¿Quién es Jair Bolsonaro, el influyente político de la extrema derecha de Brasil y condenado por golpe de Estado?
El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, un venerado líder de la extrema derecha, pero también cuestionado por la rudeza y falta de empatía, fue declararlo culpable de golpe de Estado.

El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, saliendo del hospital DF Star, en Brasilia, Brasil, el 16 de agosto de 2025.
- Foto
(EPA) EFE
Autor:
EFE/Redacción Primicias
Actualizada:
Compartir:
Este 11 de septiembre de 2025 representa un antes y después para la vida política del expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, que pasó de ser el venerado "mito" de la extrema derecha a ser declarado culpable de golpe de Estado.
Capitán del Ejército y nostálgico de la dictadura, Bolsonaro franqueó el paso a los militares a los pasillos del palacio de Planalto durante sus cuatro años de gobierno, entre 2019-2022.
Pero esos mismos generales no se dejaron arrastrar a la aventura golpista con la que Bolsonaro pretendía retener el poder tras su derrota en las elecciones de 2022. Por ello, a los 70 años se enfrenta a la perspectiva de pasar el resto de sus días en la cárcel o en prisión domiciliaria.
Este viernes conocerá el tiempo de la condena.
Bala, Buey y Biblia
A los ojos de sus seguidores más radicales, Bolsonaro seguirá siendo un líder pese a la condena. Decenas de miles de fieles le mostraron su apoyo incondicional el pasado fin de semana en manifestaciones en varias capitales del país.

Bolsonaro construyó su aura de caudillo de la derecha con un fiero discurso contra el comunismo que, en su visión, encarna el tres veces presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Su liderazgo se cimentó en el apoyo inamovible de los sectores más conservadores de la sociedad: los evangélicos, el poderoso sector agropecuario y la industria de las armas y de la seguridad, representadas en el Congreso Nacional por las llamadas 'bancadas de la Bala, el Buey y la Biblia'.
Para contentarlos, liberó la venta de armas, eliminó trabas medioambientales a la expansión de la agropecuaria y a la tala ilegal de la Amazonía y torpedeó las políticas de igualdad de género y de protección a la diversidad sexual.
Fuera de Brasil, encontró apoyo en la extrema derecha que ha emergido con fuerza en Europa y América y buscó de estrechar lazos, especialmente con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a quien llegó a convencer para que sancione económicamente a Brasil en represalia por el juicio.
- Trump presiona y anuncia un 50% de aranceles a Brasil por el juicio de Bolsonaro, esto responde Lula
También, en línea con las tesis del movimiento evangélico, abrazó con fervor la causa de Israel. La bandera con la estrella de David está siempre presente en las manifestaciones en las que sus seguidores reclaman la amnistía para Bolsonaro.
El culto a la personalidad
La popularidad del expresidente también se explica por su empeño en cultivar el culto a su personalidad. Durante años, repartió a aliados, dentro y fuera de Brasil, medallas del 'club Bolsonaro', en las que aparece su foto coronada por palabras groseras y ofensas de cuño sexual.
Y es que su léxico soez, su estilo ordinario y su aversión a la corrección política se convirtieron en parte intrínseca de la imagen que forjó de sí mismo, con la que trató de atraer la simpatía de los votantes de clases bajas y de zonas rurales.
Pero esa rudeza también le pasó factura. Durante la pandemia mostró un constante desprecio hacia las víctimas del virus, imitando a los pacientes que se ahogaban sin aire y exhortando a los brasileños a dejar de ser "un país de maricas".
Los votos que perdió por su gestión de la pandemia y su falta de empatía fueron claves para explicar su derrota en las urnas en 2022, un revés que le llevó a tramar la conspiración que ha motivado hoy que se le declarara culpable.
El pasado fin de semana, su tercera esposa, Michelle Bolsonaro, pedía esa empatía para su marido, llorando micrófono en mano quejándose por la "humillación" que vive en prisión domiciliaria, vigilado por la policía y con una tobillera electrónica.
Tobillera que, por cierto, se ajusta a una de las piernas que -aunque muchos de sus seguidores lo ignoren- le valieron su apelativo de "mito".
Porque ese "mito" en realidad no nació como una exaltación de su liderazgo, sino como abreviatura de "palmito", el cogollo de la palmera, que es el apodo que le pusieron sus compañeros de la academia militar para burlarse de sus piernas delgadas.
Compartir: