Ecuador refuerza su sistema eléctrico ante eventual estiaje
Con la llegada de la temporada seca, el país enfrenta el reto de mantener el suministro eléctrico sin racionamientos. La recuperación de Toachi Pilatón, la incorporación de barcazas y térmicas, y el 100 % de operatividad de la represa Mazar son parte de las medidas adoptadas para garantizar el servicio.
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Autor:
Redacción Comercial
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El estiaje, época del año en la que las lluvias disminuyen y los caudales de los ríos bajan, representa uno de los mayores desafíos para el sistema eléctrico del Ecuador. En años anteriores, la falta de previsión generó apagones y afectó a la ciudadanía. Hoy, bajo la campaña “Energía que Construye Futuro”, el Gobierno nacional muestra una hoja de ruta que combina nuevas fuentes de generación, recuperación de infraestructura y una visión de sostenibilidad a largo plazo.
Más generación para el sistema eléctrico
En lo que va del 2025, se han incorporado 1.521 megavatios (MW) adicionales al sistema eléctrico nacional. Las siguientes cifras reflejan soluciones reales que se anticipan a un eventual déficit hídrico:
- Recuperación de la central Toachi Pilatón (Alluriquín): 204 MW robustecen la matriz energética, desde enero.
- Generación emergente (barcazas y térmicas): 502,3 MW.
- Recuperación de centrales termoeléctricas 2025: 117,1 MW en operación desde julio.
- Potencia recuperada 2024: 697,7MW.
Mazar 100 % operativa

El embalse de Mazar (Paute), pieza clave para el sistema hidroeléctrico del Austro, se encuentra al 100 % de su capacidad. Esto contrasta con años anteriores, cuando llegó a niveles críticos por debajo del 20 % en temporada seca.
El manejo técnico de la represa se debe a factores como el aprovechamiento al máximo de la producción diaria de Coca Codo Sinclair y otras hidroeléctricas, la regulación de la demanda industrial e inversión en generación térmica de respaldo.
Transmisión fortalecida y segura
El Sistema Nacional de Transmisión (SNT) se refuerza con una capacidad total de 700 MVA, para garantizar que la energía llegue de manera confiable a cada rincón del país, incluso en momentos de alta demanda.
Actualmente se desarrollan nuevos sistemas de transmisión en varias provincias: en Imbabura, el sistema Cajas opera a 230/69 mil voltios con 150 MVA; en El Oro, La Avanzada también alcanza 150 MVA a 230/138 mil voltios; en Guayas, Las Orquídeas maneja hasta 250 MVA a 230/69 mil voltios; y en Cotopaxi, Tanicuchí trabaja a 230/138 mil voltios con 150 MVA. Estas ampliaciones fortalecen la red eléctrica y permiten transportar de manera segura la energía sin sobrecargar las líneas ni los transformadores.
Paralelamente, se ejecutan ampliaciones y modernizaciones en subestaciones estratégicas que incrementan la seguridad y confiabilidad del suministro eléctrico. Entre las más relevantes se encuentran: Taday en Cañar; Durán, Posorja, Salitral y Las Esclusas en Guayas; y la subestación Esmeraldas, que incorpora un nuevo autotransformador trifásico.
Eficiencia energética ciudadana
La estabilidad del sistema también depende de la ciudadanía. Adoptar prácticas de consumo responsable no solo reduce la presión sobre la red, sino que también contribuye a una plataforma eléctrica con menor demanda, menos vulnerable a fallas y sobrecargas. De esta manera, se fortalece la estabilidad operativa y se mejora la capacidad de respuesta ante emergencias o situaciones de alta demanda, además de extender la vida útil de los equipos y reducir emisiones.
Pequeños cambios, como usar iluminación LED, electrodomésticos de bajo consumo, desconectar cargadores y evitar el uso intensivo en horas pico (6 p.m. a 10 p.m.), representan un alivio tanto para el sistema como para el bolsillo.
El Ecuador del 2025 enfrenta el estiaje con preparación, planificación y resultados. Se consolida así un sistema eléctrico fortalecido, capaz de garantizar estabilidad y progreso para todos, con la energía que seguirá construyendo futuro.
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