El Gerente General de la Cooperativa Policía Nacional conversó con Primicias Empresas sobre cómo el sistema popular y solidario puede coadyuvar para impulsar los proyectos privados con cuidado al medio ambiente.
A menudo es complejo relacionar las actividades financieras con el cuidado del planeta. Pero sí, la corriente de las finanzas verdes ha irrumpido desde hace varios años con fuerza. Esto porque el sistema financiero puede convertirse en un motor para impulsar los proyectos que desde el sector privado se requieren para cuidar al planeta.
Roberto Romero von Buchwald, Gerente General de la Cooperativa Policía Nacional reflexiona sobre este punto crítico que vive el mundo. Además, nos cuenta cómo desde la trinchera de las finanzas se puede hacer algo para reducir el riesgo de una catástrofe.
Para empezar, hay que diferenciar entre finanzas verdes y finanzas sostenibles. En el primer caso, se refieren a inversiones y prácticas financieras que promueven la sostenibilidad ambiental y social. Estas inversiones se destinan a proyectos que tienen un impacto positivo en el medio ambiente, como energías renovables, eficiencia energética y conservación de recursos naturales. En cambio, finanzas sostenibles es un término que incluye no solo las finanzas verdes, sino también otros aspectos de sostenibilidad.
“Las finanzas sostenibles buscan integrar consideraciones ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) en las decisiones financieras. Esto implica invertir de manera responsable, considerando no solo el rendimiento financiero, sino también el impacto en las personas y el planeta”.
Roberto Romero von Buchwald
En este sentido, el sector financiero popular y solidario es fundamental en la economía de Ecuador. Comprende una variedad de formas de organización económica y social en las que sus miembros, ya sea de manera colectiva o individual, participan en procesos de producción, intercambio, comercialización, financiamiento y consumo de bienes y servicios. El Sistema Financiero Popular y Solidario en Ecuador representa aproximadamente el 25 % de todo el mercado ecuatoriano. Esto incluye tanto el sector financiero como el no financiero y está compuesto por cooperativas de ahorro y crédito y, mutualistas. Estas instituciones actúan como intermediarios para ofrecer productos financieros y no financieros a la población.
“Las finanzas sostenibles en Ecuador están experimentando un período de crecimiento significativo. La sostenibilidad está contribuyendo al desarrollo del país, y diversas iniciativas cuentan con el respaldo de los organismos multilaterales, la banca pública, el sector financiero y la academia. Las principales instituciones financieras en Ecuador están redireccionando sus modelos de negocio hacia criterios de sostenibilidad. Esto inició con la implementación de sistemas de administración de riesgos ambientales y sociales. El sector financiero del país se ha dado cuenta de su papel decisivo como catalizador de estos cambios importantes. Además, Ecuador ha presentado compromisos con el Desarrollo Sostenible, como la reducción de emisiones de carbono y la adopción de medidas en sectores estratégicos como la energía y el transporte".
Como ejemplos dentro del desarrollo de las finanzas sostenibles en Ecuador están: la promoción de productos y servicios financieros dirigidos a actividades sostenibles; la Implementación de Sistemas de Administración de Riesgos Ambientales y Sociales (Saras); la ecoeficiencia interna de las entidades financieras; y, el compromiso estratégico y gobernanza corporativa.
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