Miércoles, 17 de abril de 2024

Italia conmemora siete siglos de la muerte de Dante Alighieri

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EFE / Redacción Primicias

Actualizada:

25 Mar 2021 - 11:35

La muerte de Dante Alighieri es motivo de celebración en Italia, no solo por su importancia literaria, sino porque es considerado el "padre espiritual" de todo un país.

La tumba de Dante Alighieri en Ravena, Italia.

Autor: EFE / Redacción Primicias

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25 Mar 2021 - 11:35

La tumba de Dante Alighieri en Rávena, Italia. - Foto: EFE /EPA / MAX CAVALLARI

La muerte de Dante Alighieri es motivo de celebración en Italia, no solo por su importancia literaria, sino porque es considerado el "padre espiritual" de todo un país.

No se puede hablar de Italia sin hablar del gran poeta Dante Alighieri.

El que atravesó el Infierno de las intrigas de su tiempo, el Purgatorio del exilio y el Paraíso de la gloria en su Divina Comedia, la obra capital de la cultura de italiana.

El país, en plena pandemia, inaugura este 25 de marzo, un rico programa anual de actividades, por el séptimo centenario de su muerte. Que también llevará su figura por todo el mundo con unos 500 actos de "diplomacia cultural" en sus embajadas.

Las actividades serán muchas y variadas: la Scala de Milán leerá hoy la carta que Víctor Hugo dedicó a la obra dantesca en 1865. Y Roma propone un recorrido por el Parque del Coliseo a través de los versos que el poeta dedicó al Imperio.

Pero el momento culmen tendrá lugar esta noche en el romano Palacio del Quirinale, sede de la Jefatura del Estado. Ahí, el actor Roberto Benigni interpretará algunos pasajes de la obra -algo que ya hizo con una gira por todo el país- ante el presidente de la República, Sergio Mattarella.

Además, la ciudad de Rávena (norte) ha inaugurado una tradición: la lectura "perpetua" de la Comedia. Será todos los días y para siempre, ante la tumba en la que el maestro reposa en la basílica de San Francisco.

Dante es autor de la obra más importante de la literatura italiana, la Divina Comedia, escrita en dialecto florentino del siglo XIV y no en latín.

Él es todo un padre espiritual para un país que no se fundaría como tal, unido, hasta pasados más de cinco siglos.

Esta monumental pieza, de lectura obligada para los estudiantes italianos, es un recorrido imaginario de redención por el Infierno, Purgatorio y Paraíso, descrito en cien cantos de endecasílabos.

Dante plasma su tiempo y sus protagonistas, sumergidos en los lodazales del averno o bendecidos en el cielo. Pero al mismo tiempo constituye un magistral tratado de teología y filosofía que cimienta el Renacimiento. Mientras dialoga también con los héroes, filósofos y profetas de la Antigüedad.

Infierno

La vida de Dante es aún motivo de estudio. Su nacimiento ha sido datado en 1265, en una familia adinerada de la pujante República de Florencia.

Su formación, como la de los niños bien avenidos de entonces, pasó por la teología, la filosofía, la física o la retórica. Con 12 años fue casado con Gemma Donati, de quien tuvo tres hijos.

En su juventud batalló contra algunos enemigos de Florencia, como Pisa. Y después participó en política del lado de los güelfos, la facción partidaria del papa que se oponía a los gibelinos, afines al Sacro Imperio Germánico.

Precisamente esta militancia precipitó su infierno personal. Debió exiliarse en 1302, hasta morir por malaria en Rávena en 1321.

En su paso por el Infierno, cruel y a menudo cómico, sitúa a los culpables de su desdicha, se diría que condenándolos. No en vano lo divide en nueve fosos. En ellos se reparten las almas y reserva el último, a los pies de Lucifer, a los traidores.

Purgatorio

En las revueltas que desangraron Florencia, Dante se puso de lado de los güelfos blancos, partidarios de cierta autonomía de los Estados Pontificios. Duras son de hecho sus críticas a Bonifacio VIII, a quien situó en el Infierno por simoníaco (por estar a favor de la compra y venta de cosas espirituales).

En 1301, los güelfos negros tomaron el control y empezaron la persecución de sus rivales. Algunos fueron ejecutados, otros exiliados y Dante, por entonces en Roma, fue condenado a la hoguera. Nunca volvería a casa.

Es entonces cuando comenzó su purgatorio particular, deambulando por cortes como Venecia o en Francia. Este fue el tiempo en el que compuso esta joya de la literatura universal.

Paraíso

En el Paraíso reina una figura clave en su vida: Beatrice, la joven de la que se enamora perdidamente en su juventud, tal y como rememora en su primera obra, "Vita nuova" (1292).

La muchacha murió veinteañera, pero el poeta nunca la olvidó y Dante describe su reencuentro ideal en el mundo reservado a los puros de corazón.

"Es el amor lo que mueve al sol y al resto de las estrellas" es el verso con el que Dante cierra su periplo imaginario, que no es otra cosa que un viaje de salvación, de la oscuridad a la luz.

Una metáfora pertinente en estos momentos en los que Italia atraviesa decididamente el infierno de la pandemia, con el deseo de volver a contemplar pronto el cielo, de volver a la vida.