El cementerio de los Protestantes, un patrimonio histórico que permanece en el olvido en el centro de Guayaquil
Un camposanto lleno de historia y que se creó durante el gobierno del presidente Juan José Flores. Alberga los restos de unos 190 fallecidos desde 1865. Esto pasa en Guayaquil.
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En pleno centro de Guayaquil se ubica un cementerio patrimonial que se encuentra cerrado al público, que agoniza entre el olvido ciudadano y la falta de obras que permitan el rescate de este espacio que alberga, desde 1865, a unos 190 fallecidos no católicos, la mayoría procedentes de Europa.
Se trata del cementerio de los extranjeros o también conocido como cementerio de los protestantes, con un área de 7.583 metros cuadrados en las calles Julián Coronel y Ximena, a la altura de la puerta 1 del Cementerio General de la Junta de Beneficencia.
Desde el enrejado que rodea este camposanto, se puede observar que las bóvedas acumulan yerba crecida y seca, polvo y desperdicios, una vista lamentable para quienes visitan este lugar lleno de historia.
Los vecinos del sector suelen acercarse a diario para dar de comer a los gatos que viven entre estas bóvedas históricas, mientras que los mendigos y personas sin hogar suelen trepar el enrejado para pasar la noche en este camposanto.
Geovanni Cantos, de 54 años, vive frente al cementerio. Él asegura que ya han realizado pedidos y que se han hecho algunas tareas de limpieza, pues el lugar se encontraba en un estado de mayor desaseo e insalubridad.
"Esto era lleno de puro monte, no se veía ni los ataúdes, por la insistencia de los moradores de aquí del barrio se logró hacer gestiones. No sabemos quién mismo está a cargo, la Junta de Beneficencia o el Municipio".
Geovanni Cantos, morador.
Para conocer las acciones realizadas en este camposanto, PRIMICIAS solicitó información al municipio de Guayaquil, que señaló que la institución encargada del cementerio era la Junta de Beneficencia. A esa entidad también se pidió una entrevista, que se encuentra pendiente.
La historia de este camposanto data de 1842 cuando el entonces presidente Juan José Flores, a pedido de los extranjeros que vivían en Guayaquil, expidió un decreto para fundar este cementerio. El lugar fue definido entre el cónsul de Inglaterra, Walter Cope, y el gobernador del Guayas, Vicente Rocafuerte. Sin embargo, se concretó décadas después, explica el historiador Ángel Emilio Hidalgo.
"Se dice que la primera tumba que se mantuvo hasta la actualidad corresponde a un británico que fue enterrado en 1872, estábamos en el gobierno de García Moreno. Yo hice una visita en 2010 y me di cuenta la tumba más antigua se remonta a 1885".
Ángel Emilio Hidalgo, historiador
El primer cuerpo que recibió el cementerio de extranjeros en Guayaquil fue el de Santiago Navarro Viola, un abogado argentino que fue ejecutado durante el gobierno de Gabriel García Moreno el 28 de junio de 1865, según reseña el historiador Rodolfo Pérez Pimentel.
El historiador Ángel Emilio Hidalgo hace un llamado para que la municipalidad de Guayaquil intervenga este camposanto lleno de valor urbano y que "alberga extranjeros que en aquella época dieron un importante aporte para el desarrollo de la ciudad".
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