Estas son las claves para entender qué implicaría el desarrollo de una planta nuclear en Ecuador
¿Cuánto tiempo le tomaría al país construir una planta nuclear, qué implica y cuánto costaría? Se lo contamos en este video.
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Unos la ven como una amenaza latente luego de la última tragedia en Fukushima. Otros la consideran la vía más barata y limpia para generar electricidad. Hablamos de la energía nuclear.
Ecuador ahora está mirando a esta fuente energética como una posible solución a su crisis eléctrica. ¿Pero qué implicaciones tiene?
La energía nuclear perdió impulso en las últimas décadas.
En marzo de 2011, un terremoto y un tsunami dañaron el sistema de refrigeración en la planta nuclear de Fukushima, en Japón. El calor extremo generó hidrógeno que, aunque no derivó en una explosión nuclear, sí causó detonaciones químicas que comprometieron la estructura de la planta y liberaron material radiactivo. Unas 160.000 personas debieron abandonar sus hogares y, de ellas, unas 40.000 aún no han podido regresar.

El desastre de Fukushima es considerado el segundo accidente nuclear más grave de la historia, después de Chernóbil (URSS, 1986). Ambos son los únicos dos accidentes clasificados en el nivel 7, el más alto en la Escala Internacional de Eventos Nucleares (INES), que mide la gravedad de los incidentes.
Fukushima reforzó la percepción de riesgo sobre esta fuente de energía y desalentó las inversiones que los países venían haciendo. Así, en 1980, la energía nuclear representaba entre un 18% y 20% de todas las energías producidas en el mundo. Ahora, su peso es de solo el 9%.
Siete plantas nucleares en América Latina
Según la Asociación Nuclear Mundial, hay 439 plantas nucleares en el mundo al 28 de mayo de 2025, con una capacidad de 397.800 megavatios de potencia. Esto es 55 veces la capacidad de generación del sistema eléctrico de Ecuador, compuesto por hidroeléctricas, termoeléctricas y sistemas eólicos y solares.
Además, hay otros 68 reactores nucleares en construcción y 108 en planes de construcción.
En América Latina, el desarrollo de la energía nuclear se restringe a solo tres países: México, con dos plantas; Argentina, con tres; y Brasil, con dos.

De hecho, la planta más antigua en la región es la construida en 1974 en Argentina y llamada Atucha I.
Con unos 5.000 megavatios de capacidad, la energía nuclear representaba apenas el 2,2% de toda la electricidad generada en la región a mayo de 2025.
Los planes de Ecuador
El 21 de febrero de 2025, el Gobierno de Daniel Noboa anunció que tiene una hoja de ruta para implementar energía nuclear hasta 2029.
Ecuador la ve como una solución de largo plazo para terminar con los cortes de luz. Su interés específico es construir una planta nuclear modular. La principal diferencia con un reactor tradicional está en el tamaño.
Un reactor tradicional genera hasta 1.600 megavatios, lo que casi equivale a la energía que produce la hidroeléctrica más grande de Ecuador, que es Coca Codo Sinclair. Una modular produce hasta 300 megavatios.
Aunque el Gobierno ha dicho que la planta modular comenzará a generar energía en 2029, el camino para conseguir ese objetivo podría tomar más tiempo. Y requerirá de una fuerte institucionalidad, estudios técnicos y personal altamente capacitado. Roque Santos, Jefe del Departamento de Ciencias Nucleares de la Escuela Politécnica Nacional lo explica.
El Organismo Internacional de Energía Atómica, que es el ente que coordina, organiza el uso de la energía nuclear en el mundo, estima que un país que ingresa a un programa nuclear se tardará entre 12 y 15 años en instalar una planta, explica Santos.
Debido a eso, dice el experto, el programa nuclear debe ser lo suficientemente robusto para que se mantenga en el tiempo y no dependa de un Gobierno específico. "Caso contrario, cambia el Gobierno y viene otra administración con una nueva visión y frena todo lo avanzado. Esa no es la idea. Tiene que ser una política de Estado".
Habrá que crear una Agencia de Control Nuclear
Hay dos pasos clave de un programa nuclear es tener una ley y luego crear una autoridad reguladora y de control nuclear, fuerte e independiente. Ese organismo estatal deberá revisar los estudios del sitio donde se construirá la planta, los diseños de la central, su construcción y operación para que funcione adecuadamente.
Solo definir el sitio donde se levantará la central nuclear suele tomar de uno o dos años, explica Santos.
"Hacer el estudio toma tiempo porque es complejo, hay que realizar informes detallados. Por ejemplo, de las corrientes de agua fluyen en la zona, de las poblaciones que hay en los alrededores y de cómo va a impactar la central. Hay que ver que no tenga mayor movimiento sísmico ni que pueda sufrir de inundaciones", dice el experto.
El Gobierno ha hablado de que un sitio para la central nuclear podría ser la provincia costera de Santa Elena, pero no ha dado más detalles del porqué del sitio.
En todo caso, Santos dice que es positivo que el país comience a discutir sobre la energía nuclear.
Según el experto, uno de los países con experiencia en plantas nucleares de pequeña escala es Canadá, donde les tomó siete años.
Santos explica que Argentina ha sido capaz de desarrollar su propia tecnología nuclear de tamaño pequeño y mediano, presentando una versión propia del equipo que podrían vender al mundo.
El experto dice que una planta nuclear es una energía limpia y que una vez instalada puede generar electricidad de manera estable, barata y permanente, aunque el costo inicial es alto.
El experto dice que una planta nuclear tradicional puede llegar a costar USD 7.000 millones, mientras una modular de 3200 megavatios puede costar entre USD 2.000 millones a 3.000 millones.
Una pastilla de uranio del tamaño de una uña puede producir tanta energía como una tonelada de carbón o 150 galones de combustible.
¿Y los riesgos?
¿Ecuador está preparado para avanzar en este tipo de energía, considerando las fallas de construcción de proyectos energéticos con menos riesgos como las hidroeléctricas? Santos cree que Ecuador podría ser capaz de construir una planta nuclear si hay autoridad reguladora fuerte e independiente.
Una ventaja que ve Santos en las centrales modulares es que una vez que la cantidad de energía ya ha sido extraída de uranio, toda la estructura de material radioactivo puede ser desmontada fácilmente y llevada al país de origen del proveedor y que luego instale un nuevo reactor en las facilidades que ya fueron construidas.
"Como si fuera una pila y la pila gastada se la lleva el proveedor", dice Santos.
Lo anterior minimiza los riesgos ambientales. El hecho de que sea más pequeña también reduce los riesgos de accidentes por sismos. "No los elimina, pero sí los minimiza", dice Santos.
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