Jueves, 25 de abril de 2024

Hace 48 años falleció Jim Morrison, el genio de 'The Doors'

Autor:

Eduardo Varas

Actualizada:

3 Jul 2019 - 15:48

Autor: Eduardo Varas

Actualizada:

3 Jul 2019 - 15:48

Un fan sostiene un lp de The Doors, ante la tumba de Jim Morrison, en el cementerio Père Lachaise en París, Francia. - Foto: REUTERS

Poeta, Adonis y Atlas al mismo tiempo, dueño de una voz gruesa, compositor y cantante de The Doors. El 3 de julio de 1971 moría en París, Francia, en la tina de su departamento en Le Marais. Se dice que fue un ataque cardíaco y tenía 27 años. Acá un repaso por cinco de sus mejores creaciones musicales.

Había decidido dejar la locura de Los Angeles, el mundo de la música, encontrar su voz poética. Caminaba casi siempre solo por las calles de París, la ciudad a la que llegó en compañía de su pareja, Pamela Courson, en marzo de 1971.

Estaba bajando de peso y ya no usaba la barba desaliñada de los últimos años. Había una suerte de anonimato en la vida de Jim Morrison en ese momento, lejos de la presión y la fama de ser una estrella de rock.

Murió desnudo y rodeado de agua. Estaba en la tina de su departamento cuando el corazón se le detuvo. Su novia lo encontró. Empezó esa capa transparente de leyenda sobre él.

En su tumba en el cementerio Père Lachaise -sitio de peregrinaje para todo fanático de Morrison y de The Doors- hay una inscripción en griego, colocada por su familia. En ella se lee: 'ΚΑΤΑ ΤΟΝ ΔΑΙΜΟΝΑ ΕΑΥΤΟΥ', que quiere decir "fiel a sí mismo". Una frase que explica mucho de lo que fue y consiguió como artista:

  • Seis discos de estudio con The Doors (el séptimo, An American Prayer, saldría en 1978).
  • Decenas y decenas de grabaciones en vivo y discos recopilatorios
  • Varios libros de poesía, dos de ellos publicados en vida
  • Un filme que codirigió y que no se ha visto en su totalidad, todavía: HWY: An American Pastoral 
  • Un halo sobre él de artista maldito (profundizado por la imagen que dio de él la película The Doors, de Oliver Stone, en 1990)

 

Cinco grandes canciones hechas por Jim Morrison

  • 'Moonlight drive', del segundo disco de The Doors 'Strange days', 1967

    La canción que se supone inició el grupo. Morrison llevaba un par de años componiendo canciones en su cabeza, cuando una tarde en una de las playas californianas se topó con Ray Manzarek, compañero de instituto de cine, a quien le mostró la melodía y letra de este tema. Eso fue suficiente para que los dos decidieran armar un grupo que, meses después, grabaría su primer disco.

  • The Crystal Ship, del disco 'The Doors', de 1967

    Una canción de amor hermosa, desde luego. Pero poco a poco se complica y se vuelve un relato vago, ambigüo y poético, que toma imágenes del que se supone es el manuscrito más antiguo escrito en irlandés. Jim Morrison no tocaba un instrumento, en realidad. Lo que pasaba durante los procesos creativos de la banda es que él cantaba y el resto sacaba los acordes y notas en función de la melodía. 

  • 'The Ghost song', del disco "An American Prayer', 1978

    Morrison había muerto siete años antes y los tres Doors restantes —Manzarek, Robbie Krieger y John Densmore— tomaron una serie de grabaciones que el cantante había hecho en 1968 y 1970 de sus poemas y musicalizaron los versos. No es precisamente una canción, pero el resultado sigue siendo maravilloso.

  • 'Shaman's blues', del disco 'The Soft Parade', de 1969

    Morrison supo cómo hacer buenas canciones de rock, con grandes dosis de blues -lo que era su fuerte-. Este tema es una buena evidencia de aquello. Pero sobre todo, lo que llama la atención del tema es la críptica experiencia que Morrison refleja sobre lo que es relacionarse con fanáticos: "¿Te has detenido a considerar como se sentiría tener las mandíbulas frías de un oso, calientes en tus talones?

  • 'The End', del disco 'The Doors', de 1967

    Psicodelia, una serpiente gigante como bus, la lluvia de verano, el complejo de Edipo, poesía, flamenco y más de 10 minutos de canción. Un delirio compuesto por toda la banda y con una letra e interpretación brutal, por parte de Morrison. Después de esta canción no existe otra forma de verlo: él sabía algo y desde el enigma fue capaz de compartirlo.