Racing de Estrasburgo, el club que cambió de nacionalidades y al que podría llegar Kendry Páez
El Racing de Estrasburgo Alsace fue fundado en 1906 por un grupo de estudiantes del barrio de Neudorf quienes, con ayuda de sus ahorros y el apoyo de un profesor, compraron una pelota de fútbol. Así formaron un equipo y posteriormente fundaron la institución.

El presidente del Racing de Estrasburgo, Marc Keller, durante una visita al estadio del club, el 10 de marzo de 2025.
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Pocos clubes en el mundo pueden presumir haber cambiado de nacionalidad varias veces. Estrasburgo fue alemana hasta el final de la Primera Guerra Mundial. Francesa entre guerras. Ocupada nuevamente por Alemania durante la Segunda Guerra Mundial y, finalmente, parte estable de Francia.
El Racing jugó tanto en la liga alemana como en la francesa en diferentes épocas, un caso prácticamente único en el fútbol europeo.
Es uno de los seis equipos que ha ganado los tres principales torneos de Francia: la Ligue 1 en la temporada 1978-79, la Copa de Francia (1951, 1966 y 2001), y tres Copas de la Liga (1997, 2005 y 2019).

Una historia agitada, única
La historia del Racing de Estrasburgo está íntimamente ligada a la historia convulsa de Alsacia, una región que cambió de manos entre Francia y Alemania en varias ocasiones.
El club fue fundado el 1 de junio de 1906 por un grupo de estudiantes bajo el nombre de FC Neudorf, ya que entonces el fútbol no era un deporte bien visto por las autoridades alemanas.
No fue hasta 1919, al final de la Primera Guerra Mundial y con el retorno de Alsacia a Francia, que cambió su nombre a Racing Club de Strasbourg, adoptando una denominación más francesa y siguiendo la tradición de los clubes de la capital, como el Racing Club de France.

Pero la historia no terminó allí. Durante la invasión alemana en la Segunda Guerra Mundial, Estrasburgo fue incorporado por el régimen nazi. El club fue forzado a germanizarse y por eso se llamó 'Rasen-Sportgemeinschaft Straßburg', jugando en la Gauliga Elsaß, el campeonato regional bajo control nazi.
Tras la liberación en 1944, recuperó su nombre original y volvió a la liga francesa. Pero esas décadas turbulentas dejaron una marca profunda. Para muchos, el Racing representa no solo un club de fútbol, sino una especie de frontera simbólica entre dos culturas que han convivido durante siglos.
A partir de allí, el equipo vivió años de muchos altibajos, hasta que en 1979 atravesó una época dorada: conquistó la Ligue 1 por primera vez y única en su historia.
Aquella hazaña fue liderada por Gilbert Gress, un técnico carismático que revolucionó su impronta de juego. Con jugadores en su mayoría nacidos en Alsacia, el título fue un orgullo regional único. El estadio de la Meinau, la casa del club desde 1914, se identificó con una afición tan apasionada como localista.
De todas formas, la alegría no duró mucho. Problemas económicos, malas administraciones y un flojo rendimiento deportivo marcaron las décadas siguientes. En 2011, el Racing fue declarado en quiebra y descendió a la quinta división del fútbol francés. Para muchos, era el fin. Pero la afición no lo permitió.
Gracias a una masiva campaña de apoyo de los hinchas y una gestión renovada, el equipo resurgió. En seis años ascendió de la quinta a la primera división y en 2017 regresó a la Ligue 1. Mientras que en 2019 levantó la Copa de la Liga, su primer título en 14 años.
Una venta necesaria
La historia del club sumó un nuevo capítulo en junio de 2023, cuando fue adquirido por el grupo empresarial del Chelsea de Inglaterra.
El consorcio propietario del Chelsea, BlueCo, aseguró que mantendrá a su actual presidente, Marc Keller, y se comprometió a "invertir en el crecimiento del club en todas sus categorías, desde la cantera hasta el primer equipo".
Es por esa razón que Kendry Páez, quien ya ha entrenado y concentrado con el equipo, podría irse cedido desde el Chelsea por unos meses, para completar su proceso de adaptación a Europa antes de dar el salto a la Premier League.

Hoy, Racing de Estrasburgo es un símbolo de resiliencia. Con una de las hinchadas más fieles de Francia y un estadio que suele colgar el cartel de "completo", el club sueña con competir en Europa.
Además de Páez, el plantel cuenta con otros sudamericanos, como el argentino Valentín Barco y el brasileño Andrey Santos.
Lo cierto es que pocos equipos en el mundo han sido tan moldeados por la historia, la geografía y la cultura como Racing, un emblema de identidad regional, un sobreviviente de guerras, crisis y quiebras.
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