El impacto turístico de Bad Bunny en Puerto Rico: los atractivos de la isla, además de sus conciertos
"Compra local" dijo Bad Bunny en el inicio de su residencia de conciertos en Puerto Rico, que ha generado un alza en el turismo. ¿Cuáles son los principales atractivos de la isla?

Personas frente a un mural del cantante Bad Bunny en La Placita de Santurce, en San Juan, Puerto Rico, el 12 de julio de 2025.
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Autor:
AFP / Redacción Primicias
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Bad Bunny ha impulsado el turismo hacia su natal Puerto Rico como, probablemente, ninguna otra campaña del Gobierno lo ha hecho antes. Su residencia de 30 conciertos en San Juan, que comenzó el 15 de julio, ha elevado considerablemente la cifra de visitantes.
Aunque los nueve primeros conciertos son exclusivos para residentes de Puerto Rico, estado independiente asociado a Estados Unidos, los otros 21 conciertos son abiertos al público y las 400.000 entradas se vendieron en un tiempo récord de cuatro horas.
Un día antes de comenzar la residencia de conciertos, Bad Bunny publicó el mensaje: "Compra local". Su potente mensaje es aplaudido por la industria turística de la isla caribeña.
"Es un momento increíble para la isla", afirma Davelyn Tardi, de la agencia de promoción Discover Puerto Rico.

La organización estima de forma conservadora que la residencia, como se conoce a esta batería de actuaciones, aportará a Puerto Rico unos 200 millones de dólares durante los aproximadamente tres meses que durará, que coinciden con el verano, normalmente de temporada baja.
Atractivos turísticos de Puerto Rico
El Gobierno de Puerto Rico describe a la isla como una mezcla de culturas, donde los españoles y africanos dieron los primeros trazos a las costumbres y tradiciones que se mantienen en la isla hasta la actualidad.
Además de sus playas (alrededor de 1.200), Puerto Rico ofrece arquitectura colonial y fortalezas en el Viejo San Juan, bosque tropical lluvioso en El Yunque, entre otros atractivos.
Viejo San Juan

El barrio histórico de la capital de Puerto Rico, con edificios que reflejan la arquitectura de los siglos XVI y XVII, calles llenas de artesanos y galerías de arte, un cementerio frente al mar, fortalezas que defendían a la isla de piratas y más. El distrito Viejo San Juan es Patrimonio de la Humanidad.
Playa Flamenco
Ubicada en Culebra, Playa Flamenco ofrece arena blanca y aguas tranquilas para relajarse.
La Playuela o Playa Sucia

Ubicada en Cabo Rojo, La Playuela, también conocida como Playa Sucia, es considerada una joya en forma de media luna que además de sus refrescantes aguas ofrece la posibilidad de caminatas por sus verdes alrededores.
Crash Boat
Ubicado en Aguadilla, esta playa se caracteriza por ser ideal para practicar snorkel, pesca y, durante el invierto, surf. Además, está cerca al famoso arrecife El Natural, donde muchos llegan a practicar buceo.
El Yunque
Llamado el 'corazón verde de la isla', el Parque Nacional El Yunque ofrece caminatas bajo vegetación gigante, laderas que llegan hasta playas, cascadas de unos 26 metros de alto, lagunas y decenas de especies de árboles, insectos, aves y reptiles.
Bahías Luminiscentes

Puerto Rico es uno de los pocos destinos en el mundo donde se puede apreciar el fenómeno natural de bahías luminiscentes, donde durante la noche millones de microorganismos iluminan el agua, creando efectos surrealistas. Se puede elegir entre: Bahía Mosquito, Laguna Grande, y La Parguera.
Castillos

En San Juan de Puerto Rico se encuentra el Castillo San Felipe del Morro, con vistas al mar; y el Castillo San Cristóbal, con un laberinto de túneles.
Casa Bacardí
En Cataño, Puerto Rico, está la Casa Bacardí, empresa fundada en Cuba en 1830, con sucursal en Puerto Rico desde 1936. Conocida como "la catedral del ron", se ofrecen tours diarios para conocer la historia de la producción de ron en el Caribe y, por supuesto, incluye una degustación de licor.
Las playas y Bad Bunny, orgullos de Puerto Rico
Azael Ayala trabaja en un bar de La Placita, uno de los punto de ocio nocturno más populares de San Juan. Cuenta a la AFP que el negocio va viento en popa, aún cuando recién comenzó la residencia de Bad Bunny.
"La situación ha cambiado por completo" esta temporada, afirma Ayala, de 29 años. "Estamos encantados (...) Las propinas están por las nubes".

Pero no solo importa el bolsillo. El hecho de que venga gente de todo el mundo a ver a Bad Bunny "también es un orgullo para Puerto Rico", añadió.
Quieren turistas, pero no gentrificación
Bad Bunny lo denunció en el documental que acompañó a su último álbum 'Debí Tirar Más Fotos', Puerto Rico no quiere gentrificación (proceso ante el cual, generalmente, una zona urbana popular o deteriorada se renueva ante el desplazamiento de su población original por otra con mayor poder adquisitivo, usualmente extranjeros).
Aunque el turismo es desde hace décadas el motor económico de la isla, el impacto de este sector ha puesto en pie de guerra a los residentes, preocupados por la explosión del desarrollo inmobiliario de lujo, los alquileres a corto plazo y la llegada de los llamados "nómadas digitales".
Los extranjeros que visitan la isla, en general, son ajenos a las luchas diarias que tienen que lidiar los locales: una crisis económica agravada por el aumento de los precios de la viviendas, la multiplicación de los desastres naturales y los apagones, también cada vez más frecuentes.
Benito Antonio Martínez Ocasio, Bud Bunny, ha denunciado estos problemas en sus canciones. "En mi vida fuiste turista", dice en su tema "Turista". "Tú solo viste lo mejor de mí y no lo que yo sufría".

El historiador Jorell Meléndez Badillo explica que Puerto Rico siempre esperó la llegada de inversión extranjera, pero "mucha gente ve el turismo como una especie de trasfondo colonial".
Aunque cuando se trata de Bad Bunny todo cambia. "No podemos negar el hecho de que va a traer millones de dólares" a la isla, añadió. "Podemos agradecer lo que Benito está haciendo y al mismo tiempo analizarlo críticamente, y tener una conversación sobre qué tipo de turismo" atraerá.
"Compra local"
Ana Rodado viajó a Puerto Rico desde España después de que un amigo puertorriqueño le regalara una entrada para uno de los conciertos. Ella reservó un viaje de cinco días con otra amiga que incluía una visita a la playa de Vega Baja, el municipio en el que Bad Bunny creció y trabajó empaquetando alimentos antes de saltar a la fama.

Después de posar para una foto en la plaza del pueblo, Rodado explicó a la AFP que siguió al pie de la letra la llamada del músico a comprar "local".
"El turismo es un problema global, no solo en Puerto Rico, entonces creo que en la medida de las posibilidades de cada uno hay que ser responsable con las elecciones de consumo y sobre todo con el impacto que tiene tu viaje en cada lugar", explica.
Sea como fuere, la residencia de Bad Bunny es una carta de amor a su pueblo que se centra en la herencia, el orgullo y la alegría.
"¡Estamos aquí, puñeta. Y no nos vamos de aquí por los próximos tres meses, tres meses es poco (...) vuelvo por los próximos 100 años si Dios me lo permite yo voy a estar aquí", exclamó al público en el primer concierto el 11 de julio.
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