Sector petrolero: Gobierno de Noboa queda en deuda en 2025 y la producción cierra por debajo de la meta
Caída de producción, baja inversión y retrasos en proyectos marcan el cierre del sector petrolero de 2025. Lea un informe.

Imagen referencial de instalaciones petroleras a cargo de la empresa estatal Petroecuador, 6 de junio de 2025.
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El desplome de la producción dejó a 2025 como el peor año del sector petrolero ecuatoriano desde 2003.
El sector termina el año, además, con una baja inversión, retrasos en proyectos clave y en medio de un contexto marcado por una profunda inestabilidad administrativa de Petroecuador, la mayor petrolera del país, responsable de cerca del 80% de la producción nacional de crudo.
La producción promedio de petróleo de Ecuador se ubicó en 440.687 barriles diarios en promedio entre enero y el 25 de diciembre de 2025. Es una caída del 7,3% frente al año previo, y marcó su nivel más bajo desde hace 22 años.
A este desempeño se sumó el descenso en la producción de combustibles, que entre enero y octubre de 2025 se redujo alrededor de 10%, afectada principalmente por los reiterados problemas en la Refinería de Esmeraldas.
Baja inversión
Entre los principales factores detrás de este resultado fue la falta de inversión en la mayor petrolera del país, Petroecuador. Entre enero y noviembre de 2025, Petroecuador destinó apenas USD 357 millones a inversión, una reducción de 80% frente al mismo período del año anterior.
El mayor recorte fue en el área de exploración y explotación, que es la que más recursos demanda. Ahí solo se invirtieron USD 314 millones entre enero y noviembre de 2025, casi seis veces menos que en iguales meses de 2024, cuando fueron USD 1.767 millones.
Esta restricción se reflejó en una menor actividad operativa: en el campo más productivo y rentable de Ecaudor, Sacha, por ejemplo, se perforaron solo seis pozos entre enero y noviembre de 2025, frente a 16 en 2024.
Para impulsar la producción de este campo, el Gobierno de Daniel Noboa anunció su adjudicación directa y sin concurso a un consorcio chino-canadiense Sinopetrol, que ofreció dar un bono de USD 1.500 millones, para lo que tenía un mes.
Pero, en medio de crecientes críticas por el proceso que fue calificado de poco transparente, el presidente Noboa emplazó al consorcio a entregar el dinero en un plazo menor, siete días, lo que no pudo ser cumplido por el consorcio, que apeló a que se respete el plazo inicial. Finalmente, el proceso se dio de baja y el campo volvió a manos de Petroecuador.
Cierre progresivo del ITT siguió
Otro hecho que impactó negativamente en la producción fue el cierre progresivo del campo petrolero Ishpingo Tambococha Tiputini (ITT), ubicado en el Yasuní para cumplir con el mandato ciudadano de la consulta popular de agosto de 2023, cuando una mayoría de ecuatorianos votó para cerrar esta área.
Entre enero y noviembre de 2025, el ITT reportó una producción de 41.010 barriles diarios, es una caída del 15% respecto a iguales meses del año pasado.
Sabiendo que el año estuvo marcado por estos hechos, la apuesta del Gobierno era recuperar la producción hasta finalizar el año y cerrar, al menos, diciembre en 500.000 barriles diarios de petróleo, pero tampoco se cumplió la meta. Diciembre terminó con una producción de 465.800 barriles diarios.
Refinería Esmeraldas, paralizada la mayo parte del año
En refinación, la inversión acumulada llegó a USD16,5 millones entre enero y noviembre de 2025, un monto casi similar al del año previo (USD 11,8 millones), pese a que la Refinería de Esmeraldas sufrió un incendio en mayo de 2025 y hasta el cierre noviembre no pudo operaba a plena capacidad.
Todo esto obligó a incrementar las importaciones de diésel y gas doméstico. Este mayor uso de combustibles importados encareció el abastecimiento interno y presionó el gasto público.
A los problemas operativos se sumaron los retrasos en proyectos estratégicos. El más crítico fue el nuevo trazado del SOTE, necesario para mitigar los riesgos de la erosión regresiva del río Coca, un fenómeno que ya provocó paralizaciones y cierre de pozos petroleros en julio de 2025 por las que la economía dejó de percibir USD 560 millones en ingresos por venta de petróleo.
Como consecuencia, el transporte de crudo por los oleoductos SOTE y OCP cayó alrededor de 8% hasta noviembre de 2025 frente a iguales meses del año pasado.
Pese a que el costo estimado para modificar el trazado de los ductos bordea los USD 100 millones, la inversión ejecutada en el sistema de transporte hasta noviembre de 2025 fue de apenas USD 3 millones, dejando latente el riesgo de nuevas paralizaciones.
El deterioro financiero de Petroecuador también estuvo ligado a su rol como fuente de liquidez del Estado.
A través de los llamados convenios de liquidez, las empresas públicas transfirió recursos al Ministerio de Economía y Finanzas para cubrir necesidades fiscales, con el compromiso de devolución futura.
Petroecuador, marcada por la inestabilidad
Este escenario se vio agravado por una fuerte inestabilidad administrativa. Entre noviembre de 2023, cuando empezó la administración del presidente Noboa y diciembre de 2025, Petroecuador tuvo ocho gerentes.
Estos tuvieron una duración promedio inferior a tres meses. Incluso, uno de ellos permaneció en el cargo apenas 9 días, reflejando la fragilidad institucional de la empresa.
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