Turista se come una banana valorada en USD 6,2 millones en un museo de Francia
Un visitante mordió la famosa banana pegada con cinta adhesiva en una pared, que en realidad es una obra del italiano Maurizio Cattelan y exhibida en un museo de Francia.

Un visitante toma una foto de 'Comedian', la obra de la banana pegada a una pared con cinta, de autoría del italiano Maurizio Cattelan, en un museo de Francia, 7 de mayo de 2025.
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AFP
Autor:
Agencia AFP / Redacción Primicias
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Otro museo de Europa sufre un incidente curioso con uno de sus visitantes. Esta vez no involucró una silla de Swarovski, pero sí un banana que vale millones. Ocurrió en el Centro Pompidou de la ciudad francesa de Metz.
Según información del museo, un visitante mordió una banana pegada con cinta adhesiva en una pared, una obra del italiano Maurizio Cattelan y que era exhibida en el lugar.
"El equipo de vigilancia intervino con rapidez y serenidad, de acuerdo con los procedimientos internos", indicó a AFP la institución, ubicada en el este de Francia.
El incidente, que tuvo lugar el sábado, "no alteró en absoluto la integridad de la obra", que fue reinstalada minutos más tarde.
"Como la fruta es perecedera, se sustituye regularmente según las instrucciones del artista", precisó el museo.
Cattelan -cuya provocadora creación titulada "Comedian" fue comprada el año pasado por USD 6,2 millones en una subasta en Nueva York- lamentó que el visitante "confundiera la fruta con la obra de arte".
"En lugar de comerse la banana con piel y cinta adhesiva, el visitante se limitó a consumir la fruta", expresó, citado por el Centro Pompidou de Metz.
Según el diario Le Républicain lorrain, no se ha presentado ninguna denuncia.
¿Una banana es arte?
Esta obra del iconoclasta y provocador Cattelan, de la que existen tres ejemplares, cuestiona la noción de arte y su valor.
Ha dado mucho que hablar desde su primera exposición en 2019 en Miami, donde otro artista se la comió para denunciar su precio, que entonces era de USD 120.000.
También fue devorada por el empresario chino-estadounidense Justin Sun, días después de haber pagado una millonada por adquirirla.
"Es mucho mejor que las otras bananas", declaró en ese entonces Sun tras probar el primer bocado frente a decenas de periodistas en un lujoso hotel de Hong Kong.
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