Urge mano de obra: Italia entregará 500.000 visas de trabajo a ciudadanos fuera de la Unión Europea
El gobierno de Giorgia Meloni autorizará casi medio millón de nuevos visados laborales hasta 2028. El objetivo es enfrentar la baja tasa de natalidad y el envejecimiento de la población en Italia.

La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, durante una conferencia en la cumbre de la OTAN en el Foro Mundial.
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EFE
Autor:
Redacción AFP / Primicias
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El gobierno italiano anunció planes para emitir cerca de 500.000 nuevos visados de trabajo para ciudadanos de fuera de la Unión Europea. Sin embargo, un importante sindicato calificó la medida como insuficiente y pidió reformas estructurales ante la persistente escasez de mano de obra en el país.
El decreto, adoptado por el Consejo de Ministros, autoriza 497.550 entradas entre 2026 y 2028, incluidas casi 165.000 en 2026. Estas se dividirán entre trabajo no estacional, autónomo y estacional en los sectores agrícola y turístico.
Entre 2023 y 2025, el gobierno de Giorgia Meloni ya había autorizado 450.000 permisos, lo que eleva el total a casi un millón, una cifra muy superior a los 70.000 de 2021 y los 75.700 de 2022.
Desde su elección en 2022, Meloni —líder del partido ultraderechista Fratelli d'Italia (FDI)— ha centrado su agenda en frenar la inmigración ilegal. No obstante, su administración intenta abrir más canales de ingreso legal para trabajadores no europeos con el objetivo de enfrentar la baja tasa de natalidad y el envejecimiento de la población.
Se ignora la realidad migratoria
El principal sindicato agrícola, Coldiretti, valoró la medida como un "paso importante para garantizar la disponibilidad de mano de obra en el campo y, por tanto, la producción de alimentos".
En contraste, el sindicato CGIL —el más grande e histórico del país— advirtió que las nuevas cuotas ignoran la realidad migratoria y las verdaderas necesidades del mercado laboral.
Según su representante Maria Grazia Gabrielli, en 2023 y 2024 solo entre el 7,5 % y el 7,8 % de los cupos asignados derivaron en permisos de residencia, con excepción del trabajo doméstico.
Gabrielli también criticó la política de priorizar a solicitantes provenientes de países que colaboran con campañas para disuadir la migración ilegal hacia Italia.
Además, denunció que la legislación migratoria italiana presenta vacíos legales que permiten a redes criminales explotar a trabajadores en situación irregular.
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