Viernes, 29 de marzo de 2024

Segunda temporada de Luis Miguel, tan pegajosa como la primera

Autor:

Eduardo Varas

Actualizada:

30 Abr 2021 - 0:05

Lo que sucede con la serie de Netflix es magia pura: la vida de un ídolo musical contada como una tragedia constante.

La segunda temporada de la exitosa serie de Netflix muestra la vida de Luis Miguel luego de la muerte de su padre.

Autor: Eduardo Varas

Actualizada:

30 Abr 2021 - 0:05

La segunda temporada de la exitosa serie de Netflix muestra la vida de Luis Miguel luego de la muerte de su padre. - Foto: PRIMICIAS

Lo que sucede con la serie de Netflix es magia pura: la vida de un ídolo musical contada como una tragedia constante.

No hay manera de no dejarse llevar por lo que pasa en la serie sobre Luis Miguel y que ya va por su segunda temporada. La forma en que el equipo que dirige Carla González -la showrunner de la serie- ha decidido contar la vida del cantante hace que sea imposible detenerse.

Porque todo avanza a dos tiempos. Un pasado más pasado que otro, con lo que los hechos en la vida del 'Sol de México' se entrelazan como si se trataran de una espiral. Eso, a la larga no solo da un ritmo, sino también una manera de relacionarse con los personajes.

Los que están interconectados por las fuerzas que expide Luis Miguel, Micky (Diego Boneta es una especie de clon en su interpretación) no solo como el personaje central de la historia, sino como una especie de motor al que hay que exigir, asfixiar y el que, también, hace lo que le da la gana.

Esto ya pasó en la primera temporada, que 2018 permitió ver el nacimiento de la estrella, de la mano de su padre, Luisito Rey (Óscar Jaenada) como la reencarnación del mal, y el dolor de la desaparición de su madre, Marcela Basteri (Anna Favella). Esto hasta 1992.

Tres años después llega la segunda temporada, que retoma la historia desde el punto en el que se quedó.

Ya no hay Luisito Rey, pero hay personajes que quieren seguir aprovechándose de Luis Miguel. Hay promotores sin escrúpulos y hay una maldad que lo rodea y que, de cierta manera, va arrastrando al protagonista.

Y sí, también está el recurso de los dos tiempos que ayuda a comprender uno de los grandes temas de esta serie: la repetición de la historia.

Un Luis Miguel más cercano a lo que fue su padre

Pese a ser una historia oficial, ya que Luis Miguel es uno de los productores, la serie es capaz de presentar una imagen claroscura del cantante. No solo se trata de la gente que lo maneja, se trata de cómo él define las cosas y el camino de otra gente que depende de él.

Algo que se venía perfilando en la primera temporada. Aunque en ese momento, Boneta permitía, a través de su interpretación, mostrar a un joven vulnerable que lucha por tomar las riendas de su vida.

Esta vez, hay mucho más poder en cómo aparece Luis Miguel en escena. Boneta es el cantante a mediados de los 90 y también a mediados de la primera década del siglo XXI.

Ya es una fuerza arrolladora, es exitoso, mueve millones de dólares. 

Pero es un tipo que repite la vocación de control de su padre, con un tipo de violencia psicológica a sus hermanos. Quizá no quiere hacerlo, pero es incapaz de darse cuenta de lo que sucede hasta cuando pasa. El final del episodio tres -el último que se ha emitido hasta el momento- da cuenta de eso.

No es que Luis Miguel llega a los extremos de Luisito Rey. Pero va por ese camino.

Tampoco es un buen padre; es, en realidad, un padre ausente para su hija. Y es ella la que busca retomar la relación cuando es mayor de edad. Lo que resulta curioso dentro de la circularidad de la historia: él a los 18 años dejó la sombra de su padre, incluyendo sus negocios.

Sin embargo, Luis Miguel trata y sí, lo rodea gente que quiere conseguir algo de él. Y eso poco a poco irá generando los conflictos en esta temporada, que todavía tiene cinco episodios más por estrenar.

Los episodios han sido dirigidos, en su gran mayoría, por Humberto Hinojosa y se centran en esos acontecimientos que han marcado al cantante.

La cámara está al servicio del drama, de las acciones, de los intercambios entre los personajes. La música es importante -cada capítulo lleva el nombre de una canción- y la presencia de Luis Miguel en el estudio y en los escenarios es determinante. Pero, lo más impresionante sigue siendo Boneta.

Porque su desarrollo ya fue claro en la primera temporada. Pero ahora, gracias al maquillaje y también a su esfuerzo, Diego Boneta es capaz de envejecer en pantalla, cambiar físicamente, engordar. Hay imitación de cierta manera, sí. Pero también hay homenaje y un ejercicio de representación extremo.

Habrá que ver si Boneta será capaz de salir de esta coraza algún día.

Luis Miguel: la serie (temporada dos)

Showrunner: Carla González

Director: Humberto Hinojosa

Elenco: Diego Boneta, Juan Pablo Zurita, Macarena Achaga, Pilar Santacruz.

Gato Grande, MGM

Netflix