Lindsay Lohan revela que sufre estrés postraumático, mientras promociona la secuela 'Otro viernes de locos'

Generalmente, la fama tiene un precio alto y Lindsay Lohan lo sabe. Nacida en Nueva York, la actriz que alcanzó el reconocimiento mundial a sus 10 años habló abiertamente del peso de llegar a la cima. 

En una entrevista con el medio The Sunday Times, en el marco de la promoción de su más reciente película, la secuela 'Otro viernes de locos', Lindsay confesó que el acoso mediático le generó una enfermedad mental: trastorno por estrés postraumático.

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"Quieres alcanzar el reconocimiento, aunque quizás no todos los aspectos que conlleva. No estás pidiendo que te sigan ni que la gente se entrometa", dijo quien interpreta a 'Anna Coleman' en las películas 'Viernes Loco' (2003) y 'Otro viernes de locos' (2025). 

Lindsay ahora tiene un hijo de dos años y no quiere que él viva la experiencia de ser perseguido por los paparazis. 

"Fueron momentos aterradores de mi vida, sufro de TEPT extremo (Trastorno por estrés postraumático) por este tipo de cosas. Situaciones muy invasivas."

Lindsay Lohan

¿Qué es el trastorno por estrés postraumático? Según Clínica Mayo, esta enfermedad de salud mental es "causada por una situación de estrés o aterradora, ya sea que la hayas vivido o presenciado".

La artista estadounidense dijo que vivió situaciones "realmente aterradoras" y reza para que esos momentos no regresen porque "no es seguro ni justo".

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Saltó a la fama como ídolo infantil, pero a medida que crecía las polémicas se dispararon alrededor de su consumo de drogas, arrestos y violaciones a la libertad condicional, hechos que la hicieron blanco de paparazis que buscaban frenéticamente capturar imágenes de sus peores momentos. 

Ella relata que muchas veces ella no se da cuenta de las cámaras, pues pueden pasar "desapercibidas" y quienes la acompañan se dan cuenta. "Te vuelves cauteloso con cada movimiento que haces", dice. 

Durante la entrevista, Lindsay Lohan dice que prefiere que simplemente le pregunten si le pueden hacer una fotografía o no. Ella cree que ahora la situación es más llevadera. 

A pesar de lo mal que la actriz de 39 años pasó cuando alcanzó la fama, ella piensa que ahora, pese al auge de la tecnología y las cámaras en manos de todos a través de un teléfono celular, las cosas son mejores. 

"Gracias a las redes sociales, la gente puede contar su propia historia de la forma en que quieren que sea contada. Han recuperado el control de su vida", finalizó.