Dea Kulumbegashvili se convirtió en la tercera mujer en ganar uno de los festivales de cine más prestigiosos de Europa. Ella cuenta lo difícil que fue financiar su película Beginning.
La debutante georgiana Dea Kulumbegashvili hizo historia en el Festival de San Sebastián al lograr cuatro de los principales premios con su película Beginning.
La cineasta obtuvo la Concha de Oro a la mejor película, mejor directora, mejor guion y mejor actriz para su protagonista, Ia Sukhitashvili.
Desde la proyección de su película en el festival, Kulumbegashvili, de 34 años, removió las sillas de los críticos y descolocó el orden de lo previsible.
Dea Kulumbegashvili es la tercera mujer, tras la turca Yesim Ustaoglu ("Pandora's box", 2008) y la venezolana Mariana Rondón ("Pelo malo", 2013) en obtener la Concha de Oro.
Esta joven de ojos oscuros y profundos, ya logró una nominación en Cannes en 2014 con su cortometraje "Invisible Spaces".
Problemas de financiamiento
Beginning es la primera película de Georgia (antigua república soviética) independiente que consigue colarse en el certamen francés.
Kulumbegashvili expresó a medios internacionales que fue "tremendamente difícil" financiar su película.
En ese sentido, espera que el premio le sirva para poder financiar más cómodamente su próxima cinta. "Espero que puedan creer más en mi", manifestó.
"Fue un viaje casi imposible", pero a pesar de ello, considera que "es normal" que sea difícil. Lo importante es "creer en tu trabajo y rodearte de personas que también crean en lo que estás haciendo".
La historia de la ruralidad en Georgia
El baletista Jon Maya ( baila en presencia de los galardonados del 68 festival de cine de San Sebastián. EFE
Beginning ocurre en un tranquilo pueblo de la Georgia profunda, el mismo donde nació la directora. El lugar ofrece una naturaleza salvaje y dulce, bellísima como escenario, y que arropa atroces comportamientos humanos.
El entorno en el que Kulumbegashvili sitúa la acción es una comunidad de Testigos de Jehová, que sufre el ataque de un grupo extremista.
El guion condensa en 130 minutos una historia contada en medio centenar de planos secuencia.
La película ganadora logró el efecto de que todo el mundo hable de ella, tanto por sus defensores a ultranza como cinta "esencial", como por sus detractores.
Estos últimos criticaron los larguísimos planos secuencia y la brutalidad de muchas de sus escenas, incluida una violación.
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