Más rápido que la Fórmula 1: así trabaja el cerebro humano, el motor que nunca se apaga
El cerebro procesa información a velocidades sorprendentes, incluso superiores a las de un monoplaza de Fórmula 1. Cada 22 de julio se celebra su día mundial para recordar que cuidarlo no solo es una decisión inteligente, sino urgente.

Representación de un cerebro humano en 3D
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kjpargeter / Freepik
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El cuerpo humano esconde una de las estructuras más fascinantes y potentes jamás conocidas: el cerebro. Capaz de enviar señales eléctricas a más de 400 km/h, coordina cada movimiento, pensamiento y emoción, sin detenerse ni siquiera mientras dormimos. Este 22 de julio, en el Día Mundial del Cerebro, es momento de detenerse a pensar (literalmente) en cómo funciona esta maravilla de la naturaleza... y cómo cuidarla.
El motor silencioso que lo controla todo
Pese a representar solo el 2% del peso corporal, el cerebro consume el 20% de la energía total del cuerpo. Su arquitectura es tan compleja como precisa: regula emociones, lenguaje, movimiento, memoria y pensamiento lógico en sincronía con el entorno.
A diferencia de un músculo que descansa, el cerebro nunca se apaga, ni siquiera durante el sueño. Por eso, el descanso, la hidratación, una alimentación equilibrada y los estímulos adecuados no son un lujo: son una necesidad para que este órgano se mantenga activo y saludable.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades neurológicas representan una de las principales causas de discapacidad en el mundo, y su incidencia sigue en aumento, especialmente en personas mayores. La buena noticia es que muchas de estas condiciones pueden prevenirse o retrasarse con hábitos saludables desde edades tempranas.
¿Por qué existe un Día Mundial del Cerebro?
La fecha fue establecida en 2014 por la World Federation of Neurology (WFN), con el objetivo de crear conciencia global sobre la salud cerebral y visibilizar el impacto de enfermedades como el Alzheimer, los accidentes cerebrovasculares o los trastornos neurológicos en general.
Es una invitación a entender que cuidar el cerebro no es solo un tema de salud, sino de calidad de vida. Actividades como leer, meditar, dormir bien, aprender cosas nuevas, evitar el estrés crónico o acudir a chequeos neurológicos deberían formar parte de la rutina.
Este tipo de iniciativas abren el camino para que empresas y profesionales del sector salud, nutrición, fitness, educación, bienestar emocional y tecnología, se sumen a promover una cultura de prevención, autocuidado y vida saludable. En el Día Mundial del Cerebro, el mensaje es claro: prevenir es mucho más inteligente que reparar.
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