Viernes, 29 de marzo de 2024

Cuando el escepticismo da paso a un documental de horror

Autor:

Eduardo Varas

Actualizada:

12 Dic 2019 - 0:05

Fotograma del documental, en el que se puede ver la tumba de Floresmilo Soxo, en el cementerio de Guaranda.

Autor: Eduardo Varas

Actualizada:

12 Dic 2019 - 0:05

Fotograma del documental, en el que se puede ver la tumba de Floresmilo Soxo, en el cementerio de Guaranda. - Foto: Cortesía

'Tras la huella de Floresmilo Soxo' es el documental de Hamilton Monar que se estrena este 12 de diciembre en el cine Ochoymedio. Soxo es una figura de su natal Guaranda, donde se ha convertido en una leyenda y hasta en un ser cuya mención sirve para asustar a los niños.

Empezó como un proyecto que buscaba mostrar a un personaje excéntrico, conocido en Guaranda y base de centenares de rumores, o de sustos, depende de dónde se mire.

Que poeta, que experto en magia, que hombre de fiesta, que hacedor de milagros o de maldades... La lista podría ser larga.

Lo cierto es que Floresmilo Soxo —"se pronuncia como 'Sexo', pero con la o", dice Hamilton Monar, el director del filme— resulta ser alguien curioso, y contar su historia quizás es inevitable.

Sobre todo porque a Monar y a su equipo de producción —de ocho personas, entre ellas Luciano Bravo en la dirección de fotografía y Daniela Castillo, en la asistencia de producción — los movía el más grande de los escepticismos. Querían ver detrás de la leyenda, del 'cuco', de la tumba en forma de pirámide en la que sus restos descansan en el cementerio de Guaranda, querían conocer a la persona.

 

Lo que encontraron 

Partieron de algo, pero se toparon con algo más. Hasta casi con la muerte.

Sí, la muerte. 

En algún instante del rodaje, luego de que el equipo utilizara una tablero de Ouija para comunicarse, Monar fue víctima de violencia: en un asalto lo acuchillaron 16 veces, en los mismos lugares en los que habían acuchillado a Soxo —la razón de su muerte—. 

Demasiada coincidencia, de acuerdo. Desde ese momento, el sentido de documental cambió. En cinco años de rodaje, pasaron muchas cosas.

 

¿Cómo mostrar lo paranormal?

Hacer un documental de terror significa enfocarse en lo paranormal, en generar saltos, en cuestionar, de alguna manera lo racional.

También tiene que ver con dejar de lado lo que se observa en millares de videos sobre cosas que no tienen explicación y que circulan por la web: la cámara al hombro —o grabaciones de smartphones— y encuadres que no dejan ver nada.

Se trata, entonces, de tomar decisiones sobre cómo se van a hacer las cosas. Cómo colocar las cámaras, cómo entrevistar a los familiares de Soxo, cómo unir lo grabado en la sala de edición y generar un relato con sentido.

El trabajo tomó cinco años de producción, lo que significó varias versiones del documental, varias perspectivas o sentidos que fueron cambiando. Para financiar el trabajo, tanto Monar como Bravo recurrieron a amigos, familiares y a canjes con hoteles para cubrir gastos.

Incluso como exestudiantes de Cine de la Universidad de Las Américas, reciben apoyo de la institución para mostrar y distribuir su documental.

Ganaron también concursos, como el Faciuni , el Festival Académico de Cine Universitario Internacional, este 2019 —con un cortometraje que es la escena final de este documental— y con el dinero recibido pudieron concluir la película.

 

La duda a resolver

Hablar con Monar y Bravo invita a preguntarse sobre lo escabroso que hay en este personaje que cuentan, sobre esa historia que han creado y cómo la han realizado.

Existen dudas y muchas. Monar responde con calma y seguridad: ¿Es Soxo un personaje tenebroso?

El estreno de Tras la huella de Floresmilo Soxo es este 12 de diciembre en el cine Ochoymedio, a las 18:30.

Mire el trailer: