Auditoras se han negado a revisar las cuentas opacas de Petroecuador; el Gobierno de Noboa lo intentará de nuevo
Deloitte, PwC y E&Y han sido contactadas por el Gobierno para iniciar la autoría de balances de Petroecuador, CNEL y Celec. En el caso de Petroecuador ya se intentó concretar esta revisión en 2022, pero no hubo interés de las empresas.

Imagen referencial de la fachada del edificio de Petroecuador en Quito.
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Petroecuador
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La auditoría a los balances financieros de la mayor petrolera de Ecuador la estatal, Petroecuador, ha sido un dolor de cabeza para los distintos gobiernos en Ecuador; ahora el presidente Daniel Noboa anunció que hará un nuevo intento por concretarlo.
"Petroecuador, Cnel y Celec serán auditadas por tres de las cuatro empresas auditoras más prestigiosas a nivel mundial: Deloitte, PWC y E&Y han sido contactadas por el Gobierno Nacional para iniciar procesos de autoría", dijo Carolina Jaramillo, nueva vocera del Gobierno Nacional, este 2 de junio de 2025.
Y añadió que esas auditorías pueden incluir revisiones forenses, financieras y de revalorización de activos.
Si bien es un proceso de conversaciones que está iniciando, Jaramillo consideró que es una buena noticia para el país que las empresas auditoras de talla internacional hayan mostrado interés en acercarse para auditar.
El objetivo, según Castillo, es sanear a las empresas, aunque dijo que el Gobierno está consciente de que será un proceso.
"La visión del Presidente es desterrar la corrupción arraigada de estas empresas y transformarlas en empresas competitivas de talla mundial", añadió.
Auditoras se han abstenido en el pasado de dar su opinión
Uno de los principales problemas que ha tenido Petroecuador para auditar sus balances financieros ha sido el no contar con datos suficientes o tener información con inconsistencias.
Petroecuador, por ejemplo, tiene cuatro balances financieros de 2015, 2016, 2017 y 2018, pero con abstención del auditor.
El consultor y auditor Ramiro Crespo explica que un informe con abstención "no valen nada", puesto que refleja que el auditor no puede decir, por falta de elementos suficientes, que los balances de una empresa reflejan su situación real.
Para Crespo, las auditorías externas a los balances son una exigencia de la Ley de Empresas Públicas, pero que ha quedado en letra muerta. "No se cumple", dice el experto, que explica, con un ejemplo, la gravedad del incumplimiento.
Dice que la extinta Petroamazonas (que en 2020 se fusionó con Petroecuador) buscaba auditar sus balances, pero el auditor externo encontró varios problemas:
No cumplían con las leyes y decretos relacionados con el tema petrolero
Clientes de Petroamazonas, como Petroecuador, no respondían los pedidos de información del auditor.
No podían conciliar las cuentas de caja y bancos; es decir, no sabían cuánto tenían en efectivo.
Lo anterior evidencia la situación en la que se encuentran las empresas públicas en Ecuador, dice Crespo.
Otro ejemplo, según Crespo: la petrolera Petroecuador define casi que "al ojo" el valor de sus activos.
Un concurso fallido
La auditoría a los balances de Petroecuador llegó a ser parte de los acuerdos del programa de crédito que Ecuador firmó con el Fondo Monetario Internacional (FMI), en octubre de 2020.
Como parte de esa carta de intención, Petroecuador se comprometió a que firmas externas auditaran sus balances financieros de 2019, 2020 y 2021. Para ello, la estatal petrolera tenía financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Así fue como en agosto de 2022 lanzó una licitación internacional, en la que invitó a las cuatro empresas auditoras más grandes del mundo, pero declinaron participar.
Según el exministro de Energía, Fernando Santos, uno de los problemas era que Petroecuador recién se había fusionado con Petroamazonas y había dificultades para homologar los balances porque Petroecuador los presentaba de una forma y Petroamazonas de otra.
"Además de que el FMI solo acepta a las auditoras más grandes para este tipo de informes y estas habían declinado", dijo Santos.
Crespo añade que también hubo problemas en las bases del concurso, pues ahí se obligaba a que la auditora externa siga las instrucciones del jefe del proyecto, que era Petroecuador. "Eso era una burla porque una auditoría tiene que ser independiente", dijo Crespo.
Un nuevo intento
Pero la falta de una auditoría siguió estando en la preocupación de los organismos multilaterales. En el acuerdo con el FMI de abril de 2024, el Gobierno de Noboa informó al multilateral que en enero de ese año contrató ya una firma de auditoría independiente de primer nivel, con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El Gobierno dijo en ese entonces que tenía previsto "completar y compartir con el personal técnico del FMI los resultados de las auditorías de 2019 y 2020 hasta marzo de 2025.
"Abordaremos gradualmente cualquier problema identificado en las auditorías en el futuro", agregó el Gobierno en el documento.
Crespo añade que para poder auditar los balances de Petroecuador hay que hacer un inventario de los activos y pasivos, y rehacer la contabilidad. "No se puede confiar en los números (...) Ahí se va a encontrar toda la corrupción de la empresa".
"No se puede confiar en los números (...) Ahí se va a encontrar toda la corrupción de la empresa".
Ramiro Crespo, consultor económico
Crespo recordó que Ecuador es parte, desde octubre de 2020, de la Iniciativa de Transparencia de las Industrias Extractivas, pero hasta ahora no se ha cumplido.
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