89, 'Cuchillo' recibió una pelota en zona de Ecuador y decidió un pase largo a Agustín Delgado, tan preciso que rompió la trampa del fuera del juego. El 'Tin', quizás en lo que se convirtió en su jugada más célebre, aguantó la marca de su celador y definió tras eludir al arquero Miguel Miranda. Fue un contragolpe maestro.

Tan célebre como ese gol fue la narración de Alfonso 'Pocho' Harb, quien gritó "¡nos vamos al Mundial, nos vamos al Mundial, nos vamos al Mundial!" desde que Agustín Delgado recibió la pelota hasta que la mandó a guardar. En realidad, narraba Vicente Salgado, pero Harb, de la emoción, entró al relato.

Con ese triunfo, festejado ante 5.000 eufóricos hinchas ecuatorianos, la Tricolor registró cinco triunfos seguidos en las Eliminatorias al Mundial y se consolidó en el tercer lugar de la tabla, a falta de cinco fechas más. Y el grito de "¡Nos vamos al Mundial" resultó profético, pues en la penúltima jornada, con un empate 1-1 con Uruguay, por fin se selló la clasificación. 

Para el partido del 10 de junio de 2025, Ecuador llega a Lima en otras circunstancias, mejor colocado en la tabla y con un Perú prácticamente eliminado. Si la Tricolor triunfa, el "¡Nos vamos al Mundial" no será una profecía, sino un hecho.