La COP30 concluye con avances mínimos contra el cambio climático y más de un enfrentamiento entre países
Colombia, Francia y España, se habían movilizado por obtener una hoja de ruta para salir del gas, el petróleo y el carbón. Rusia criticó la actitud de los países de Latinoamérica y los acuso de "portarse como niños".

El rostro de preocupación en el presidente de la COP30, mientras los países no lograban consenso sobre los términos del acuerdo el 22 de noviembre de 2025.
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AFP
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EFE-Redacción Primicias
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El frente de países emergentes y petroleros ganó la partida: la COP30 que se desarrolló en Belém, Brasil, finalizó el 22 de noviembre con acuerdos ambientales mínimos, que no menciona explícitamente el abandono de las energías fósiles, pese a la emergencia climática.
Tras dos semanas de negociaciones, la primera Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático celebrada en una ciudad amazónica logró poner de acuerdo a casi 200 países, pero a costa de rebajar metas más ambiciosas.
El texto final aboga por acelerar la acción climática de manera "voluntaria" y a triplicar la financiación para la adaptación climática de países en desarrollo.
Sin embargo, unos 80 países, entre ellos Colombia, Francia y España, se habían movilizado por obtener una hoja de ruta para salir del gas, el petróleo y el carbón.
Ambiente de tensión
El descontento entre las delegaciones de Colombia, Uruguay y otros países, por los reducidos resultados de la cita, provocó momentáneamente la interrupción de la sesión de clausura el 22 de noviembre.
Casi a la par el presidente colombiano, Gustavo Petro, escribió en la red social X: "Colombia se opone a una declaración de la COP30 que no diga la verdad científica al mundo".
La Unión Europea (UE) admitió también su decepción: "Nos hubiese gustado que hubiera mucho más, más ambición", dijo antes de la aprobación del texto el comisario europeo para el Clima, Wopke Hoekstra.
El representante ruso en la plenaria acusó en español a las naciones latinoamericanas de "portarse como niños" que quieren "todos los caramelos", lo que provocó las quejas de los países que se sintieron aludidos.
La propuesta de Lula da Silva
En medio de la tensión, Rusia, China e India, miembros de los BRICS, junto a Brasil, tuvieron palabras para enaltecer el trabajo de la presidencia brasileña a cargo Luiz Inácio Lula da Silva, que recogió sus posturas.
Con esta cumbre, el gobierno brasilero quiso demostrar que el multilateralismo mundial 'no está muerto', pese a la ausencia de los Estados Unidos en la reunión ambiental.
Lula, que paradójicamente alienta un flamante proyecto de exploración petrolera en Amazonía, elevó las expectativas al llamar en la COP30 como una "hoja de ruta" para la salida de las energías fósiles.
Frente a la decepción de algunos, el presidente de la COP30, André Correa do Lago, anunció que Brasil trabajará en los próximos meses para elaborar una hoja de ruta para salir de las energías fósiles a la que puedan sumarse los países interesados.
Sin embargo, organizaciones ambientalistas como Greenpeace, dijeron que el anuncio de las hojas de ruta "suena a premio de consolación", aunque "permitirá que el trabajo siga el año que viene y no se pierda el impulso creado en Belém".
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